Suspende Antorcha Encuentro de Folclor; se solidariza con los mexicanos afectados por sismos

** El pueblo mexicano siempre ha sido solidario ante las adversidades; Él es el héroe y el que produce la riqueza.


Suspende Antorcha Encuentro de Folclor; se solidariza con los mexicanos afectados por sismos

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2017, 21:45 pm

Ciudad de México.- El Movimiento Antorchista Nacional suspende el III Encuentro Internacional de Folclor que se realizaría el próximo sábado 23 de septiembre en la ciudad de Oaxaca y se solidariza con los mexicanos afectados por al sismo ocurrido ayer y el de la semana anterior.

Homero Aguirre Enriquez, vocero nacional, señaló que el antorchismo muestra su solidaridad con las familias de las víctimas que lamentablemente perdieron la vida y que hasta el momento suman más de 200 en Morelos, Puebla, Estado de México y la Ciudad de México.

El antorchismo programó desde hace un año el encuentro cultural, ya que como es sabido, también trabaja en la cultura y el deporte; por lo que cada año se realiza el Encuentro Cultural, en la que participarían diversos estados con bailables de varios países y que el día de ayer se anunció en todo el país.

Sin embargo, ante las circunstancias adversas y las afectaciones sufridas en diversas partes del país, la organización social decidió cancelar el evento y concentrarse en los esfuerzos colectivos de ayuda y solidaridad indispensables en estos momentos de emergencia.

Como parte integrante del pueblo mexicano, Antorcha se solidariza con las víctimas; hoy como siempre, el pueblo mexicano se muestra solidario y unido, y tendrá la fuerza para salir adelante de las adversidades más dolorosas y difíciles, tanto las que se producen por fenómenos naturales como las que se derivan de la pobreza y marginación en la que vive actualmente.

Por su parte Omar Carreón Abud, integrante del Comité Ejecutivo antorchista y dirigente en Michoacán, recordó que el pueblo siempre ha sido el héroe, siempre el que produce, construye, lleva el agua y da de comer. Sólo que en los días ordinarios está oculto, silencioso, anónimo, desdeñado en las fábricas, en los talleres, en la parcelas, en las bodegas, en las cocinas, en las cabinas de los transportes o vendiendo arrinconado en las banquetas.

“Nada cambia que ahora su labor colosal irrumpa, salga a la calle y haga presencia en multitudes abarcándolo todo, en nuevas y duras circunstancias, torne a ocuparse del consuelo, del cobijo, del agua, del alimento, de la vida, de todo. Eso lo ha hecho siempre”.