¿Y los autores intelectuales? ¿Y los móviles?

Por Omar Carreón Abud


¿Y los autores intelectuales? ¿Y los móviles?

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2015, 19:17 pm

No es motivo de orgullo es, simplemente, la verdad, en nuestro trabajo por la construcción de un México más justo, los antorchistas nos hemos vuelto expertos en el conocimiento de cómo se ocultan quienes ordenan y se benefician de crímenes atroces y cómo, desde el poder se tapa su rostro, se esconde su nombre y se cubre su retirada. Hace poco más de dos años que fue secuestrado el sencillo, discreto y trabajador compañero Manuel Serrano Vallejo, papá de la admirable y admirada Maricela Serrano Hernández, antorchista de siempre, con el propósito de aterrarla a ella y a sus compañeros para que abandonaran su lucha en favor de los que menos tienen en el Estado de México y en el país entero. No lo consiguieron. Pero a Don Manuel Serrano lo desaparecieron, simplemente lo reportaron ya muerto y jamás nadie nos ha entregado sus restos. ¿Los culpables? No aparecen. Están presos unos tipos que nadie en su sano juicio acepta que hayan sido los responsables, o bien no acepta que la línea de mando haya llegado sólo hasta un su jefe que al momento de ser aprehendido “se murió de un infarto”.

¿Fueron ahora los asesinos de París los fanáticos del Estado Islámico? O bien, ¿sólo fueron ellos? Llama mucho, muchísimo la atención que desde hace ya tiempo, no de ahora, los militantes del EI que supuestamente tienen un proyecto social de beneficio para su pueblo y su religión –cualquiera que este sea- se exhiban practicando asesinatos a sangre fría que, sin lugar para ninguna duda, no concitan ninguna simpatía ni apoyo en el mundo, sino desprecio y rabia general; hay que considerar que hasta los fanáticos más desquiciados han sido racionales para abonar a su causa ¿No se hizo famosa la propaganda nazi? ¿qué clase de organización social es esa que está empeñada en hacerse odiar por toda la humanidad? ¿O será que, logrados los propósitos de sus protectores y patrocinadores, la reputación del EI no importaría, pues se trataría de un pelele desechable para ser destruido una vez cumplidos los objetivos planeados?

Más de 200 mil hombres sobre las armas que, como todos los hombres, comen, visten y duermen; que, como en todos los ejércitos, necesitan armas, vehículos y abastecimiento y reabastecimiento de parque de todo tipo, necesitan montañas de dinero. ¿Quién lo proporciona? ¿Cómo se mueve en el vigiladísimo sistema financiero mundial? ¿Quién aporta las armas? ¿Quién y cómo las mueve? ¿Los poderosos patrocinadores del EI no son tanto o más culpables que los sicarios a los que se envió a operar en campo?

En plena reunión de los países miembros del G-20 en Turquía, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró en días pasados que “el financiamiento de terroristas proviene de unos 40 países, incluidos algunos del propio G-20”. Y refiriéndose al hecho conocido de que el EI obtiene grandes ganancias de la venta de petróleo robado de pozos de Irak y Siria, Putin dijo: “He mostrado a nuestros colegas imágenes espaciales y tomadas por aviones en las cuales se ve claramente qué volumen tiene el comercio ilegal de petróleo y sus derivados. Columnas de vehículos petroleros extendiéndose en decenas de kilómetros, de manera que a partir de una altura de 4.000 o 5.000 metros desaparecen en el horizonte. Parece un sistema de tuberías de petróleo". “Nuestros colegas”, según expresión del Presidente ruso, ¿no saben dónde se realizan esas ventas? ¿ignoran quiénes son los compradores y a dónde va a parar el energético? ¿no han descubierto como se les pagan a los terroristas miles de millones de dólares? Uta, no cabe duda que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

El Estado Islámico (EI) o Islamic State of Iraq and al-Sham (ISIS), surgió de la destrucción del régimen de Saddam Hussein perpetrada por Estados Unidos en Irak, la ocupación de ese país por parte de las tropas norteamericanas posibilitó la entrada de al-Qaeda (que a la postre engendraría al EI), organización abiertamente terrorista que no existía ahí antes de la intervención de Estados Unidos; luego, en el crecimiento y consolidación del EI, jugó un papel muy importante la campaña norteamericana para derrocar a Bashar al-Assad en Siria, un gobernante que mantenía la paz y cierto progreso en su país, campaña que, en parte, le fue confiada a la brigada al-Nusra, un importante precursor del EI y que, hoy se sabe, entregaba las armas que recibía de Estados Unidos al EI (el propio ministro francés de Exteriores Laurent Fabius declaró en diciembre de 2012, durante la conferencia de los «Amigos de Siria» en Marrakech, que al-Nusra estaba haciendo «un buen trabajo») y, finalmente, hasta ahora, otro papel decisivo en la constitución de lo que ahora es el EI, lo jugó el hecho de que Estados Unidos involucrara a Turquía y a Arabia Saudita en el apoyo de los grupos que generaron al EI en Siria (Arabia Saudita, país de fundamentalistas sunitas, es un socio indispensable de Estados Unidos porque vende cantidades fabulosas de petróleo en dólares, es decir, mantiene vigente su demanda en el comercio mundial, es, pues, viga maestra del patrón dólar). En resumidas cuentas, en el surgimiento y fortalecimiento del EI se encuentran las políticas de destrucción de los regímenes estabilizadores y relativamente progresistas de Irak y Siria y su sustitución por grupos fanáticos bien financiados. Por esa ruta habría que buscar a los autores intelectuales de la matanza de inocentes en París.

¿Y los fines? Saberlo con seguridad es tanto o más difícil que dar con los cerebros de las operaciones, no obstante, aporto algunas ideas para animar otras que sin duda tendrán los avezados lectores. Puede tratarse: 1) de obligar a Europa a cerrar filas con el imperialismo ante el ahondamiento de la crisis que se avecina (ya son muchas las voces especializadas que la consideran inminente); 2) de enfrentar la pobreza y la protesta social que se derivarán de la crisis, reforzando las medidas de represión contra la población (ya Hollande impuso en Francia el estado de excepción que cancela las garantías individuales y nadie se atrevió a protestar porque es “para la protección ciudadana”); y 3) de empujar la firma del Pacto Trasatlántico de Comercio e Inversiones o, en inglés, Trasatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), que es el hermano gemelo y complemento del TPP aderezado para México y otros países y prevenir y combatir la inconformidad social que ya concita su inminente firma en varios países de Europa; ambos tratados son los dos brazos de un movimiento de pinza para preservar a Estados Unidos como potencia dominante mediante una mayor subordinación de sus socios asiáticos y europeos ante la competencia económica y ahora ¿por qué no? política y moral de Rusia y China.