Por censura, queda fuera el programa radiofónico “A los Cuatro Vientos”

**Fue cancelado por orden directa del concesionario de la frecuencia radiofónica, Rommel Arvizu Rashid, porque había puntos de vista que no le gustaban.


Por censura, queda fuera el programa radiofónico “A los Cuatro Vientos”

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2016, 20:01 pm

Ensenada, B.C.- El programa de radio A los Cuatro Vientos que por cuatro años salió al aire en la estación XS 92.9 FM de Ensenada, fue cancelado por orden directa del concesionario del bien público de la nación, licenciado Rommel Arvizu Rashid.

Ello ocurrió el jueves 15 de junio como consecuencia, argumentó Arvizu, de que el productor y conductor del programa, el periodista Javier Cruz Aguirre, coordinador general del grupo A los Cuatro Vientos, leyó información de ciudadanos que convocaron a la población en general a asistir a una manifestación frente a las instalaciones del Consejo Electoral del Distrito XV para denunciar irregularidades que hayan observado en la jornada electoral del 5 de junio.

En realidad se trató del último acto de censura que a lo largo de la relación profesional que el representante legal del Grupo Uzivra, S.A. de C.V., tuvo con el periodista.

El trato entre ellos comenzó el 11 de junio de 2012 con la firma de un contrato de producción y prestación de servicios, y otro documento donde pese a no existir una relación laboral formal entre las partes, Arvizu obligaba la rúbrica de una carta de “renuncia voluntaria” en donde el periodista se comprometió a no tomar “ninguna acción legal en contra de la empresa” ni de él, y daba “mi más sincero agradecimiento por las facilidades y prestaciones brindadas en el desempeño de mi función”.

Lo cierto es que el empresario reiteradamente se negó a renovar el contrato de servicios luego de que terminó su primer periodo de vigencia el 10 de diciembre del mismo año 2012.

Esto dio como resultado que Arvizu violara disposiciones específicas del contrato relativas a la forma en cómo se realizarían las entrevistas dentro del programa de radio.

En el contrato original la empresa se haría responsable de las entrevistas que con carácter “comercial” pactara dentro del horario del programa -de las 7:30 a las 9 horas, de lunes a viernes-, en tanto que el periodista logró exentar de ese acuerdo todas las conversaciones periodísticas de la emisión, que eran completamente gratuitas, dejando en claro que tampoco estaba obligado a vender publicidad para el grupo radiofónico.

Pero Arvizu prohibió al periodista invitar a personas que cubrirían el objetivo informativo y analítico del programa e impuso la norma -no pactada en el contrato- de que sólo él podía autorizar las entrevistas periodísticas, previo pago del personaje a la empresa, hecho del cual Cruz Aguirre era por completo ajeno.

Esto porque ninguno de los personajes y representantes de instituciones y empresas que se presentaron a entrevista en A los Cuatro Vientos, pagó al productor y conductor un solo centavo. Tampoco cobró comisión por las charlas ni la recibió de parte de la empresa porque nunca la insinuó ni la solicitó.

También impuso veto para que integrantes de los colectivos civiles “YoSoy132”, “NiUnPeso Más”, “La Marcha de las Putas”, “Ensenada Ciudadana” y varios más, así como miembros de los partidos Regeneración Nacional (MORENA), de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y de diversas organizaciones no gubernamentales e instituciones del sector público y privado, se presentaran en el programa.

Esta actitud de represión crecía cuando los invitados y colaboradores de A los Cuatro Vientos expresaban puntos de vista diferentes a la ideología filiopriísta y progobiernista de Arvizu, como sucedió en los programas de debate que A los Cuatro Vientos organizaba los días viernes de cada semana, el cual terminó debido a los continuos actos de censura que impuso o solicitaba que se impusieran a los participantes que no eran de su agrado.

La represión ideológica del concesionario incluyó a la periodista Olga Alicia Aragón Castillo, coordinadora Editorial de A los Cuatro Vientos, a la que vetó del programa por comentar información relativa a sucesos del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que junto con el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y diversos funcionarios del Partido Revolucionario Institucional en México, Baja California y Ensenada, eran “intocables” para el periodista.

De hecho, Arvizu constantemente decía a Cruz Aguirre que funcionarios de Gobernación en Baja California y la ciudad de México lo presionaban para suspender el programa por los continuos “ataques” que se expresaban contra altos personajes del gobierno federal y del PRI.

Pese a que Arvizu impuso el veto a Olga Alicia Aragón –en mayo de 2014- y recortó por primera vez el pago al productor del noticiario por la presunta baja de ingresos de la empresa, que por entonces emprendió la obtención de otra estación radiofónica que el gobierno federal le entregó en el valle de San Quintín, próxima a entrar en operación, A los Cuatro Vientos resolvió seguir adelante con la transmisión del programa.

Esto por tratarse de un espacio en donde pese a las prohibiciones y a la actitud misógina del concesionario que se molestaba porque Aragón Castillo debatía públicamente con él siendo mujer, se podía ofrecer al público información y comentarios diferentes a los que otras empresas suelen presentar en su programación.

Al respecto cabe agregar que las limitaciones, fobias y filias en línea editorial de las empresas radiofónicas que operan en Baja California por concesión o permiso del gobierno federal, siempre han restringido en el cuadrante radiofónico la participación de proyectos periodísticos independientes y comprometidos socialmente.

Pero la campaña de desmantelamiento del contenido de programa sufrió una nueva embestida cuando el concesionario unilateralmente decidió cancelar la participación de los investigadores y técnicos del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), que cada miércoles se presentaban en la sección de Ciencia y Tecnología de A los Cuatro Vientos, y que la organización periodística independiente venía desarrollando en otras estaciones de radio de Ensenada tres años antes de la firma del contrato con Grupo Uzivra.

La razón que Arvizu esgrimió para dejar fuera del programa al CICESE fue que la institución dependiente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), se negó a pagar una “iguala” a la empresa radiofónica por el espacio que tenía en A los Cuatro Vientos. Este conflicto afloró públicamente al concluir una sesión del Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada en donde algunos empresarios fueron testigos del reclamo del concesionario al nuevo director general del centro de investigación, Guido Marinone Moschetto.

Otro punto de constante presión y confrontación era la petición de Arvizu, por momentos con lenguaje soez, de “atacar” a políticos de todo tipo que no eran de su agrado ni se subordinaban a sus intereses. El periodista nunca accedió a la orden y cuando criticó la actuación de diversos personajes e instituciones, siempre lo hizo con argumentos objetivos y con base a la veracidad periodística de los hechos.

Finalmente, en el proceso electoral de este año en Baja California, donde Arvizu intentó por enésima ocasión ser postulado por el PRI a un cargo de elección popular, reiteró su decisión de ser el único en decidir qué partido y qué candidato podía entrevistar periodísticamente -es decir, sin fines comerciales- A los Cuatro Vientos.

Previamente solicitó a Cruz Aguirre revivir los programas de debate de los viernes y al recibir la negativa del periodista, decidió unilateralmente reabrir el espacio dentro del horario de A los Cuatro Vientos. Arvizu aceptó que su proyecto político tuviera un nombre diferente –“Diálogo y Contrastes”- y fue él quien eligió a los panelistas.

El periodista no logró que los y las radioescuchas del programa conocieran a los candidatos a munícipes y diputados porque Arvizu exigió ser él quien platicara previamente con ellos y ellas. Solo uno de los aspirantes a cargo de elección popular –Alejandro Arregui- se presentó a entrevista. A los Cuatro Vientos no cobró ni pidió nada por esa conversación periodística.

Concluido el proceso electoral y con los sobresalientes resultados que alcanzó el candidato independiente a munícipe por Ensenada, Omar García Arámbula, el empresario ordenó a Cruz Aguirre “dejar en paz” el proceso postelectoral en donde el ingeniero civil cuestionaba la transparencia y legalidad de la votación.

El 16 de junio, luego de que el periodista leyera la invitación pública de los ciudadanos acudir a un acto de protesta en el XV Distrito, y anunciara que continuaría proporcionando información objetiva de las irregularidades que especialistas encontraron en el proceso electoral en Baja California, Arvizu ordenó la cancelación del programa.

Ante la decisión de Arvizu, A los Cuatro Vientos ahora fortalecerá su presencia en el ciberespacio y a los contenidos de información y análisis que cotidianamente comparte en su plataforma en internet , incluirá, a partir del viernes 17 de junio, audios especiales de los periodistas Aragón Castillo y Cruz Aguirre, así como de sus colaboradores.

A los Cuatro Vientos agradece enormemente a los y las radioescuchas del programa radiofónico su preferencia por nuestra propuesta, así como por su participación diaria con información, comentarios, críticas y sugerencias.

Los invitamos a seguir los cambios que realizaremos en el portal 4vientos.net, mismos que estaremos compartiendo en nuestras páginas en Facebook: Olga Alicia Aragon Castillo y Javier Cruz Aguirre