Ávalos, monumento a la historia de Chihuahua

**El plomo aquí lo llevan todos en la sangre, y lo llevan en la vocación minera y metalera.

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2012, 14:40 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- El paisaje en Ávalos quedó marcado con las figuras imponentes de las troneras que son ahora una especie de monumentos conmemorativos que se yerguen en honor a los tiempos idos.

Los molinos, las bandas transportadoras, los almacenes, casetas, cribas, pailas, techos, cubiertas, rieles, grúas, contenedores, tobas, patios de almacenamiento, etcétera, están ahí para recordarle a todo el que las alcanza a ver desde la carretera, que un día hubo ahí una floreciente industria.

"Seguridad ante todo", se lee todavía en la entrada a las instalaciones, cuyo casco permanece casi intacto de no ser por la inevitable corrosión.

Hay unas vías que entran y salen de la planta, por donde corrían los vagones del ferrocarril eléctrico que daba servicio entre Ávalos y San Guillermo, y entre éste y las minas de arriba, de Santa Eulalia, San Antonio, Santo Domingo. El ferrocarril mineral, de vía angosta, comunicaba Ávalos con el centro de embarque en la estación ferroviaria de Robinson. Los vagones ya no corren, ya no tienen vía, ya no tienen propósito de existir, a menos que el Gobierno, actual propietario del cascarón de Ávalos, desee construir un museo o un parque de atracciones, o una combinación de ambos.

El olor a azufre en los montones de escoria se antoja que va a perdurar por la eternidad. El plomo aquí lo llevan todos en la sangre, y lo llevan en la vocación minera y metalera, cuya memoria terminará sólo cuando se acabe el pueblo.

Las instalaciones están ahí insensibles, recuerdo de horas mejores que, en la imaginación de la gente, son insuperables.

En el viejo mercado de Ávalos, los viejitos viven de su nostalgia por el tiempo pasado, platican, y al platicar, mastican esos años y sienten que morirán sin conocer otros mejores.