Salario a la baja, y contando: ahí viene más mano de obra barata

**Chihuahua rompió récord con nuevos empleos registrados ante el IMSS, pero nadie debe cantar victoria, pues el promedio de los salarios bajó, también como nunca.


Salario a la baja, y contando: ahí viene más mano de obra barata

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2015, 17:30 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

El estado de Chihuahua puede presumir que ha batido sus marcas en materia de generación de empleos y que, por primera ocasión en su historia, ha superado la “mágica cifra” de los 800 mil trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social, los formales, pues.

Bien por el estado, pero no está como para ponerse a festejar, porque al tiempo que subían sus registros ante el IMSS, también bajaba el salario promedio de los trabajadores.

Cifras oficiales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) del Gobierno Federal indican que el salario promedio de Chihuahua al cierre de septiembre fue de 8,229.9 pesos mensuales o 274.33 diarios, cifra inferior a la que se pagaba en julio de este mismo año, cuando el promedio era de 8,317.5 pesos.

La caída del salario del trabajador formal de Chihuahua ha ido en línea cruzada respecto a la de la creación del empleo: mientras que la primera va en bajada, la segunda sube, pues desde aquel julio pasado, el salario promedio no ha dejado de bajar.

En términos numéricos, la caída en es de 87 pesos que para muchos podría parecer insignificante, pero indica una tendencia a la baja respecto a los ingresos que percibirán los trabajadores chihuahuenses en los próximos meses, sobre todo los del sector manufacturero, donde enfrentarán dentro de poco la competencia laboral de foráneos que serán traídos por promotores de inversiones desde estados del sur de la República.

La anunciada “importación” de trabajadores veracruzanos, zacatecanos u oaxaqueños, de donde se han traído mano de obra en años anteriores, particularmente a Ciudad Juárez, hará que el salario se deprima aún más y con ello también las prestaciones y los estímulos que suele recibir el empleado de la industria maquiladora.

Será por eso, acaso, que la alta generación de empleos no haya alejado el término “crisis” del lenguaje de la mayoría de los trabajadores del estado y que el Gobierno Federal tenga qué emprender una campaña radiofónica para exaltar los logros de las reformas legislativas impulsadas desde la Presidencia de la República.

La marcación telefónica sin costo adicional por el uso de la larga distancia; el relativo abaratamiento de la telefonía móvil o la contención del precio de la gasolina, atribuida artificialmente a la reforma energética, no ha servido para subsanar el bajísimo salario que percibe la mayoría de los mexicanos y de los chihuahuenses.

Tal vez por eso el Gobierno de la República se vio obligado a difundir la frase “ya chole”, porque los asalariados aún no tienen motivos para dejar de quejarse. Su sueldo no alcanza para llevar una vida decorosa, ya no digamos de holgura, y lo peor del caso es que tiende a la baja.

Acaso sea por eso que el Gobierno del Estado se ve obligado a contener los precios de los servicios que debe dar y cuyo costo se eleva cada año, como el suministro del agua, por ejemplo, que lleva cuatro años sin subir un centavo; la emisión de placas metálicas, que se dejará relativamente sin costo alguno o el del transporte público.

Por más justificadas que puedan parecer esos incrementos, el trabajador regular saldrá a quejarse porque no soporta una andanada de incrementos, por mínimos que sean, mientras su ingreso cae de manera constante.

Ahí están las cifras para quien quiera verlas: otra vez generamos muchos empleos, pero mal pagados. Otra vez colmamos las plantas maquiladoras de mano de obra de bajo costo. Una vez más, los gobiernos locales deben hacer maromas para llevarles servicios a esos nuevos habitantes que llegarán para abaratar más el trabajo. Y a todo esto ¿qué fue del llamado del presidente de la República a aumentar el salario? Ni quién se acuerde.