Tres mexicanos entre las víctimas de la masacre de Orlando

**El presidente Peña Nieto confirma también la nacionalidad de un herido en el atentado contra un bar gay en EEUU.


Tres mexicanos entre las víctimas de la masacre de Orlando

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2016, 14:45 pm

Tras el dolor y la incertidumbre, poco a poco se van conociendo más detalles sobre el peor atentado en EE UU desde el 11-S. El ataque homofobo de un fanático islamista de nacionalidad estadounidense a una discoteca gay en Orlando acabó la madrugada del domingo con la vida de 50 personas y decenas de heridos. Las primeras pesquisas apuntaban a que la mayoría de las víctimas podrían ser de origen latinoamericano, tal y como confirmó este lunes la lista publicada por el Ayuntamiento de la ciudad. El presidente mexicano Enrique Peña Nieto confirmó además este mediodía que tres de los fallecidos eran mexicanos.

De momento, no se ha revelado el nombre ni la edad de las víctimas. Entre las decenas de heridos también se encuentra otro ciudadano mexicano, que está hospitalizado pero fuera de peligro, según un comunicado de la Cancillería mexicana. En un mensaje de Twitter, el mandatario mexicano expresó “su solidaridad con las familias afectadas y pueblo estadounidense" y anunció que continuarán trabajando con el consulado para facilitar la ayuda a las familias de las víctimas.

Omar Mateen, de 29 años, entró de madrugada en el club Pulse, donde una fiesta celebraba la onomástica del día del orgullo gay, armado con una rifle de asalto, una pistola y mucha munición. Abrió fuego matando a 50 personas e hiriendo decenas más. Mateen murió tras un enfrentamiento con la policía el domingo por la madrugada.

La mayoría de asistentes a la fiesta eran de Puerto Rico, que tiene una extensa colonia en la ciudad del Estado de Florida. Gran parte de las víctimas son de origen latino, como se desprende de la lista que ha publicado este lunes el Ayuntamiento de la ciudad.

El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) asumió la autoría del ataque, pero las autoridades estadounidenses señalan que no hay pruebas que respalden una conexión directa entre el grupo y el ataque. El presidente Barack Obama calificó la masacre como un “acto de terrorismo y odio”.