‘Hay una cacería de periodistas’, señala Mike O’Connor

**El ex reportero del New York Times habla de lo peligroso que es ejercer la profesión en México por la presión de la delincuencia

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2013, 09:37 am

Torreón.- Mike O’Connor, periodista veterano de los Estados Unidos, corresponsal en México del Comité de Protección a Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), comentó en entrevista que la situación de los periodistas y medios de comunicación en México es única en el mundo, pues afirmó que en el país el periodista es un objetivo del crimen organizado tan sólo por su profesión.

Detalló que quizás haya más muertos en otros países donde hay zonas de conflicto como Siria, sin embargo, dijo que las circunstancias son distintas: “No tiene nada que ver con combate, aquí es por tu nota o porque no quieres poner nota. Aquí es cacería de periodistas”, sentenció.

Con más de cuatro años residiendo en México, O´Connor percibe un aumento en la censura y autocensura de los periodistas y medios en base al aumento en el control del terreno por parte del crimen organizado.

“Si los periodistas no pueden trabajar es el público quien está sufriendo. Conozco los huérfanos y viudas de los periodistas pero es el público quien no está siendo informado. Si matan a un periodista el que sufre es el público”, opinó el ex reportero del New York Times.

—¿Por qué pareciera que el público no se indigna?

“No se ha entendido ni se ha hecho el esfuerzo para hacerle entender al público que matar al periodista es matar al flujo de información para el público. El periodista es el faro del público para iluminar la verdad. Matando al periodista se apaga el faro. Pero el público no lo ve así. Hay que entender también que el periodismo en México no tiene la mejor de las famas.”

—¿Ya existe un prejuicio del periodista mexicano?

“Así es, pero no siempre. No sé qué porcentaje de los periodistas mexicanos andan en malos pasos pero algunos sí, que toman un billete de 100 pesos para sacar o no sacar una nota favorable. Es una fama no tan buena del periodista mexicano, y por eso dicen que lo mataban porque estaba metido y descartan cualquier investigación. Es un prejuicio ilógico, porque de antemano no tiene sentido”.

—¿Qué se tiene que hacer para recobrar la confianza de la sociedad?

“Es algo muy difícil, si traicionas a tu mujer, a tu hermano, una vez traicionado una persona es muy difícil, pero el profesionalismo es lo que recupera la confianza, pero en esta circunstancia es difícil porque el crimen organizado no te deja ser profesional.

—¿Hay algún consejo, recomendación para los periodistas que viven en zonas de conflicto?

“He cubierto cualquier cantidad de conflictos pero no sé cómo ser un periodista en México bajo estos términos, sobrevivir el segundo día para sacar la segunda nota. Los corresponsales extranjeros vienen, sacan la nota y salen o se van a la capital, pero los que tienen que vivir aquí no hay manera que yo conozca”.

—¿Es justificado entonces no informar de ciertos asuntos cuando tu vida está en riesgo?

“Sí. Es muy difícil. Me cuesta mucho contestar esa pregunta, pero digo que sí porque no encuentro cómo. Quiero decir ‘no’ porque es la respuesta debida, pero si digo ‘no’ tengo que decir cómo y no sé cómo”.
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