Subió la pobreza extrema en Chihuahua y ni a quién le importe: la grilla es la grilla

**Ese es el problema que tiene Chihuahua y el país: que no tiene clase política. Si la tuviera, estarían ocupados pensando, analizando y generando opinión sobre temas que en verdad son de interés público.

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 13:48 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

La clase política de Chihuahua estuvo muy atenta a la ceremonia priista celebrada el sábado pasado, tanto, que ni volteó a ver los resultados del informe Coneval que ponen a Chihuahua como el estado donde más creció la pobreza extrema.

Ni cuenta se dieron y seguramente no se ocuparán del tema sino hasta que algún reportero o reportera les pregunte su opinión y respondan que, o no conocen el estudio o bien está equivocado, como suelen hacerlo.

Mejor la revista Forbes, especializada en temas de economía política, se ocupó del tema y destacó que Chihuahua fue el estado dónde creció más el número de personas en pobreza extrema en el período 2012-2014: nada más un 47%. Aquí, ni los secretarios de Fomento Social o Educación y mucho menos los diputados que presiden las comisiones relacionadas con esas funciones han dado una explicación certera de por qué aumentó tanto la pobreza extrema. Y si la dan, a ningún político le tiene con pendiente.

La ignorancia de la clase política acerca de los temas que deberían ocuparnos a todos es supina, en verdad. Para el reportero o reportera resulta un verdadero calvario acercase a algún miembro de la actual Legislatura local a preguntarle su opinión sobre los resultados de la más reciente encuesta de percepción de inseguridad aplicada por el INEGI, sólo por mencionar un ejemplo. Más que pregunta, aquello termina por ser una explicación, porque el requerido no está enterado de nada.

Peor aun cuando se les requiere para que hablen sobre el decreto publicado este día en el Diario Oficial de la Federación. “No me lo han mandado”, responden algunos/as, como si el DOF se enviara por suscripción. Si al menos lo abrieran en su portal web y le dieran una ojeada a vuelo de pájaro para saber cómo amaneció el día oficial del Estado Mexicano, pero ni eso.

La reflexión anterior viene al caso porque el fin de semana se dejó venir una verdadera avalancha de “columnazos”, comentarios, mesas “cuadradas” en las cafeterías de moda y reenvío de notas a través de redes sociales para destacar la posición que tuvo el gobernador César Duarte en las filas donde se acomodaron los asistentes al acto “Unidad para la Transformación”.

Muy ocupados en descifrar si el gobernador se va al gabinete del presidente Peña Nieto o a dirigir los destinos del PRI nacional, como si en ello nos fuera la vida. Muy contentos los detractores del gobernador porque no lo ubicaron en el primer plano de la foto o porque estaba a siete sillas de distancia del presidente.

En vez de ver dónde se sentó o si el presidente le dio la mano, le vendría mejor a los opositores a su administración el llamarlo a cuentas y preguntarle por qué la población de Chihuahua tiene rezago educativo si la mayor partida presupuestal se la lleva el eje que incluye la educación y la formación para la vida. Pero para hacer eso tendrían que haber leído el informe Coneval y de seguro no lo hicieron.

Ese es el problema que tiene Chihuahua y tal vez el país: que no tiene clase política. Si la tuviera, estarían ocupados pensando, analizando y generando opinión sobre temas que en verdad son de interés público, como el rezago notorio que tuvo el estado en las mediciones de reducción de pobreza, pero la grilla es la grilla y ésta no descansa. Más bien son“clase grilleril”.