Una toronja, millones de litros de jugo

**Gracias a un novedoso proceso, el aroma que se encuentra en una sola toronja puede conducir a fabricar millones de litros de jugo, y es una sustancia natural que es amigable con el medio ambiente.


Una toronja, millones de litros de jugo

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2015, 14:07 pm

Investigadores del Centro Austríaco de Biotecnología Industrial, situado en Graz, están empleando la biología sintética para producir un compuesto natural de una forma sostenible con el medioambiente. El reto de los biotecnólogos Tamara Weissenegger y Harald Pichler era producir nootkatona, una sustancia empleada como aromatizante en la industria alimentaria, pero también como estimulante o como repelente de insectos. Debido a que esta sustancia sólo se puede encontrar en pequeñas cantidades en las toronjas (unos 100 miligramos por pieza de fruta), su precio supera los 4 mil dólares por kilo.

"Hemos instalado una nueva información genética en la levadura Pichia pastoris, para que nuestros cultivos celulares sean capaces de producir nootkatona a partir del azúcar", dice la investigadora Tamara Weissenegger. El genoma de las células de levadura fue ampliado con cuatro genes derivados de un tipo de berro llamado Arabidopsis thaliana, una planta medicinal egipcia llamada Hyoscyamus muticus, un tipo de ciprés llamado Xanthocyparis nootkatensis y levadura de panadería, Saccharomyces cerevisiae. Gracias a este proceso, el aroma que se encuentra en una sola toronja puede conducir a fabricar millones de litros de jugo.

De 4.000 euros a 1

Por tanto, los creadores de esta nueva levadura han logrado crear un compuesto de sabor natural que vale más de 4.000 euros por kilo a partir de azúcar, que cuesta menos de un 1 el kilo.

Pero más allá del jugo, la nootkatona ha demostrado ser un repelente eficaz contra garrapatas, mosquitos o chinches, y en el campo médico, la sustancia ha demostrado actividad contra algunas líneas celulares de cáncer. Anteriormente, existía otra variante biotecnológica para producir este compuesto, empleando valenceno (extraído de la piel de los cítricos) expuesto a una síntesis química, pero era más caro y menos respetuoso con el medioambiente. "Con nuestro método, un terpenoide importante y costoso como la nootkatona puede ser producido industrialmente de forma ecológica, económica y ahorrando cantidad de recursos", dijo Pitcher.

La biología sintética ya ha demostrado muchas veces su potencial, como demuestra el caso de la artemisinina empleada en el tratamiento contra la malaria. Al principio, sólo podía encontrarse en pequeñas cantidades en el ajenjo dulce (Artemisia annua), hasta que el investigador estadounidense Jay Keasling fue capaz de crear una ruta de producción del compuesto con bacterias, logrando el ingrediente activo sintético a un coste muy bajo.