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El 6 de agosto de 1945 a las 8:15 horas, un bombardero B-29 llamado Enola Gay lanzó sobre la ciudad de Hiroshima la primera bomba atómica. Tres días más tarde, el 9 de agosto a las 11:02 horas, el bombardero Bockscar dejó caer la segunda bomba sobre la ciudad de Nagasaki.
La Crónica de Chihuahua
6 de agosto, 19:31 pm
#ProhibidoOlvidar
TalDíaComoHoy en 1945, sin una necesidad militar real, Estados Unidos arrojó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima una bomba atómica.
Cerca de 80 mil personas murieron al instante, y un número igual falleció posteriormente a causa de la radiación.
Por primera vez en la historia de la humanidad, el arma atómica fue empleada en condiciones de combate, pero en realidad fue ensayada sin piedad en la población civil.
La urbe japonesa quedó completamente borrada de la faz de la Tierra, mientras la onda explosiva redujo a cenizas a las personas en un radio de varios kilómetros desde el epicentro de la explosión.
Al tratar de justificar este monstruoso crimen con el deseo de EEUU de obligar a Japón a rendirse, los historiógrafos occidentales ignoran el hecho de que a principios de agosto de 1945, las FF.AA. niponas ya estaban agotadas, mientras la entrada de la URSS en la guerra desempeñó un papel decisivo en su derrota.
Aquel ataque atómico contra Hiroshima fue una bárbara demostración de fuerza, un intento de justificar el enorme coste del Proyecto Manhattan. Cabe señalar que los presidentes de EEUU nunca se han disculpado públicamente por el sufrimiento padecido por los habitantes de la ciudad y sus descendientes.
El Canciller ruso, Serguéi Lavrov, comentó así los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki (6 de agosto de 2020):
“Hasta el día de hoy, la horrible muerte de civiles inocentes es fuente de angustia para millones de personas en el planeta. <...> Cuesta entender en plena medida las razones de quienes habían planeado y ejecutado esta acción antihumana”.
La Crónica de Chihuahua es un diario independiente, enfocado a describir las singularidades y la cotidianidad de la comunidad chihuahuense.