Pantitlán, el paradero más grande y peligroso de la zona Metropolitana

**En el paradero es común escuchar historias sobre asaltos, atropellamientos, peleas y asesinatos entre otras cosas.


Pantitlán, el paradero más grande y peligroso de la zona Metropolitana

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2016, 20:00 pm

Ubicado al oriente de la Ciudad de México, el Centro de Transferencia Modal (Cetram) Pantitlán es el más grande y peligroso de la zona Metropolitana.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad (Semovi), el paradero recibe alrededor de un millón 100 mil personas provenientes de las delegaciones Venustiano Carranza, Iztacalco e Iztapalapa, además de los municipios mexiquenses de Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, Chalco, Chimalhuacán, La Paz y San Vicente Chicoloapan.

Sus 30 rutas, 11 de la CDMX y 19 del Estado de México, sirven de interconexión con las líneas A, 1, 5 y 9 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y la línea 3 del Mexibús.

Dulce María es una de los 900 comerciantes ambulantes que labora en la zona y manifiesta a Letra Roja que los robos son la constante entre los pasajeros que se ven obligados a transitar por los 26 pasillos de servicio distribuidos en los mil 500 metros cuadrados que mide el paradero.

“Después de las 10 u 11 de la noche es muy peligroso estar aquí, a las mujeres les arrebatan sus aretes o accesorios de oro y sus bolsas. Los ladrones siempre andan cazando a su víctima y si te descuidas ya te fregaste”.

Otro de los problemas a los que se enfrentan los transeúntes son los constantes accidentes por la imprudencia de los choferes, pese a que es un área donde la circulación es a baja velocidad, estos salen a toda marcha de los andenes.

“Salen bien locos, no les importa que haya mucha gente en la calle, me ha tocado ver cómo han atropellado a la gente; el año pasado un camión mató a dos señoras, pero ni así le bajan”, señaló la señora.

Ramiro pasa todos los días por el paradero para tomar el Metro que lo lleva a su trabajo ubicado en la zona de Insurgentes, nos cuenta que pese a que hay una agencia del Ministerio Público y elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) son constantes las peleas entre los choferes de las diferentes rutas, vendedores y criminales.

“Hace unos meses me tocó ver una pelea, los policías no se metieron y desgraciadamente mataron a un muchacho, nadie hizo nada por defenderlo. Es común ver como entre los vagos y los de la misma ruta se pelean, ya sea por el pasaje o por cosas personales. Algunos vienen borrachos y hasta drogados, no hay quien les ponga un alto”.

Durante el recorrido, Letra Roja pudo percatarse que en los pasillos del paradero no existe presencia policial, ni de la PBI y mucho menos de tránsito; sólo en las entradas del Metro los uniformados asignados a la seguridad del mismo se encuentran laborando.

En el interior de la línea A fuimos testigos de cómo dos sujetos eran revisados por dos policías ya que presuntamente habían asaltado a un pasajero; al no demostrarse nada, los dejaron en libertad.

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