Hambre y producción de alimentos

EDITORIAL


Hambre y producción de alimentos

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2016, 20:31 pm

Se han puesto de moda los conceptos hambre, desnutrición e insuficiencia alimentaria; lo mismo sucedió con los de pobreza y pobreza extrema, pobres y pobres extremos para definir e investigar la situación social, la problemática y las causas que deben atacar las instituciones oficiales. El reconocimiento por parte del Estado de que existen más de 50 millones de pobres y que aproximadamente la mitad de ellos se encuentra en la pobreza extrema dio origen a una cruzada nacional contra el hambre y a la formulación de planes y programas para erradicar la pobreza, comenzando por su grado extremo.

El estudio de la producción de alimentos y los datos estadísticos al respecto, llevaron a los analistas a concluir que el volumen y el valor de la producción alimentaria han crecido tanto en México que han llegado a un punto cercano a la suficiencia alimentaria, que en este momento permitirían satisfacer las necesidades de consumo de los 120 millones de mexicanos.

El júbilo por estos importantes avances se ha desbordado; los programas contra la pobreza y el hambre reportan cifras tan optimistas que, de creer lo que dicen sus representantes, la cruzada contra el hambre estaría cumpliendo las metas fijadas y millones de pobres extremos habrían dejado de padecer hambre, y el objetivo de salvar a 28 millones de mexicanos que la padecen está muy cerca; después se avanzará hacia la atención a los 55 millones de pobres que en el país reportan las estadísticas oficiales, borrando así la pobreza de la faz del país.

Con la reciente declaración presidencial de que México figura entre los primeros lugares en producción de alimentos y que 68 por ciento de lo que demanda la población se produce en territorio nacional, crece la alegría.

Por desgracia, la realidad contradice y deja mal parado a tanto optimismo. Opiniones basadas en datos y estudios tanto oficiales como independientes aseguran que no hay bases serias para proclamar tal avance; que los programas contra el hambre sólo consisten en ofrecer alimentos “chatarra” a los estratos sociales más pobres y que los miles de millones de pesos destinados a las cruzadas contra el hambre tienen como destino las arcas de las grandes empresas extranjeras, que controlan el mercado de los alimentos.

No significa lo mismo hambre que desnutrición, los programas y cruzadas oficiales mitigan el hambre pero los pobres permanecen desnutridos. La suficiencia alimentaria no consiste en una creciente producción de alimentos cuando no se produce para los pobres, sino para quienes poseen poder de compra dentro y sobre todo fuera del país.