Por cuarta semana consecutiva, exigen apoyo alimentario al Gobierno del Estado

**Aunque en el Palacio de Gobierno nadie salió a atenderlos, los inconformes se comprometieron a regresar cada semana.

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2020, 11:43 am

Chihuahua, Chih.- En formación de cadena humana, con pancartas alusivas, tapabocas y en sana distancia, antorchistas denunciaron ante la opinión pública, que en el Gobierno del Estado no quieren hacer caso de la demanda de que se dote de alimentos a las familias más humildes.

Apostados frente al Palacio de Gobierno, los manifestantes se dirigieron al gobernador Javier Corral Jurado, para que se sensibilice ante las carencias y el sufrimiento de esta gente. “Son alrededor de 16 mil familias, las que representamos en toda la entidad, y que se quedaron en casa y sin trabajo por la pandemia”, señaló Juan Santiago Tolentino, miembro del Comité Estatal del Movimiento Antorchista.

Han venido ya en cuatro ocasiones, “esta es la cuarta semana consecutiva, la semana pasada que nos manifestamos, nos dijeron que ese mismo día, el jueves, nos iban a resolver, pero no nos dieron ninguna respuesta”, señaló Santiago Tolentino. “Pero no importa, aquí estaremos firmes cada semana, hasta que nos hagan caso”.

Se trata de familias de Juárez, de la capital, de Delicias y de Cuauhtémoc, de la Sierra y de Namiquipa, de Carichí, de Guerrero, Jiménez y la región del río Florido, de Parral, de Urique, Guachochi, en fin, de prácticamente todos los confines del estado. Es gente que perdió sus empleos en el comercio, en la maquila y la industria, el ambulantaje, en los aserraderos de Bocoyna, hombres y mujeres que se quedaron “colgados” esperando que cristalizara la promesa de los gobiernos federal y del estado, de que se iba a atender a todos en la pandemia.

Ya no tienen ahorros, si algunos tuvieron. Y ahora están a merced de contagiarse del virus al salir a conseguir las tortillas y los frijoles para los hijos. ¿Quieren despensas semanales, mensuales? –Se le preguntó al representante. “Nosotros planteamos una despensa inicial para arrancar el programa, una buena despensa, que se complementaría con otros programas que benefician a los más necesitados y que ya nos los ofrecieron, pero que nunca se han tomado la molestia de concretarlos”.

Así, pues, los inconformes se marcharon por esta ocasión también con las manos vacías, pero hicieron el compromiso de regresar, “y no por capricho de nadie, que se entienda que estamos actuando en representación de los intereses y de las necesidades de los más humildes y los más golpeados por esta crisis”.