Tecámac: entre la pobreza y la escasez de agua

**El caso del municipio de Tecámac, no es diferente al de los municipios aledaños, como Ecatepec y Texcoco. Por tanto, la ciudadanía en general debería de apoyar a los comités municipales de la defensa del agua.


Tecámac: entre la pobreza y la escasez de agua

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2017, 21:00 pm

Por Ricardo Alberto Calleja

En la zona metropolitana del Valle de México, la región más conurbada de todo el país, donde se concentra más del 70 por ciento de la población del Estado de México, la escasez de agua es cada vez mayor, día tras día el problema se agrava por la carencia del vital líquido.

En Tecámac, uno de los municipios mexiquenses que más habitantes concentra, con más de 364 mil 579 habitantes, de acuerdo a datos emitidos por el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). El organismo declara que 126, 945 individuos (30.4% del total de la población) se encuentran en pobreza, de los cuales 110,296 (26.4% del total de la población) viven en pobreza moderada y alrededor de 16,648 (4% del total de la población) viven diariamente en pobreza extrema. Los datos son alarmantes, pues cabe destacar que en la demarcación mexiquense se presenta un rezago educativo que afecta al 13.8% de los habitantes, lo que significa que 57, 597 jóvenes presentan esta carencia.

Continúa la desgracia. En el mismo informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social encontramos que 159, 298 (38.1%) personas no tienen acceso a servicios de salud, un derecho constitucional que no es respetado por las autoridades. En materia de seguridad, el panorama no es diferente, pues el 50.7 % de la población, es decir, 211, 785 personas sufren algún tipo de violencia, los ciudadanos diariamente levantan denuncias por delitos como violaciones, robo de vehículos y asaltos, sin embargo, la impartición de justicia es nula.

Además, a lo anterior se suma que los ciudadanos de la demarcación mexiquense, son testigos de la inauguración de la refresquera mexicana Peñafiel. La nueva planta industrial que costó mil millones de pesos. Y la que tan solo para elaborar un litro de refresco necesitará dos litros de agua; en total, se deberán usar anualmente, 777, 600 metros cúbicos del vital líquido.

Sin embargo, de acuerdo al documento publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de septiembre de 2016, la planta se encuentra en una zona vedada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) por la sobreexplotación del manto acuífero interestatal Cuautitlán – Pachuca, pero, aun así, Peñafiel obtuvo los permisos para poder operar, hasta la fecha tiene en alerta al Sistema de Agua Potable de Tecámac (SAPTEMAC), organismo ciudadano creado en 1951 por la desaparición de la laguna de Xaltocan.

En el artículo 2 de la Constitución, en el cual dice: “La Nación Mexicana es única e indivisible”, se reconoce y se hace énfasis en el acceso preferente a los recursos naturales por parte de los pueblos originarios o indígenas, así como determinar su uso. En este contexto, en el año 2016, dirigentes del SAPTEMAC, fueron víctimas de hostigamiento por defender el agua para los miles de familias de la demarcación. Ahora, la población local les ha brindado su apoyo, con el objetivo de defender jurídicamente el recurso natural.

El caso del municipio de Tecámac, no es diferente al de los municipios aledaños, como Ecatepec y Texcoco. Por tanto, la ciudadanía en general debería de apoyar a los comités municipales de la defensa del agua, un recurso importante para el desarrollo de la vida.

Ante esta situación, el Movimiento Antorchista plantea que las políticas de gobierno vayan encaminadas para el beneficio de la población y no para afectarlas, como es el caso con la construcción de la refresquera de Peñafiel, que viene a sumarse a la pobreza que día a día padecen los ciudadanos.

En Antorcha proponemos que haya empleos de calidad para todo aquél que tenga la disposición de trabajar, pero al mismo tiempo que se planifique la explotación de los recursos naturales; exigimos también un salario que responda a la cantidad de horas que trabaja el obrero mexicano, queremos un salario bien remunerado. Proponemos asimismo, una reorientación del gasto social, que se enfoque a la construcción de infraestructura que realmente beneficie al pueblo mexicano: mejores escuelas, centros médicos, espacios deportivos, centros culturales, es decir, obras que tengan un impacto positivo en las comunidades, además, pedimos también, una política fiscal equitativa, donde paguen más impuestos los que ganan más y menos, los que perciben menos ingresos.

Nuestro planteamiento es claro, debemos cambiar el modelo económico que solo beneficia a la iniciativa privada, a los grandes millonarios, por un modelo que responda a las necesidades de todos los mexicanos.