Reforma electoral: el PRI se vacunó contra sí mismo

**Esas reformas suelen revertírsele a quien las aprueba: los priistas fueron minoría en la legislatura 56ª ¡cómo lloraron cuando sus reformas agrandaron la bancada del PAN!


Reforma electoral: el PRI se vacunó contra sí mismo

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 16:43 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Con la reforma constitucional en materia electoral aprobada este lunes, el PRI se vacunó contra sí mismo.

Todas las medidas, los “candados”, las ampliaciones tienen el viso de retener lealtades, votaciones parlamentarias, veredictos y evitar que los descontentos de mañana sean los “Broncos” de pasado mañana.

Ya habíamos comentado en este espacio que el mencionado “candado” para las personas que desearan contender por la vía independiente tenía destinatarios claros y era hacia los propios militantes del PRI que no resulten agraciados por las alturas del poder.

Si no es del PRI, no se ve de dónde pueda salir una figura descollante como para ocupar espacios de simpatía electoral en período tan corto como es el que hay de aquí a diciembre de este año, cuando iniciará formalmente el proceso electoral.

Era para ellos, para los priistas “bronqueados”, el mega-candado de firmas de apoyo de por lo menos el 2 por ciento de las personas anotadas en el Listado Nominal de Electores ¡de cada sección electoral! Son más de 2 mil en el estado ¿quién tiene la estructura para recoger esa cantidad de firmas en menos de tres meses? Ni el PRI mismo. La vacuna entonces era para el o los descontentos que reventarán en ira en cuanto se revelen los nombres de los benditos con alguna candidatura.

Lo mismo pasa con la ampliación a discreción del Congreso del Estado. En realidad, el PRI y sus aliados no aprobaron un aumento en sí mismo de la cantidad de diputados, sino un “guardadito” de tres diputados para darle al PAN a que complete sus puntos de sub-representación, porque los otros 11 que ya están tendrán qué alcanzar para los aliados de siempre: el PANAL, el PVEM, el PRD y hasta el PT con vida artificial. Tal vez no hicieron la cuenta de que MORENA y Encuentro Social podrían tener más votos que cualquiera de los antes mencionados.

La ampliación del Tribunal Estatal Electoral no tiene otro sentido más que asegurar el voto a favor en una disputa cerrada. Contar con sólo tres consejeros era demasiado riesgoso; no vaya ser que una mañana de estas dos de ellos se acuerden que pertenecen a un organismo autónomo y decidan votar en conciencia. Para evitar esos riesgos, nada como meter otros dos asientos al Consejo que, seguramente, serán ocupados por incondicionales, a la manera que se ha hecho con otros organismos e incluso con el Poder Judicial. Nada era más innecesario que ampliar un tribunal que solo juzga elecciones que se celebran cada tres años.

Dejar en dos puntos porcentuales el mínimo de votación para meter a un miembro de la familia Aguilar al Congreso también es una vacuna. No vaya ser que en una de esas el PRI se quede sin aliados de toda la vida (que, por cierto, a lo largo de la Legislatura, resultan votos muy caros) y tengan qué negociar únicamente con el PAN. No hay como asegurar que estén dos o tres votos amigos ahí para ablandar al panismo.

Con las reformas aprobadas este lunes, de esa manera tan burlona, tan desaseada, tan violatoria del acuerdo de consensos que habían firmado hacía apenas unos días, el PRI lo único que demostró es que se tiene miedo a sí mismo. Ya vio que se le fueron más de 40 mil votos en la elección pasada y que seguramente no volverán. Acaso se fueron a MORENA, a Encuentro Social, al Voto Nulo o esperan a un valiente que se lance por la libre. Lo que no tomó en cuenta es que esas reformas suelen revertírsele a quien las aprueba. Pregúntenle a los priistas que fueron minoría en la legislatura 56ª ¡ah cómo lloraron cuando sus reformas agrandaron la bancada del PAN!

P.D. Hablando de candados, ni qué decir del que le pusieron a la reelección: se podrán volver a postular pero sólo por el mismo partido que los llevó al poder. Si eso no es violentar el derecho a votar y ser votado, que reescriban la Constitución.