Atrapan a presuntos asesinos material e intelectual de Marisela

JUSTICIA PARA MARISELA


Atrapan a presuntos asesinos material e intelectual de Marisela

Por: Nadia Sosa

Chihuahua, Chih.- José Enrique Jiménez Zavala, líder de la banda los Aztecas en Juárez, fue presentado este domingo como el presunto homicida de Marisela Escobedo, madre de Rubí Frayre Escobedo, asesinada hace casi dos años en la ciudad de Chihuahua mientras encabezaba una manifestación-plantón permanente en la Plaza Hidalgo exigiendo que apresaran al sentenciado como asesino de su hija, Sergio Rafael Barraza Bocanegra.

Marisela, madre víctima de feminicidio convertida por su tragedia personal en activista, fue asesinada el jueves 16 de diciembre del 2010 rayando las 9 de la noche: un balazo a quemarropa en la cabeza acabó con su vida mientras corría para resguardarse al Palacio de Gobierno, que quedaba frente a la Plaza Hidalgo donde protestaba por justicia.

El acceso frontal del palacete estaba cerrado, no había guardias, su escolta puesto por la entonces Procuraduría General de Justicia no estaba, cayó muerta frente a las puertas cerradas.

Este domingo 7 de octubre del 2012 en el salón Gobernadores, el gobernador de la entidad, el Fiscal General, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el director de la Policía Única y Comisario Federal, anunciaron la detención de Jiménez Zavala en un operativo de inteligencia según indicaron, deteniéndole en conjunto Policía Federal y Estatal en la calle Haciendas del Valle y el periférico De la Juventud.

La versión dada a conocer hace unos instantes, indica que el autor intelectual ya estaba bajo resguardo, Jesús Antonio Chávez alias “El Tarzán”, a su vez ligado al multi-homicidio del bar El Colorado perpetrado en abril también en esta capital. A José Enrique Jiménez Zavala lo apuntan de líder de la banda los Aztecas, ejecutores para la célula delictiva “La Línea”, a su vez brazo armado del Cártel de Juárez.

En diciembre del 2010 las autoridades estatales señalaban que la hipótesis más fuerte era que el autor intelectual del homicidio era Sergio Barraza Bocanegra, la ex pareja y homicida de Rubí Frayre Escobedo, hija de Marisela Escobedo; en estos momentos están por ser presentados Jiménez Zavala y su acompañante en el Complejo de Seguridad Pública o C4, presuntamente son parte de una banda que lidereaba Chávez, “Los Wicked” o “Los Malvados”, y se procederá a explicar la investigación y teoría delictiva policiaca.

Pero según se dio a conocer en la rueda de prensa previa fueron detenidos porque tanto Luis Alberto Camacho Ramos alias "El Tucker" como José Enrique Jiménez Zavala, acababan de salir de una prisión en Estados Unidos, y asimismo a cuatro días de que fuera detenido Juan Carlos Sandoval Seáñez alias "El Sabritas" como presunto líder de la señalada célula delictiva.

La CEDH afirmó por su parte que vigilarían que se condujera bien la investigación para que por faltas a los derechos humanos esta no fallara, cosa que también aseguró el gobernador de la entidad “… la lucha contra la impunidad se da en el marco de la Ley”; para el actual gobernador César Duarte Jáquez este hecho de sangre que cimbró al estado, al país y que resonó a nivel internacional, marcó el inicio de su gobierno que apenas llevaba poco más de dos meses.

Marisela Escobedo se ha convertido en el símbolo de las víctimas de la violencia, de los feminicidios y del operativo anti-crimen gubernamental en estos cinco años; como madre exigió justicia cuando un primer Tribunal decidió que no había pruebas suficientes para detener a Barraza Chávez, luego un Tribunal de Casación determinó que era culpable y que el primer Tribunal no juzgó bien las pruebas contra el sentenciado como homicida, pero para entonces ya había huído. Era la segunda vez que lo hacía y las dos veces que fue capturado fue gracias a la investigación de la propia Marisela Escobedo que lo rastreó y siguió hasta Zacatecas.

En donde Marisela murió, hoy hay una placa que recuerda el asesinato, se ha convertido en uno de los nuevos símbolos del estado de Chihuahua. Antes de morir, Marisela que reclamaba que la justicia era un privilegio de ricos, declaró públicamente en esa Plaza Hidalgo testigo de su travesía por justicia que si la habían de matar por su reclamo “… que me asesinen aquí enfrente, para vergüenza del gobierno”, y lo hicieron.

Su grito por justicia permanece, se recuerda por cada uno que pasa frente a esa plaza, frente a esa puerta, frente a ese enorme y antiguo palacete: ahí está su grito en esa placa, símbolo pequeño de la multitud de voces ahogadas por la violencia.