Tultepec y su explosiva industria de 300 millones de pesos

**En el municipio existen 178 talleres registrados para la elaboración de productos pirotécnicos. Esta industria ocupa a casi 40,000 personas.


Tultepec y su explosiva industria de 300 millones de pesos

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2018, 12:46 pm

El fuego como espectáculo es una las tradiciones más polémicas que continúan en nuestro país desde la época colonial.

Un botón de muestra: con una población de 130,000 personas, el municipio de Tultepec hospeda una peligrosa industria de 300 millones de pesos: la pirotecnia.

Esta actividad, definida como la fabricación y utilización de materiales explosivos o fuegos artificiales, esta rodeada por la tragedia. El pasado 5 de julio, al menos 24 personas murieron —incluidos rescatistas y bomberos— y 49 más resultaron heridas después de una serie de explosiones ocurridas en un taller clandestino en el municipio.

Ha habido otros accidentes aún más violentos, como el que ocurrió el 20 de diciembre de 2016, en el mercado de San Pablito, el más seguro de América Latina, según el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia. 300 toneladas de explosivos mataron a 33 personas y dejaron más de 60 heridos.

“Sabemos que la pirotecnia es una actividad de alto riesgo, pero también su función es dar alegría y espectáculo”, comenta en entrevista Juventino Luna, director de fomento artesanal y promoción de la pirotecnica de Tultepec.

El fuego artificial en México

Los fuegos artificiales llegaron desde Europa a través de los conquistadores del siglo XVI, con la pólvora como ingrediente principal. Los habitantes de Mesoamérica usaban el fuego con fines ceremoniales, pero se volvieron populares como espectáculo hasta el siglo XIX.

Este material comenzó a producirse en Tultepec durante la época colonial, pues era abundante en salitre, materia prima para los químicos que componen la pólvora, detalla el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia.

América Latina es la segunda mayor región productora de fuegos artificiales, mayoritariamente para uso doméstico, con productos como petardos hasta estructuras como los denominados castillos y toritos.

Esta forma de artesanía y legado de antepasados entrega ganancias como cualquiera de alto riesgo, por eso la gente continúa trabajando en ella, a pesar de los accidentes. “Es lo que sabe hacer”, explica el funcionario.

“30% de la población se beneficia de esta actividad”, detalla Luna.

El funcionario argumenta que hay fabricación y comercialización es legal. En la zona existen 178 talleres registrados de elaboración de productos pirotécnicos. También hay 286 locales de venta, pero tras el accidente en diciembre de 2016, los permisos fueron suspendidos.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) Sedena puso una suspensión de permisos hasta que no se aclaren los hechos y se reconstruyan los locales del mercado.