Rechazamos actos ilegítimos y bastardos contra el Colpechi

**No avalamos, por ilegítima, la "mesa directiva" encabezada por Norma Gómez, cuyo afán es someterse ante el Gobierno del Estado y actores políticos ajenos a la libre organización del gremio periodístico de Chihuahua.


Rechazamos actos ilegítimos y bastardos contra el Colpechi

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2016, 17:12 pm

El Colegio de Periodistas de Chihuahua (Colpechi), aclara ante la comunidad chihuahuense, que el acto de toma de protesta del denominado “Colegio de Periodistas” (Coper) del pasado martes 5 de enero en la sede del Poder Ejecutivo del Estado, NO fue convocado por la Asamblea del Colpechi y por lo tanto no avalamos, por ilegítima, la Mesa Directiva encabezada por Norma Gómez, cuyo afán es legitimarse ante el Gobierno del Estado y actores políticos ajenos a la libre organización del gremio periodístico de Chihuahua.

Como máximo órgano de decisión y de representación, la Asamblea General del Colpechi no permitirá que este grupo atente contra la vida institucional de nuestro organismo colegiado.

Legítimamente, cuestionamos el hecho de que con su presencia, los poderes Ejecutivo y Legislativo estatales avalen a la Mesa Directiva del denominado Coper, orientada por Osbaldo Salvador Ang, un caudillo obsesionado con el poder y que busca pervertir hasta cambiar el sentido social de una organización de periodistas para derivarla en un negocio personal.

Pero no lo logrará. En el Colpechi estamos en contra de los mercenarios del periodismo, esa práctica criticada antes por algunos periodistas que hoy han expresado su apoyo al Coper y a su principal promotor, Osbaldo Salvador Ang.

Rechazamos la probable intromisión de actores ajenos al Colegio de Periodistas de Chihuahua, cuya presencia y protagonismo en la “toma de protesta” del 5 de enero, pone en riesgo la sana distancia que debe prevalecer entre autoridades y el gremio periodístico.

¡Exigimos respeto señores!

Por lo tanto, el Colegio de Periodistas de Chihuahua, Colpechi, rechaza la intención de este grupo minoritario, no representativo, que sólo busca sorprender y confundir a quienes de buena fe, -incluso de mala fe-, atendieron la convocatoria y asistieron al acto ilegal al que fueron invitados el pasado martes.

Afirmamos nuestra convicción en cuanto a que el Colegio de Periodistas de Chihuahua no es una agrupación de partidos políticos y en consecuencia, basados en nuestros principios y ética, no buscamos hacer alianzas en busca de obtener poder político ni candidaturas.

La separación de este grupo de compañeros generó unidad interna en el Colpechi, por la cual apostamos y seguiremos apostando. Aquí nacimos como organización y aquí permaneceremos, en defensa de nuestros derechos y obligaciones de cara a la sociedad chihuahuense.

Nuestro objetivo es la profesionalización del gremio periodístico, reafirmando los valores que acompañan el nacimiento de nuestra organización y que engrandecen nuestro trabajo en la prensa, a través de los medios de información.

Quienes integramos la Asamblea del Colegio de Periodistas (Colpechi) reiteramos que seguiremos honrando los principios que dieron origen a esta organización.

Reafirmamos nuestra independencia de los poderes políticos y refrendamos nuestro compromiso con el ejercicio de un periodismo libre y en favor de las mejores causas sociales a las que nos debemos como informadores.

ANTECEDENTE:

El 13 de enero del 2015, el Colpechi eligió su Mesa Directiva. La planilla encabezada por Osbaldo Salvador Ang perdió con 38 votos contra 44 de su oponente Carlos Coria Rivas. Después de aceptar la derrota y comprometerse públicamente a trabajar por el bien del Colpechi, Osbaldo Salvador emprendió una campaña de agresiones personales contra Carlos Coria Rivas, hasta provocar su renuncia.

Luego de la renuncia de Carlos Coria, en la asamblea extraordinaria del 9 de junio del 2015, Osbaldo Salvador propuso designar un Consejo Provisional, integrado por socios fundadores del Colpechi, propuesta que fue rechazada por la mayoría, por 19 votos contra 12.

A cambio, la asamblea aprobó que la mesa directiva electa de forma democrática el 13 de enero del 2015, concluyera el periodo anual, decisión que fue aceptada –de palabra- por Osbaldo Salvador Ang. Al día siguiente, comenzó a preparar la imposición de su propuesta, pero a espaldas de la Asamblea y sin convocar a quienes la integramos.

Convencido de que aun con el “acarreo”, la mayoría no apoyaba sus propuestas, por considerarla nocivas a los principios del Colpechi, unos días después, el 18 de junio, Osbaldo Salvador dice haber realizado una asamblea, a la cual NUNCA fuimos convocados y a la que, dice, asistieron 12 socios del Colpechi (al menos tres de ellos aseguran no haber estado presentes y que se utilizaron sus nombres y firmas de forma fraudulenta). Ahí, alega que se nombró un Consejo Provisional, quedando al frente Norma Gómez, a la cual removió después y se colocó el mismo Osbaldo Salvador como presidente.

Como mal perdedor, Osbaldo Salvador quiere arrebatar y, violando acuerdos de asamblea, convocó irregularmente a reuniones donde primero se nombró a un Consejo Provisional, proporcionando al notario Sergio Granados, firmas que fueron obtenidas con engaños. Fue así que en su jugada legaloide, se dijo dueño del Colegio de Periodistas de Chihuahua, haciendo sus víctimas a autoridades municipales, estatales y federales, ante quienes hizo trámites sin contar con la aprobación de la Asamblea.

Sin emitir una convocatoria a quienes integramos el Colpechi, Osbaldo Salvador organizó una “elección” el pasado 11 de diciembre, donde sólo votaron sus empleados y amigos (la mayor parte de los cuales, no integran el padrón de socios del Colpechi), llevando apenas a sumar en cantidad, la cuarta parte de quienes votamos en enero del 2015.

EN CONCLUSIÓN:

El Coper se mueve en la ilegitimidad y sus acciones tienen el pleno rechazo de quienes por más de diez años hemos impulsado actividades, pagado cuotas y puesto nuestro granito de arena para engrandecer el trabajo periodístico.

Finalmente, nos reservamos el derecho de actuar legalmente contra las personas que, cegadas por su enfermizo afán de poder y dinero, contravienen la voluntad de la mayoría, se adueñan de lo que no les pertenece y utilizan para sus fines personales once años de vida institucional de la que sólo se benefician en sus derechos, pero sin cumplir jamás con sus obligaciones.