Tembló a 14 kilómetros de la ciudad de Chihuahua: un sismo de 3.9°

**El fenómeno telúrico sucedió a 14 kilómetros al Oeste -en línea recta al Distribuidor Vial Zootecnia-, en terrenos de la Sierra Azul, inmediaciones del Ejido Chuvíscar.


Tembló a 14 kilómetros de la ciudad de Chihuahua: un sismo de 3.9°

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2017, 21:37 pm

Chihuahua, Chih.- De nuevo tembló en el municipio de Chihuahua, a escasos 14 kilómetros al Oeste de la salida a Cuauhtémoc, esta vez se trató de un sismo de magnitud de 3.9 grados Richter, un movimiento considerado como leve.

La liberación de energía y movimiento en el epicentro sucedió a las 22 horas con 27 minutos y ocho segundos (hora del Centro) de ayer, lunes 17 de julio, pero el fenómeno fue dado de alta hasta la noche del martes por el Servicio Sismológico Nacional.

Hasta los 3.9 grados se consideran temblores leves; entre 4 y 4.9 grados, son de magnitud media, y pasados de los 5 grados se tipifican como fuertes. Este sismo registrado ayer fue, por lo tanto, leve, aunque en el límite de mediano.

DOS ANTERIORES

Dos sismos anteriores fueron registrados por el Servicio Sismológico en el municipio de Chihuahua: uno tembién de 3.9 grados Richter, se sintió aquí el pasado día 8 de junio a las 16:51 horas con 15 segundos. Ese sucedió en un punto situado a 105 kilómetros al Norte de la ciudad de Chihuahua.

El movimiento telúrico antepasado, brotó a 15 kilómetros al Este de la carretera Panamericana, a la altura de la Laguna de Encinillas.

CHIHUAHUA ¿ES ZONA SÍSMICA O NO?

La materia de Geografía regional aquí en las primarias y secundarias, siempre enseñó que en Chihuahua no temblaba, y esto parecía algo probado con el hecho de que los terremotos fueron siempre insignificantes, tanto en número como en intensidad. Una cosa rara, pues.

Al respecto, el ya fallecido Doctor en Geología Carlos García Gutiérrez, quien fue un experto conocedor de la orografía de la región, al serle consultado el tema, explicó que el río Bravo es un parteaguas, porque marca la división y el punto de “choque” entre lo que fueron en el pasado, dos placas tectónicas continentales.

De este lado, la geografía es muy diferente a la del otro lado del río, porque aquí la corteza de la tierra formó grandes pliegues que dieron origen a las montañas. Aquí se produjo un vulcanismo tremendo y el tectonismo (son los movimientos de las placas de la tierra), que exprimieron todo el petróleo que pudo haber habido en otras eras geológicas. Y de paso, esa es la explicación de que en Texas, a pocos kilómetros del Bravo, existan pozos petroleros, mientras que de este lado del río no hay ni gota de hidrocarburos.

La diferencia entre las dos distintas orografías de un lado y otro del Bravo, se dio desde hace 150 millones de años -un breve lapso en tiempo geológico-, y no es casualidad que el río fluya precisamente por aquí, porque es una depresión que marca una frontera geográfica y es el camino natural que tenían que seguir los escurrimientos de agua de uno y otro lado.

La placa tectónica de este lado, se llama (o se llamó, porque ya no existe) Placa Farallón, y de ella sólo quedan dos fragmentos: uno es la conocida Placa de Cocos, tan famosa porque se menciona cada vez que hay sismos en la Ciudad de México, y que se extiende desde abajo de Oaxaca hasta Guerrero, Michoacán y Colima. Los movimientos colosales que provoca esta placa, son los que dan origen al cinturón volcánico del Istmo de Tehuantepec y el centro y sur del país. El otro fragmento remanente de la placa Farallón, está en la región norte de los Estados Unidos y se llama Placa de San Juan de Fuca por el lado de la costa oeste, donde dio origen al monte Santa Elena y a la cadena de montes volcánicos que se conocen por el nombre genérico de “Las Cascadias”, denominación que se da también a la región de Cascadia, en California, Oregon y Washington.