Telebachillerato “Lázaro Cárdenas” entregó ya su 30ª generación a Chihuahua

**A partir de su fundación en el verano de 1983, muchos han sido los frutos de este proyecto educativo que busca que los hijos de obreros y campesinos ejerzan su derecho a prepararse académicamente.

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2014, 10:42 am

Chihuahua, Chih.- “Cuarenta años de lucha contra la pobreza en México”, fue el nombre que escogieron para su generación, los alumnos recién egresados del Telebachillerato “General Lázaro Cárdenas del Río” Número 8652.

Y el nombre no lo escogieron al azar, ni se los impuso nadie: se trata de un homenaje que rindieron estos muchachos, agradecidos por el apoyo que ha recibido su escuela, no sólo en más aulas e infraestructura, sino porque, al menos en el lapso de esta generación estudiantil 2011-2014, la organización social Movimiento Antorchista, evitó que el plantel fuera transformado en una “prepa abierta” sin clases, sin profesores, sin nada…

Laura Gallegos Cataño, la alumna que habló en representación de los 22 egresados, así lo expresó: “Le damos gracias al Movimiento Antorchista, a la FNERRR por haber apoyado a nuestra escuela todo el tiempo, y sabemos que sin su esfuerzo, como el de nosotros, nunca hubiéramos podido obtener las plaza cívica ni los dos nuevos salones que se nos construyeron”.

Pero los discursos se intercalaron, durante la ceremonia, con las presentaciones artísticas con las que los propios alumnos deleitaron a sus invitados: la Danza de los Diablos, del estado de Oaxaca; la poesía “Tlacaélel”, y la clásica comedia teatral “Se vende una mula”, de Emilio Carballido.

El padrino de la generación fue el ingeniero Antonio Escamilla Meza, quien hizo notar que, gracias a la lucha de los estudiantes agrupados en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (la FNERRR), de los padres de familia y de los profesores, apoyados siempre por el Movimiento Antorchista, se pudieron lograr los siguientes beneficios en el plantel durante esta generación: la construcción de la plaza cívica, los andadores, bebederos, dos aulas más, entre otras mejorías. Pero lo más importante que se puede destacar, aseguró, fue el rescate que se logró de la modalidad de telebachillerato.

Esta modalidad, explicó el también dirigente estatal del Movimiento Antorchista, se pudo conservar con la lucha organizada, en medio del desastre que significó la desaparición de todo ese subsistema educativo, y que significó que, con excepción de este plantel y del de la colonia Campesina de Ciudad Delicias, todos los demás telebachilleratos del estado fueron convertidos por el gobierno del estado en prepas abiertas. La escuela transitó al subsistema de Preparatoria Abierta y Telebachillerato, lo que permitió, gracias a la lucha organizada, que fueran basificados los maestros y reconocida su antigüedad, y se hizo posible que la escuela pueda contar con inversiones federal y estatal para obras de infraestructura educativa. Recordó a los egresados que tienen que ser agradecidos con sus padres por los sacrificios que hicieron en su educación, así como con la gente que les brindó su apoyo de forma desinteresada en la lucha conjunta que colonos, campesinos y estudiantes han llevado a cabo para superar sus condiciones de estudio. “Nuestro país necesita gente que se proponga y que ponga manos a la obra en la máxima tarea de erradicar la pobreza. Porque México merece convertirse en un país más justo”. Antonio Escamilla se comprometió, a nombre de Antorcha, a seguir respaldando a la escuela.
Presentes en la mesa del presídium, estuvieron también, además del padrino y del director del plantel, el profesor Faustino Hernández Santiago, la Lic. Josefina Hernández García, directora general de Preparatorias Abiertas y Telebachilleratos; la Lic. Ana Gabriela Flores Rentería, coordinadora estatal del subsistema de Telebachilleratos, y la profesora Judith Sosa Márquez, inspectora de Zona de la Región Chihuahua, quien dio el mensaje oficial de la clausura de cursos.

La aportación de este bachillerato a la Patria hasta ahora, han sido 30 generaciones a partir de su fundación en el verano de 1983. Éstos han sido los frutos de un proyecto educativo diferente y revolucionario en Chihuahua, que busca que los hijos de obreros y campesinos ejerzan su derecho a prepararse académicamente y a tener una formación científica y humanista.