Reconocerse En Las Fotografías / Burt Glinn

By rafaelroa


Reconocerse En Las Fotografías / Burt Glinn

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2013, 12:10 pm

Esta fotografía de Burt Glinn (1925-2008, USA) me sirve como introducción para reflexionar acerca de los recuerdos, el tiempo y la fotografía.

¿Nos reconocemos en las fotografías cuando ya el tiempo nos ha erosionado y nuestra memoria se vuelve imprecisa?

Un club en Paris, en la Francia de la postguerra, una mujer bella en el escenario, hombres ávidos de deseo. miradas y gestos que se cruzan, instantes que se reflejan en una fotografía, que ya no existen, nada más que en la memoria borrosa de aquellos que aquel momento pudo significar algo.

El tiempo pasa fugazmente, los gestos del minuto anterior a este ya son un pasado lejano e irrepetible, las fotografías son los testigos materiales de nuestro deterioro. Cambiamos hasta no reconocernos en las imágenes, incluso aquellas que pudieron suponer un momento feliz, son un pasado irrepetible.

Los recuerdos como dice el protagonista de 2046 son surcos de lágrimas. Siempre hay lágrimas de tristeza porque evocamos aquello que quisiéramos haber hecho eterno. Detener el tiempo, disfrutar de un instante infinito de felicidad, ese deseo imposible sólo se puede perpetuar en el instante congelado de una fotografía.

Lo más doloroso es ser consciente de lo que has perdido, las fotografías de los instantes felices reflejaran la privación, y te mostraran con crudeza la ausencia, y que el vacío es irreparable.

Todos tenemos nuestro diario de sombras, nos ocultamos detrás de la cámara para huir de nuestra propia realidad, materializando en imágenes aquello que surge de nuestra imaginación o la realidad de los otros para ocultar la nuestra.

Nos protegemos de todo con nuestra cámara, menos de aquellas bestias que sirven al estado para reprimir, y ejercen la violencia impune. con el incumplimiento continuo de la ley, golpear y humillar, con los rostros ocultos, como forajidos en la noche. Su brutalidad pisotea los derechos de los ciudadanos, al servicio del amo que les alimenta con las migajas que caen al suelo de la mesa del poder. De esos no te salva la cámara ni la ley que ellos no cumplen. ¿Como el amo va a poner el bozal a sus perros?

Cuando alguien te abraza como Helen Frankerthaler a David Smith lo más probable es que te ame. Todos tenemos alguna foto similar en el transcurso de nuestra vida. Esos son los momentos felices a los que me refería antes. Son aquellos que queremos guardar para siempre.

No deseamos que se pierdan en la frágil memoria que se borra lentamente con el tiempo. Ver alejarse tus sueños en una noche de verano, y como se pierden el el horizonte, saber que pierdes la posibilidad de intentar un nuevo rumbo, es como caer a un abismo que no tiene fin. La fotografía sólo refleja un tiempo pasado, los sueños perdidos, las ausencias, las injusticias, y las crueldades que el hombre ha producido.

Del Blog: Rafael Roa, Fotografía y Más Cosas