Informes de auditoria: papel inocentemente derramado

**Tal vez debió de entregar esa papelería en alguna fábrica donde pudieran reciclar el papel, donde le darían un mejor uso del que le da el Congreso del Estado.


Informes de auditoria: papel inocentemente derramado

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2014, 16:47 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

La Auditoria Superior del Estado entregó este miércoles el equivalente al contenido de una caja de camioneta con cajas llenas de papeles relativas a las auditorias y revisiones de cuentas públicas practicadas a más de 700 entidades, tanto de gobierno como del sector social.

Por desgracia, los hechos a la vista y los que están recientes en la memoria histórica nos indican que el auditor Jesús Esparza se equivocó de puerta. Tal vez no debió de entregar toda esa papelería en el Congreso del Estado, sino en alguna fábrica donde pudieran reciclar el papel y convertirlo nuevamente en pulpa, porque seguramente ahí le darían un mejor uso del que le da la representación popular.

Es una lástima, en verdad; un desperdicio de trabajo de auditores, contadores, capturistas y del mismo titular de la Auditoria Superior del Estado. Vaya, incluso de los entes auditados, los cuales deben habilitar un área especial donde puedan trabajar los auditores, para que todo resulte en un trabajo en vano.

Todo este desperdicio se debe a que el Congreso del Estado no cumple a cabalidad con una de sus funciones que justifican su existencia, como es el de fiscalizar el gasto público.

Ahí están las cifras y los hechos para demostrar que el trabajo de fiscalización está de adorno o mejor dicho, funge como auténtico “petate del muerto” para asustar al auditado.

Entre los años 2007 y el 2011, el Congreso del Estado presentó 83 observaciones derivadas de la revisión a las cuentas públicas. De éstas, siete correspondían al ámbito penal, es decir, que alguien pudo cometer un delito con el uso de los recursos públicos. ¿Y qué ha pasado hasta ahora? Nada, nadie está en prisión, ni ha sido inhabilitado, mucho menos se le ha obligado a resarcir el daño hecho al erario. La mayoría de las sanciones debieron ser aplicadas por el mismo Congreso, y ni así ha procedido.

En los informes de ingresos del gobierno estatal y de los municipales no aparece ni un solo centavo recibido por concepto de devolución de dinero mal manejado o sustraído de manera ilegal. Lo que es lo mismo: “lo cáido, cádo”. Quien usó mal el dinero o de plano se lo llevó a su casa ya se quedó con él.

Las más de 700 cuentas que entregó ayer el auditor se pueden sumar a las más de 500 que ya están disponibles en el portal digital de la ASE, donde cualquier cibernatua puede leer los resultados de las auditorias practicadas a los 67 ayuntamientos, al mismo Gobierno del Estado; a organismos descentralizados y autónomos y hasta a organizaciones de la sociedad civil que reciben dinero público ¿y? no ha pasado nada.

Hasta la fecha, la Comisión de Fiscalización y el propio Congreso del Estado no ha dado con una explicación coherente para explicar por qué las cuentas públicas del año 2012 de los gobiernos municipales de Chihuahua, Juárez y Delicias siguen sin ser dictaminadas. Prácticamente, ya se juntaron con las del 2013.

Las vísperas nos dicen que no pasa ni pasará nada con esas auditorias. Que servirán como instrumento político para amedrentar a aspirantes incómodos o para negociar tal o cual apoyo para las fechas electorales por venir, pero de rendición de cuentas y resarcimiento del daño al erario, nada. Por eso, tal vez serviría más que toda esa papelería se usara para algo más útil. El reciclado es una buena opción.