Pobres familias de las víctimas: los golpea la FGE y los utiliza el PAN

**Si el gobierno se apresuró a dar detalles de la vida íntima de Colmenero con una evidente intención de menguar el apoyo hacia su causa, el PAN también se apuró a agarrar la bandera.


Pobres familias de las víctimas: los golpea la FGE y los utiliza el PAN

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 16:27 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

La carrera política llegó y parece que no se irá del escenario chihuahuense hasta pasadas las elecciones locales del año 2016, y eso quién sabe.

Nada de raro habría que haya competencias por el poder. Por el contrario, deberíamos congratularnos de que existan grupos legal y legítimamente constituidos, como los partidos políticos, donde las personas se organizan para alcanzar el poder a través del voto que emiten las personas que han cumplido la mayoría de edad. Lo que apena es que el toque de arranque para las campañas federales sea la muerte violenta de dos personas.

Después del penoso espectáculo que dio la Fiscalía General del Estado en torno al caso del ex candidato a diputado local, Martín Alonso Colmenero Ledezma y de su Francisco Javier Aguilar Siller, ahora el PAN retoma el asunto y hace justamente lo que se veía venir desde las trincheras del PRI y del gobierno estatal: tomar a ambas víctimas, especialmente la primera, como banderas de campaña.

El asunto tal vez no les alcance para rellenar urnas o para alcanzar los pocos votos que les faltan en tal o cual casilla para ganarla, peros í para echar en cara al Gobierno del Estado tres detalles que le cuestan capital político a cualquiera: el repunte de la actividad delictiva; la impunidad en torno a los homicidios -muchos cometidos, pocos aclarados- y la violación a los procedimientos judiciales con tal de degradar al adversario electoral.

Si el Gobierno-PRI se apresuró a dar detalles de la vida íntima de Colmenero con una evidente intención de menguar el apoyo hacia su causa o el repudio hacia el hecho delictivo, el PAN también se apuró a agarrar la bandera y, por lo pronto, organizar, así haya sido de manera trompicada, de bote-pronto, una marcha para protestar ya no por el hecho que les costó la vida al ex candidato y a su acompañante, sino por lo que han llamado “campaña de desprestigio” en contra de éstos.

Apresuramiento de ambas y falta de tacto de ambas partes: una actividad netamente política, totalmente legítima y válida como es la visita de la ex primera dama, Margarita Zavala, se convirtió de pronto en una marcha de protesta. Lo dicho por la política de carrera y esposa del ex presidente Felipe Calderón quedó en un segundo, si no es que en un tercer término frente a la carrera por ganar el “aplausómetro” y la prisa por sacar a los ahí presentes a marchar contra el Gobierno.

Horas antes de esa actividad con la ex primera dama, los padres de las víctimas habían ofrecido una conferencia de prensa para demandar justicia. Lástima: no había cuadros dirigentes del partido al que perteneció Colmenero para darle apoyo de todo tipo a los dolientes. Lástima, estaban todos ocupados esperando la hora de usar el caso para echarlo en cara al Gobierno.

En su discurso, Margarita Zavala habló de un plan bien maquinado por parte del Gobierno de la República para incentivar el abstencionismo. Puede ser que tenga razón, pero los primeros en desalentar al electorado son los propios partidos, cuando son incapaces de estructurar propuestas serias y factibles para lograr un mejor estado de cosas, pero muy rápidos para agarrar banderas políticas de poca monta y mucho dolor ajeno.