Milagroso y raro cultivo del timpinchile

**Es el abuelo de los chiles modernos, y su existencia depende de ser comido por el pájaro “chiturí” porque sus semillas se ablandan para germinar, sólo después de que pasan por el estómago del ave.

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2011, 10:37 am

Por Froilán Meza Rivera

El tatarabuelo del chile jalapeño y del serrano, es una variedad silvestre llamada timpinchile, que se encuentra sólo en los valles de la Depresión Central de Chiapas.

El timpinchile es un fósil viviente, y de acuerdo a un reciente estudio, es un tesoro natural de México que debe ser preservado dentro de los bancos de semillas que los científicos conocen como "bancos de germoplasma".

A este chile, que puede ser redondo como el propio piquín, o bien con una ligera forma alargada, se le conoce también como chile pájaro, amachito y piquín, y, en efecto, es pariente también del que se llama aquí en Chihuahua chile piquín o chiltepín. Su nombre maya ancestral es max’ic.

Esta variedad, que es el origen también de los chiles modernos, cultivados, como el morrón, se encuentra en peligro de extinción. Sus enemigos son la desforestación de las selvas chiapanecas y el avance de la agricultura comercial.

Para el rescate de la variedad "Capsicum annum aviculare", la Universidad Autónoma de Chiapas y la Universidad Agraria de La Habana, Cuba, realizaron un estudio que comprendió la colecta de ejemplares, así como su clasificación y el inicio de un banco de semillas.

Como responsable de la investigación, el maestro en Ciencias Reynerio Bran, de la Facultad de Ciencias Agronómicas en Villaflores, Chiapas, expuso los resultados en un informe de su investigación.

Tan precaria es su existencia, que la reproducción del timpinchile depende enteramente del pájaro que allá nombran "chiturí", señaló el maestro Bran.

El chiturí se alimenta del fruto y de refilón engulle las semillas, pasan éstas por su tracto digestivo, donde las ablanda, y al ser expulsadas en el excremento, caen al suelo y sólo entonces pueden germinar. Esta ave, cuyo nombre científico es Pistoque sulfuratus, sólo vive en esa región de Chiapas, y su predilección por el timpinchile resulta providencial, ya que esta planta desarrolló, como defensa, el endurecimiento de la cáscara. Si una semilla de este chile silvestre cae en la tierra, no puede germinar si antes no se ablandó con los jugos gástricos del pajarillo.

Sin pajarito chiturí no hay timpinchile, y sin timpinchile no hay pajarito: es ésta una de esas simbiosis, en las que un ser vivo depende enteramente de otro para su supervivencia, y viceversa.

Para conservar para la posteridad el timpinchile, los investigadores debieron experimentar con diversas sustancias para ablandar la cáscara de la semilla y dejar a ésta lista para germinar, tal y como sucede cuando pasa por el aparato digestivo del chiturí.