Cuentas públicas: te digo Juan, para que me entiendas Teto

Por Alejandro Salmón Aguilera /ahoramismo.com.mx

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2012, 00:33 am

Toda esta escaramuza en contra de tres alcaldes que gobiernan, en conjunto, a menos personas que las que viven en una sola colonia de Juárez, pareciera más un manotazo de autoridad sobre la mesa para hacerles entender a los líderes regionales quién pone los tiempos y las formas para las sucesiones de año próximo.

Hasta ahora, no ha faltado quien lea la probable destitución de Francisco Alan Robles Terrazas, presidente municipal de Riva Palacio; de Jaime Bernardo Ávila Mendoza, de Coronado, y de Ocampo, Manuel Hernández Martínez, como un mensaje dirigido a los alcaldes que han intentado zafarse de la "autoridad política" y hacer operación por su cuenta propia. "Te digo Juán, p´a que me entiendas Teto", al menos así lo leyeron no pocos actores del priñismo.

El documento donde se anunció que los tres alcaldes antes mencionados no habían entregado sus respectivas cuentas públicas, y la imprecisa versión de que ya habían sido depuestos de sus cargos, tenía—para muchos—demostrarles a los presidentes municipales "quien es el que manda aquí", y sin hacer distingos de partido.

Otros leyeron la medida como un mensaje al panismo emergente en la zona rural del estado, con la amenaza de la destitución contra dos alcaldes emanados de ese partido.

Con toda esa lectura, lo único que nos queda por concluir es que el priísmo no ha cambiado nada. Doce años después de haber entregado la Presidencia de la República, siguen con unos intentos autoritarios de tiempos de Diaz Ordaz, que a estas alturas de la vida ya no son tan efectivos.

Lo único que motivó ese mentado "manotazo de autoridad" fue que los alcaldes de Ocampo y Coronado corrieran hacia las oficinas de su partido, el PAN, a exhibir la documentación con la acreditarían la oportuna entrega de la información relativa a la Cuenta pública del 2011.

Fue una manera de responder que, si la revisión de cuentas va a tener un sesgo político-electoral, en el mismo tono se dará la respuesta.

Si, como aseguran ellos, los alcaldes tienen en regla su documentación y a estas alturas ya no deben ninguna entrega al Congreso del Estado, el mentado manotazo no pasará de ser un "garnucho" sobre una mesa donde los actores políticos y las organizaciones sociales se sientan cada vez con más incomodidad.

El estilo autoritario de gobernar fue eficaz para controlar y someter a una clase política sedienta de cargos públicos, ni siquiera de poder, pero ya no opera para someter voluntades y uniformar a una sociedad que ya no admite el sometimiento de todas las voluntades al arbitrio de una sola persona.

Por como se ven las cosas, hasta ahora, el asunto no ha espantado mas que a quienes ven cómo la revisión de cuentas públicas no tiene por objeto el de velar por el correcto uso de los recursos públicos. Es, así de simple, una espada de Damocles para colocares a quien se salgan del guacal electoral.