Déjà vu, Masacres que se repiten

Ayer el Rio Rosas, hoy Far West


Déjà vu, Masacres que se repiten

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2012, 12:59 pm

Chihuahua, Chih.- Déjà vu en francés ‘ya visto’ La experiencia del déjà vu suele ir acompañada por una convincente sensación de familiaridad y también por una sensación de «sobrecogimiento», «extrañeza» o «rareza», es la experiencia de sentir que ya experimentaste cierta experiencia, esta palabra encaja perfectamente en la psique de los Chihuahuenses; en los ochentas y noventas cada muchachita que era asesinada se parecía ferozmente a la anterior, hoy cada balacera nos recuerda la que pasó unas horas atrás.

Aquí una masacre que se repite, con historias que se han escrito y tienen un gusto amargo a muerte y miedo ue dibujan hondas cicatrices en una sociedad lastimada por la violencia.

Rio Rosas

El nueve de octubre de 2008, un comando armado irrumpió en el Bar Río Rosas, ubicado en la avenida 20 de Noviembre, casi esquina con calle 31, en la colonia Obrera, a unas cuadras del centro de la ciudad. Once personas fueron ejecutadas y cuatro más resultaron lesionadas.

En una noche como cualquier otra, parroquianos disfrutaban de la música y las bebidas de este popular bar, fueron sorprendidos por el comando, cuyos sujetos irrumpieron con el rostro cubierto con pasamontañas y uniformes que simulaban ser de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

De acuerdo con la narración hecha en ese entonces por los testigos, los sicarios uniformados ingresaron al bar sin problemas, ya que afirmaron a los miembros de seguridad ser agentes federales, por lo que los dejaron pasar; fue entonces cuando empezó la masacre.

Far West

El cuatro de febrero de 2012, un comando armado irrumpió en el Bar Far West en la avenida Teófilo Borunda y casi avenida Colon, en la colonia Santo Niño a unas cuadras del centro de la ciudad. Nueve personas fueron ejecutadas y cuatro más resultaron lesionadas.

En una noche como cualquier otra, parroquianos disfrutaban de la música y las bebidas de este popular bar, fueron sorprendidos por un comando, cuyos sujetos irrumpieron con el rostro cubierto con pasamontañas.

De acuerdo con la narración hecha por los testigos, los sicarios ingresaron al bar sin problemas, fue entonces cuando empezó la masacre.