Sólo miseria dejó el 2017 a la clase trabajadora

**El gobierno reconoce que hay cerca de 57 millones de pobres, de una población cercana a los 128 millones de mexicanos; pero investigadores que no son del gobierno consideran que más de 100 millones vivimos en pobreza.


Sólo miseria dejó el 2017 a la clase trabajadora

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2017, 17:21 pm

Por Pablo Soriano

El año 2017 fue de esos años que uno quisiera olvidar pronto, por las graves consecuencias que trajo para la clase trabajadora. Nos afecta la injusta distribución de la riqueza continúa, pero a eso se agregan los constantes incrementos de precios a todos los productos básicos. El gobierno reconoce que hay cerca de 57 millones de pobres, de una población cercana a los 128 millones de mexicanos; pero investigadores que no son del gobierno consideran que más de 100 millones vivimos en pobreza.

Para darnos una idea más cabal de esta desigualdad, podemos decir que mientras los más pobres apenas ganan un salario mínimo, los que mejor ganan se llevan más de 20 salarios mínimos, que traducidos en dinero, significa que mientras un trabajador pobre apenas recibe 2400 pesos de salario al mes, un trabajador de la clase media alta recibe 48000 pesos. Y ni hablar de las millonadas que se llevan los dueños de los medios de producción. Además, miles de millones de pesos se llevan los políticos y funcionarios de alto nivel.

Pero esa gente que gana mucho no produce. Son los obreros quienes producen todo tipo de mercancías, a donde miremos, encontraremos objetos, obras y servicios producidos por las manos de los trabajadores; y casi todos los alimentos son producidos por los campesinos. Pero obreros y campesinos son quienes menos disfrutan de estos bienes, porque no tienen dinero para comprarlos. Así de disparejo está el país.

Esta situación ha llevado a la mayoría de los trabajadores a sobrevivir en medio de enormes carencias, lo que se traduce en mala alimentación que propicia el desarrollo de diversas enfermedades y graves problemas familiares, cuyas consecuencias son el alcoholismo, la drogadicción y la violencia en todas sus formas.

¿HAY SOLUCIÓN A ESTOS GRAVES PROBLEMAS?

Claro que existen soluciones. La riqueza se puede repartir mejor, pero la condición es que la clase trabajadora tome el poder político de la nación. Aunque no se vea a simple vista, lo cierto es que la clase rica es la que mantiene el control político en todos los estados y municipios del país. Son los industriales, los banqueros, los dueños de los grandes centros comerciales, los dueños de la televisión, radio y prensa en general, todos ellos son la clase poderosa, ellos deciden quiénes deben gobernar. Por eso los gobernantes no ayudan al pueblo, sino a los ricos, sus verdaderos patrones.

La solución es que los trabajadores se organicen y se fijen la meta de llevar a la presidencia de la república, a los gobiernos estatales y municipales, a sus verdaderos dirigentes, gente que surja de las luchas del mismo pueblo.

La lucha del Movimiento Antorchista es por la educación política del pueblo. Se trata de que la clase trabajadora comprenda que la única alternativa para vivir mejor es que lleve al poder a sus propios dirigentes. Hasta ahora, al pueblo se le ha engañado para que vote por los vivales y demagogos que cada tres o cada seis años se presentan como sus salvadores.

El año 2018 será de mucha efervescencia política. Una vez más veremos a los falsos mesías salir a pueblos y colonias, con las promesas de siempre, abrazando y besando a niños y abuelas, entregando despensas y todo tipo de chácharas para aparentar que son gente buena. Ya sabemos que estando en el gobierno, aplican eso de que “si te vi, ni me acuerdo”.

Los antorchistas esperamos que en el 2018 más pueblo se sume a nuestras filas. Esperamos que la parte del pueblo que conoce nuestra lucha se convenza de que Antorcha es su organización y se decida a organizarse con nosotros para seguir creciendo a fin de alcanzar muy pronto nuestro propósito fundamental: llevar a un antorchista, a un líder del pueblo a la presidencia de la república.

¡Es nuestro mejor deseo para el año nuevo!