Perdió sus manos y sus pies tras operarse los glúteos

Su cuerpo estaba colapsando por una infección de estafilococo que los doctores dijeron estaba relacionada a las inyecciones de silicona a las que se había sometido


Perdió sus manos y sus pies tras operarse los glúteos

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2014, 14:04 pm

Apryl Brown recuerda estar acostada en la cama del hospital cuando el doctor pronunció aquellas palabras. Una sensación de alivio le sobrevino.

"No pensé en perder a mis hijos. No pensé en dejar a mi madre", dijo. En cambio, pensó en cómo se sentiría la muerte. "Aunque estaré muerta, ya no tendré dolor".

Ese agudo dolor venía de una fuente inimaginable: un relleno de silicona, como el que Brown asumió que los cirujanos plásticos usan diariamente. El suyo se lo inyectaron en los glúteos, con la esperanza de mejorar su apariencia.

Brown nunca predijo que las inyecciones la llevarían a este punto: se encontraba al borde de la muerte en una cama de hospital en junio de 2010.

Su cuerpo estaba colapsando por una infección de estafilococo que los doctores dijeron estaba relacionada a las inyecciones de silicona. Sus extremidades se estaban inflamando y adquiriendo un color negro, los signos visibles de necrosis. Brown recordó ver sus manos en el hospital y pensar "Oh, Dios mío. Voy a perder mis manos. Vi mis pies, y también estaban muertos".

Los doctores no tenían opción. Para salvar la vida de Brown, amputaron sus manos, pies y la carne alrededor de sus glúteos y caderas en 27 intervenciones. De alguna manera, sobrevivió.

Brown todavía se avergüenza cuando habla de la vanidad que casi le cuesta todo.

En aquella época, era una exitosa estilista y dueña de un salón de belleza. Cuando no estaba en el salón, se ocupaba de sus dos hijas. Llevaba una buena vida. Pero Brown siempre quiso arreglar lo que veía como su "defecto".

Brown se crio en Florida, y desde que era niña, recuerda cómo se burlaban de ella por tener un trasero plano. Con el paso del tiempo, siempre estuvo en sus planes aumentar su trasero, e incluso tenía un lema: "Cuando tenga algo de dinero, voy a ponerme algo de glúteos".

En 2004, mientras trabajaba en el cabello de una nueva clienta, tuvo su oportunidad. Sucedió que la clienta mencionó que ella se había inyectado silicona a bajo precio. Con unas cuantas sesiones, le dijo a Brown, ella podría obtener la figura que siempre había deseado. La convenció. Una semana después, se encontraba en una casa tumbada en un dormitorio recibiendo la primera de cuatro inyecciones en sus glúteos.

Luego de su segundo tratamiento, Brown recuerda dudar de su decisión. "Simplemente hubo una voz que me dijo: ’¿Qué estás haciendo? ¿Es en serio? Vas a permitir que alguien inyecte algo en tu cuerpo y no tienes ni idea de qué es’". Ese día, Brown decidió dejar de hacerse el tratamiento y nunca volvió.

El verdadero costo de las inyecciones vendría después, luego de años de dolor y visitas a los médicos.

La historia de Brown puede ser fuerte, pero ella es parte de lo que la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos llama un problema creciente: los pacientes evitan a los doctores simplemente para ahorrar algo de dinero en procedimientos médicos básicos.

"Pienso que es terriblemente atractivo para una persona que no sabe que hay un problema", dijo el Dr. Richard Glogau, un profesor clínico de dermatología en la Universidad de California, San Francisco. Dice que está viendo una inquietante tendencia de pacientes que buscan a cirujanos plásticos como él, luego de que se sometieran a un mal trabajo de inyecciones de relleno.

Las inyecciones se utilizan para tratar las líneas de expresión. Algunos de los pacientes que Glogau ve han viajado al extranjero y han pagado un bajo precio por estos procedimientos cosméticos. Otros están adquiriendo rellenos cosméticos de sitios web y son las mismas personas quienes se inyectan estos rellenos dérmicos en sus rostros. A menudo, los pacientes no tienen idea de qué contiene el relleno dérmico, y tampoco se someten al procedimiento con un profesional médico autorizado.

"Las personas asumen que es tan fácil como teñirte el cabello, y al final del día, es un procedimiento médico", dijo Glogau.