La muy peligrosa y falsa "izquierda" mexicana

EDITORIAL/ La Crónica de Chihuahua


La muy peligrosa y falsa

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2015, 10:32 am

Ninguno de los partidos gobernantes representa los intereses de la clase trabajadora o, como dicen a veces sus líderes, al pueblo mexicano; todos los partidos gobernantes participan actualmente del poder, sea el Ejecutivo o el Legislativo; y todos ellos forman parte del Estado, instrumento de dominio de una clase sobre otra.

Uno de los partidos que más recientemente se integró al poder es Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuyo creador y líder es Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ese hombre veleta a quien los vientos de la política han arrastrado en todas las direcciones hasta recalar en este organismo, receptáculo de tránsfugas como el mismo AMLO, cuyo punto de partida fue el Partido Revolucionario Institucional.

Los partidos de “izquierda”, que comparten el Gobierno de este país, no lo hacen mejor que los demás; la prensa nacional ha documentado la forma en que cometen los mismos errores, actos de corrupción y abusos de autoridad que sus homólogos de otros partidos; también podría decirse que no gobiernan peor que los demás, pero hay acciones realizadas por la “izquierda” que parecen contradecir esta última idea, al representar retrocesos en la lucha por mejorar las condiciones económicas y políticas del país, acciones que desprestigian estas luchas y a los grupos e individuos que las encabezan y que demuestran la provocación, represión y violencia en general ejercida por la “izquierda” cuando ha logrado acceder al poder.

Como otros partidos que encabezara AMLO, en cuanto asumió el poder municipal en Texcoco, Estado de México, Morena (a través de la entonces representante del partido Movimiento Ciudadano y hoy morenista, Delfina Gómez Álvarez) reveló su naturaleza contraria a los intereses de la población; fue muy sonado el desalojo violento efectuado en El barco, asentamiento legal cuyas viviendas fueron arrasadas con maquinaria pesada y sus habitantes arrojados sin consideración a la calle junto con muebles y enseres por órdenes de la alcaldesa Delfina Gómez; aquí dimos oportunamente los detalles de este despojo contra los colonos. En días pasados, la prepotencia de esta autoridad de “izquierda” llegó hasta el grado de perseguir y detener a jóvenes y negarles el derecho a repartir propaganda difundiendo sus ideas.

Los militantes del Morena cometen a diario actos de provocación que desprestigian a los luchadores sociales en general; sobran ejemplos de acciones ilegales, violentas y provocadoras: los maestros de “izquierda” asaltan oficinas, destruyen documentación oficial y destruyen bienes públicos o privados; en Morelia, Michoacán, este semanario documentó en su momento la brutal agresión cometida por porros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación contra padres de familia, docentes y niños de la primaria Juan Ortiz Murillo, cuyo delito fue sólo promover la aplicación del programa Escuelas de Tiempo Completo. Esta falsa izquierda es la misma que llevó al poder en Guerrero al responsable de los asesinatos y desapariciones forzadas de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa; en la elección que convirtió en presidente de Iguala a José Luis Abarca, jugó un destacado papel el creador del Morena.

Por esos hechos, de sobra conocidos, los ciudadanos responsables debemos rechazar a los candidatos de partidos que fingen defender a las mayorías cuando en realidad atentan contra sus derechos, desprestigian sus luchas y hacen retroceder los movimientos de masas. No se trata sólo de un asunto de caudillismo, megalomanía, ignorancia política o torpeza partidaria, defectos, todos, propios del Morena y demás partidos oficiales de “izquierda”; se trata de una verdadera amenaza y un peligro: la posibilidad de que instituciones de este tipo aumenten su poder asumiendo nuevos cargos públicos para ejercer su autoritarismo, prepotencia e intolerancia contra quienes no se alinean con su manera de gobernar. En este periodo electoral, el ambiente se encuentra enrarecido en buena medida por culpa de las ambiciones de esa “izquierda” que no duda en recurrir a la calumnia, las amenazas, las campañas negras y la represión.