Alzas en alimentos pegan a los bolsillos de los trabajadores

**Crisis por gripe aviar en Jalisco eleva precios en huevo y pollo.


Alzas en alimentos pegan a los bolsillos de los trabajadores

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2012, 10:20 am

El costo de diversos productos alimenticios sufrieron presiones de diversa índole durante 2012 que forzaron el alza en sus precios al consumidor, lo cual generó daños entre la población de menor poder adquisitivo y productores.

Tal fue el caso del maíz, que desde 2010, ha vivido episodios de incrementos, generando incertidumbre entre algunos y el abuso de otros que aprovecharon el momento de coyuntura para beneficiarse.

Uno más fue el huevo que, ante el brote de gripe aviar que mató a más de 22 millones de gallinas ponedoras, el abasto nacional del producto estuvo en riesgo, pues tres municipios del estado de Jalisco, principal productor del país, fueron el epicentro de una contingencia atacada a destiempo, de acuerdo con reportes de productores.

Ello generó en automático el aumento, aunque no justificado, en el precio al público de la carne de pollo, la cual no estaba contaminada pero que muchos ligaron con la epidemia que afecto la parvada.

De igual forma la carne de cerdo y res, como consecuencia de las sequías y el constante incremento del alimento para los animales, al igual que el sector panadero, el cual vio cómo se esponjaron los precios de los insumos como harina, leche y grasas y azúcar, entre otros.

Insumo nacional

En el caso de la tortilla, con datos de el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía (SE), el kilogramo en 2007 inició a 8.76 pesos y finalizó en 8.69 pesos; el año siguiente pasó de 8.69 a 9.21 pesos; en 2009 de 9.21 a 9.66 pesos, en 2010 de 9.63 a 9.98 pesos; mientras que en 2011 de 10.00 a 11.32 pesos y este año, de 11.42 a 12.30 pesos.

Ello representó en la administración de Felipe Calderón, un alza de 3.54 pesos y en 2012 sólo 0.88 centavos, siendo el segundo año con más incremento, tan sólo después del 1.32 pesos en 2011, cuando se registró la helada en Sinaloa y que causó la pérdida de miles de hectáreas de maíz.

Esta menor alza se explica con las medidas implementadas por el entonces secretario de Economía Bruno Ferrari, quien actuó en contra de los líderes que promovieron un incremento generalizado, lo cual viola la política de libre mercado que profesa el gobierno mexicano.

En ese tema destacó el nombre de Lorenzo Martínez, presidente de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías, quien fue un dolor de cabeza para autoridades debido a sus constantes anuncios.

Esta historia, iniciada en diciembre de 2010, culminó este 2012 al dictaminarse que los representantes de las organizaciones incurrieron en actos monopólicos y medidas de apremio, por lo cual la Comisión Federal de Competencia (CFC) impuso multas que sumaron un millón 766 mil 386 pesos y tan sólo a Martínez se le sancionó con 224 mil 325 pesos y 54 mil 500 pesos, por apremio y monopolio respectivamente.

Crisis avícola

Sin embargo, el tema que robó la atención, fue la escasez del huevo como consecuencia del virus de influenza aviar H7N3, pues de venderse el kilogramo entre 13 y 15 pesos en promedio, se disparó hasta los 45 pesos e incluso 50 pesos o más, lo que provocó que la gente comprara tres piezas, por el valor equivalente del kilo previo al problema.

Tan sólo en dos semanas de junio, su precio registró un incremento superior a 60%, siendo Jalisco, Estado de México, Michoacán, Colima y Distrito Federal los estados más afectados.

A raíz de las alzas se contempló la importación de huevo procedente de otros países, principalmente de Estados Unidos, bajo un cupo de 211 mil toneladas de huevo para consumo humano y 24 mil 400 para consumo industrial; ello sumado a un decreto que eliminó el arancel de 45% a su importación.

A la segunda semana de diciembre el precio del producto estaba fijado en 28 pesos por kilo al menudeo en centrales de abasto, mientras que el kilo de pechuga de pollo, en enero costaba 46 pesos y se mantuvo así hasta junio, cuando inició en 45 pesos y terminó en 48 pesos, mientras que de julio a septiembre, momento más critico de la gripe aviar, aumentó de forma constante de 44 pesos a 55 pesos; al último trimestre retomó los 45 pesos.

Impacto de los granos

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), existe una carestía de ciertos granos, ya que se importa 80% del maíz de Estados Unidos y, en cuanto al trigo, registró incrementos sustanciales que derivaron en un aumento en su precio del 25%.

Un insumo fundamental para panaderos, es la harina que junto con el incremento en 100% del huevo y el 50% de la nuez, llevó a esta industria a una crisis que derivó gradualmente en aumentos del precio del pan blanco y de dulce.

Cabe recordar que durante la crisis del huevo, para este sector siguió la afectación, pues el bulto de harina pasó de 290 pesos a 350 pesos, dejando un margen de ganancia de entre 10% a 12%, cuando el adecuado debería oscilar entre 18% y 20%; lo anterior los orilló a subir el precio del pan hasta 20 centavos por bolillo y telera, para venderse hasta en 2 pesos.

Respecto a la leche, la entera fluida en el precio promedio al consumidor, por litro, se modificó de 12.19 pesos a 13.20 pesos en tiendas y, de 12.15 pesos a 13.06 pesos en autoservicios durante el presente año, según el SNIIM.

En cuanto a la carne de bovino, también sufrió presiones como explicó Álvaro Ley, presidente de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado (AMEG), ya que el grano se incrementó de 2007 a 2012 alrededor de 208%; en los últimos meses 68% y 8% después, por lo cual el producto puede costar más, ejemplo de ello es que el costo de la carne en canal, de 2011 al tercer trimestre de 2012, registró un alza de 14% y 10%.

Como consecuencia, el precio de la carne de cerdo en algunos establecimientos pasó de 60 a 80 pesos el kilo y la de res, de 96 a 100 pesos la misma medida; lo cual demuestra que en materia de abasto alimenticio, tanto para humanos como para los propios animales, fue un cierre de sexenio difícil, reto que ahora queda en manos de la nueva administración.