Se fue Wrangler de Chihuahua, 2 mil empleos menos y una catástrofe para tres municipios

**Las plantas que cerraron fueron la de Saucillo, con 600 obreros, la de Jiménez, 600 también y la de Delicias, con casi 800, que hicieron un total de 2 mil empleos perdidos de la noche a la mañana.


Se fue Wrangler de Chihuahua, 2 mil empleos menos y una catástrofe para tres municipios

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2019, 14:12 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- El pasado 12 de julio, un miércoles, cerraron de manera simultánea, a la misma hora, las tres plantas industriales de la empresa Wrangler, productora de prendas de mezclilla, principalmente pantalones, porque los propietarios de ésta, considerada como la segunda marca más conocida después de la también transnacional Levi’s, decidieron ejercer su libre albedrío dentro del también libre mercado, en vista de que sus perspectivas de producción mejorarían al mudarse a Nicaragua.

Las plantas que cerraron fueron la de Saucillo, con 600 obreros, la de Jiménez, 600 también y la de Delicias, con casi 800, que hicieron un total de 2 mil empleos perdidos de la noche a la mañana. Estas tres fueron sólo el corolario de un proceso que inició en el año 2017, con el previo cierre de la cuarta maquiladora de esta misma corporación que se situaba en Ciudad Aldama, en la zona metropolitana de Chihuahua capital, y que dejó en su tiempo sin trabajo a 300 operadores.

Cuando cerró Aldama, sus funciones de cosido se repartieron entre Jiménez y Saucillo, en tanto que en la planta de Ciudad Delicias se realizaba el corte inicial. Era un ciclo de tres plantas: Delicias cortaba el pantalón (cintura, tiro, línea de cadera, línea de tiro, entrepierna, línea de rodilla, línea de planchado y bajo o bota), que se enviaba así formado a Jiménez y a Saucillo para que lo pegaran e hicieran los bolsillos, el zíper y las costuras; el resto: las trabillas o cinturón, y el acabado de las costuras, más el ribeteado y los remaches lo hacían en Delicias, en el regreso del pantalón, que quedaba así listo para su envío al extranjero.

COMO RAYO EN CIELO DESPEJADO

“Estábamos a gusto trabajando como siempre, sin que nada nos perturbara, cuando de repente empezaron los rumores: que iban a cerrar la planta, que se la iban a llevar a Nicaragua, que nos iban a correr a todos”. Rita Monárrez llevaba 9 años ininterrumpidos siendo empleada de Wrangler, y Elena Gómez tenía ya 12 años laborando también en la planta de Jiménez, donde los empleados trataron siempre de conservar su trabajo a toda costa, porque aquí los salarios, si bien han sido siempre insuficientes para proveer a una familia promedio de 4 miembros, representaban $6,000.00 al mes.

Hay que considerar que el promedio de lo que gana un trabajador de maquiladora en el estado, es $5,048.00 al mes, de acuerdo a una estimación hecha a partir de 220 fuentes entrevistadas directamente de las empresas, de usuarios y empleos en la empresa consultora Indeed en los últimos 36 meses. La última actualización se hizo apenas el 14 de junio de 2019.

El impacto negativo en la economía del municipio de Jiménez fue, en primer lugar, la repentina falta de los 900 mil pesos que pagaba la empresa cada semana a sus obreros, a razón de $1,500.00 por semana, menos el consumo de la propia planta maquiladora en

cuestión de productos varios que compraba en el mercado local, menos el impuesto predial, el gasto de agua, de electricidad. Y esto se va a ir repitiendo cada semana, como un hueco que nadie sabe cuándo se va a llenar.

“Aquí cosíamos pantalones de mezclilla, hasta que hace unos 15 días nos empezaron a dividir el trabajo de manera muy rara, lo que debimos haber tomado como un presagio”, dijo doña Elena Gómez. “Nos dijeron que iban a darnos zapatos, chamarras, y nos cambiaban de productos, nos trajeron otra marca, Kontur, todo muy raro”.

¿Y AHORA, QUÉ VAMOS A COMER?

Una verdadera catástrofe para esta cabecera municipal, una ciudad de 43 mil habitantes, y para el municipio, que totaliza unos 50 mil. De un tajo, el cierre de la maquiladora Wrangler representó una disminución de 600 empleos, casi una quinta parte de los existentes para el sector industrial de Jiménez, que hasta hace una semana contaba con 2,800 trabajadores ocupados en el sector secundario.

“¿Y ahora, de qué vamos a vivir? Aquí no hay trabajo, el comercio está lleno de empleados, las otras dos maquiladoras: la MSI y la Leviton, tienen muchos menos empleados, y ganan en promedio solamente como 900 pesos a la semana. En la temporada de cosecha de la nuez, pues ya hay jornaleros que tienen su patrón cada año, más los que vienen de fuera… el golpe para muchas familias fue por partida doble, porque había parejas que trabajaban juntas en Wrangler”.

Por su parte, la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Ana Luisa Herrera Laso, en entrevista para Buzos de la noticia, dijo que el proceso de liquidación de los 2 mil trabajadores se realizó de acuerdo a las disposiciones de la ley laboral, en un solo día, a la misma hora el pasado 12 de junio en cada uno de los tres municipios afectados, y aseguró que hubo en cada lugar un actuario de la STPS que corroboró que todo estuviera dentro de lo previsto. Hasta la fecha, dijo, “no hemos tenido noticia de que haya habido inconformidades, y habido el caso, se tratarán en las Juntas competentes”.

De acuerdo a la funcionaria, Wrangler no tuvo ninguna comunicación con las autoridades del estado, ni con esta Secretaría para anunciar el cierre de sus plantas. De hecho, no tenía obligación de hacerlo, como sí la tuvo para con sus propios empleados.