Más rabioso que nunca, el titular de Educación, Carlos González Herrera, vuelve a mentir sin ruborizarse

Artículo de Froilán Meza Rivera


Más rabioso que nunca, el titular de Educación, Carlos González Herrera, vuelve a mentir sin ruborizarse

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2019, 07:03 am

El secretario de Educación y Deporte del estado de Chihuahua, Carlos González Herrera, y Manuel Arias Delgado, director general de Servicios Educativos del Estado de Chihuahua, volvieron a salir para mentir a la prensa con el mayor descaro y sin que se les haya notado la mínima manchita de rubor en sus rostros.

Dijeron, pero lo dijeron sin haber sacado de sus portafolios la más pequeña, la mínima prueba con la que pudieran respaldar sus dichos, repitieron, que el Movimiento Antorchista “incumplió” los acuerdos de la minuta de compromisos que firmó el pasado 6 de marzo el Gobierno del Estado. ¿Y cómo quieren que los compañeros de la prensa les crean? Ah, lo que sí sacaron fueron unos preciosos volantitos a todo color en papel couché que se mandaron ellos a hacer en el departamento de diseño, como si las baratijas y cuentas de vidrio pudieran en un momento dado sustituir a una verdadera argumentación.

Realmente, ninguno de ellos, en especial Carlos González, podrían ganar un solo round siquiera en un debate público y presencial con cualquiera de nuestros compañeros que han estado presentes asistiendo durante más de dos años a las gestiones en Educación y Deporte y a las reuniones en las que el propio Carlos González prometía a los antorchistas que les iban a “regularizar” la Primaria de Nueva Creación de Punta Naranjos-Punta Oriente. Que el profesor Arias Delgado ni se meta, porque ni tiene vela en este entierro y ahora funge sólo como patiño del secretario.

Pero hay que ir por partes, como en el deshuesadero:

1.- Dice González: “En la misma minuta quedaron en que el terreno en donde buscan instalar el centro educativo especial se sometería a una supervisión por parte de la Secretaria de Educación y Deporte, la cual se realizó el 7 de marzo, teniendo como veredicto que el predio incumple con los requisitos de la SEP para edificar infraestructura educativa, además de que está a nombre de un tercero.”

¿Es esto cierto? El predio al que se refiere, es el que la constructora del fraccionamiento Punta Naranjos destinó para áreas de equipamiento, y como está en la orilla de un arroyo, es inadmisible para una escuela. Hace casi dos años, el mismísimo doctor Carlos González prometió a los padres de familia que si conseguían un terreno, la Secretaría de Educación les oficializaría la escuela. Y como sí lo consiguieron en donación por la Presidencia Municipal, y sólo falta que Educación dé el visto bueno para que el Municipio realice el protocolo de donación a nombre del Gobierno del Estado, los funcionarios de Educación se revolvieron de coraje. Lo que pasa es que nunca se imaginaron que Antorcha sí iba a cumplir, y se quedaron con el ojo cuadrado cuando los representantes populares fueron y les dijeron: “Pues aquí está el terreno”. ¿Que el predio tiene inconvenientes? No los tenía, pero los inventaron. Y todo para no regularizar la escuela, como lo prometieron.

2.- Dice González: “El reconocimiento del plantel no oficial está fuera de la discusión, al igual que el registro o inscripción ‘ficticia’ de los niños y la contratación de profesores, ya que no se cuenta con ninguna evidencia de que dichos maestros antorchistas tengan los estudios y filtros legales para ser parte del Servicio Docente del Estado de Chihuahua.”

¿Es esto cierto? El reconocimiento del plantel “no oficial” nunca estuvo fuera de la discusión. Lo está ahora, desde hace apenas un mes, pero durante 912 (novecientos doce) días, el equipo de funcionarios que negociaba con Antocha, trabajó con esta premisa de sí regularizar. Primero dijeron que “la escuelita” no podía ser oficializada si tenía sólo 46 niños inscritos. Esos 46 niños fueron matriculados (créelo, lector, la SEyD sí puede, sí pudo hace dos años, y siempre va a poder oficializar a estos niños ya a su escuela) en la primaria Pascual Orozco del Centro de la ciudad, mientras se “oficializaba”. Carlos González Herrera, el mismísimo individuo que hoy sale a desmentirse a sí mismo practicándose en púbico un doloroso y vergonzoso harakiri, y quien entonces fungía como subsecretario de Planeación y Evaluación, nos dijo: “Suban la matrícula y les oficializamos la escuela”. Así lo prometió. Y cuando los padres de familia, los colonos y activistas subieron la matrícula a 220, los funcionarios-burócratas no lo pidieron creer. “¿Y ahora cómo le hacemos para negarle de nuevo la oficialización a los antorchistas? ¿Ahora qué les inventamos?”

¡Y sí, querido lector! ¡Sí encontraron un nuevo pretexto! “Ah, estimados antorchistas, es que sus profesores son ‘patitos’, y pues así no se puede”. Pero cuando los profesores voluntarios que trabajan sin ninguna remuneración, presentaron sus currículum, los burócratas se volvieron a quedar “de a seis”, porque todos son profesionistas titulados, y de los seis que son, cuatro son maestros normalistas. Ya se les acabaron los pretextos.

3.- Dice Manuel Arias: “Lo que se ofrece a los padres de familia de niños y niñas de Punta Oriente que asisten al albergue del Movimiento Antorchista es que acudan a inscribirse directamente con la Secretaría de Educación y Deporte para que en el mes de junio, julio y parte de agosto puedan recuperar el ciclo escolar 2018-2019”.

“¿Recuperar el ciclo escolar?” Si el ataque, si la guerra contra Antorcha y los padres de familia no fuera tan terrible, como lo puede ser el uso ilimitado del poder público para quitarse de en medio a sus supuestos enemigos, la afirmación de Arias sería cosa de risa. Si en Educación y Deporte hubieran querido crear una primaria en el oriente, lo hubieran hecho hace 900 días, y no ahorita, cuando están simulando una falsa regularización.

Ahora, a los odiados y mugrosos colonos, a los padres de familia y a los activistas, a los que siempre despreciaron con su clasismo supremacista, ya sólo les quedó atacarlos directamente, sin rubores, sin piedad, ya sin ninguna apariencia de legalidad, por lo que pasaron a calumniarlos y calificarlos de “delincuentes” y de promotores de la “ilegalidad”.

¡Insensatos! ¡Agradecidos, deberían estar ustedes, por el contrario, con esta gente humilde y generosa que tuvo la osadía, la terquedad, el sentido de organización y de orden, de legalidad, el heroísmo para sostener durante más de 900 días ininterrumpidos, este generoso proyecto educativo al que los burócratas resentidos y nublados en sus ojos por el odio de clase, ahora quieren ahogar sin piedad, porque ese proyecto exitoso les estorba, les mancha su propio currículum de funcionarios cuidadores de la inamovilidad y campeones de la inutilidad!