Los sacerdotes polémicos de México

**Estos sacerdotes han destacado por su trabajo a favor de los derechos de migrantes y de homosexuales, así como por sus fuertes declaraciones sobre temas políticos y sociales


Los sacerdotes polémicos de México

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2016, 22:00 pm

Algunos sacerdotes mexicanos han destacado no solo por los sermones que dan en sus iglesias, sino por su trabajo y fuertes declaraciones en los principios que defienden.

En el marco de la visita del papa Francisco a México estos son los perfiles de algunos de los sacerdotes más polémicos de México:

Solalinde y Peraza

Los padres Alejandro Solalinde y Prisciliano Peraza se han caracterizado por su lucha a favor de los derechos humanos de los migrantes. En los albergues que dirigen en Oaxaca y Sonora les ofrecen ayuda, atención y alimento en su paso hacia Estados Unidos.

Solalinde ha recibido amenazas de muerte por su labor y Peraza, como el mismo lo ha declarado, vive “en un peligro constante” ya que muchas veces debe proteger a los migrantes de los narcotraficantes.

Solalinde es un sacerdote que se ha caracterizado por su labor a favor de la defensa de los derechos humanos de los migrantes; ha sido amenazado de muerte e incluso tuvo que salir del país por dos meses. Coordina la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano desde 2006.

En 2007 fundó en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, el albergue ‘Hermanos en el Camino’ del que es director; proporciona alimentos, posada, apoyo médico y psicológico, así como asesoría jurídica y legal a los migrantes de Centro y Sudamérica en su paso por México a Estados Unidos. En 2008 fue encarcelado junto con 17 migrantes en la cárcel de Ciudad Ixtepec y el 24 de junio de ese mismo año intentaron quemar su albergue. Por su labor ha recibido varios premios, como el Premio Paz y Democracia, el Pagés Llergo de Democracia y Derechos Humanos, y el reconocimiento Corazón de León otorgado por la Federación de Estudiantes Universitarios de la Universidad de Guadalajara.

Peraza es director de la Casa de Atención al Migrante y el Necesitado en Altar, Sonora. Su labor está dedicada a ayudar, dar comida, atención médica y asilo a los migrantes que pasan por la zona en su camino hacia Estados Unidos. El padre “Prisci”, como le llaman, no viste como todos los sacerdotes, ha dejado de lado la sotana y viste con camisa, pantalón de mezclilla, botas y su característico sombrero vaquero. El sacerdote ha declarado que las leyes en pro de los derechos de los migrantes sólo están “en el papel” y nunca se han aplicado, lo que los hace vulnerables a ser utilizados por el crimen organizado.

El padre dice que al realizar su labor en Altar vive en es un peligro constante, ya que para el crimen organizado el migrante es un objeto de venta, a pesar del riesgo cuando le piden ayuda el padre trata de apoyar al migrante porque “es su misión, obligación y compromiso”. En 2014 fue galardonado con el ‘Premio por la Igualdad y la No Discriminación’ de Conapred.

Sandoval Iñíguez

El cardenal Juan Sandoval Iñíguez ha causado revuelo por sus declaraciones contra los matrimonios gay, así como por su postura sobre la relación de ‘El Chapo’ con el asesinato del cardenal Posadas Ocampo, pues asegura que el narcotraficante no tuvo nada que ver.

En febrero de 2014, después de la detención de Joaquín ‘El Chapo Guzmán’, el cardenal declaró que el vinculo del narcotraficante con el asesinato de Posadas Ocampo (que ocurrió el 24 de mayo de 1993 en el Aeropuerto de Guadalajara) tiene que ver únicamente con que trataron de involucrarlo con su muerte.

“Está vinculado en cuanto a que querían hacer coincidir a las dos bandas, la de El Chapo y la de los Arellano Félix en el momento en que la Policía Judicial Federal iba a ejecutar al cardenal, pero no coincidieron (…) Ellos no fueron, los narcos no fueron los que mataron al Cardenal”, dijo.

Fue demandado por el ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard por difamación, por acusarlo de sobornar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para avalar la ley que permite adoptar a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Para tratar de “limpiar su imagen”, en 2013 Sandoval Iñíguez presentó su libro biográfico ‘Credo’, en el que aclara el por qué de su comportamiento y que no está involucrado con el narco, ni con el lavado de dinero, ni es un ogro.

“Era muy importante limpiar la imagen para bien de la gente y para que no quedara para la posteridad que había habido en Guadalajara un ogro, con tales y cuales defectos, fechorías, lavador de dinero, narco. Cosas de esas y peores, ignorante, ranchero, bueno, aunque ranchero sí soy”, comentó en la presentación de su libro.

En enero de 2014 el cardenal habló sobre los abusos sexuales contra menores de edad que cometió el padre Marcial Maciel y dijo que son actos de un “psicópata y esquizofrénico”, pero, aseguró que la Iglesia se recuperará de esa imagen, porque la gente “dimensiona”.

Vera y Pantoja

Las declaraciones del obispo Raúl Vera López y el padre Pedro Pantoja sobre la homosexualidad han causado polémica, mayormente las del segundo quien dijo que las parejas gay tienen la misma capacidad de brindar un hogar integral a un menor como una pareja heterosexual.

Vera López es el obispo de Saltillo, y ha trabajado a favor de la defensa de los derechos humanos de migrantes y de homosexuales.

En septiembre de 2014, después de que se promulgó en Coahuila la reforma al Código Civil que otorga el reconocimiento al matrimonio igualitario, dijo que las protestas en contra del matrimonio igualitario son ofensivas para la comunidad homosexual y atentan a sus derechos humanos.

“La iglesia no va a aceptar otra definición de matrimonio y tenemos derecho a conservarla, pero también, asumo mi responsabilidad de educar a la grey católica en lo que es correcto, pero no voy a ponerme a despreciar y ofender a las personas”, dijo.

En octubre de 2015 el obispo expresó su apoyo al teólogo del Vaticano, Krzyszof Charamsa, quien reveló en público su homosexualidad.

Vera consideró que la revelación de Charamsa puede ayudar al diálogo entre la Iglesia y la comunidad de homosexuales.

“La Iglesia no puede ponerse del lado de las fobias, no más. No se puede seguir en esta posición, en la edad media, de andar quemando brujas.

“Nosotros debemos tener un diálogo, debemos cambiar nuestra actitud hacia esas comunidades. Yo soy testigo de su sufrimiento en mi diócesis, hemos comenzado a trabajar con ellos porque vimos todas las cosas que sufren y esto no es cristiano”, dijo entonces.

El sacerdote Pedro Pantoja Arreola, de la Diócesis de Saltillo, también ha enfocado su trabajo en defender los derechos humanos de migrantes, homosexuales y otras minorías. Fundó el albergue Emaús en 1992, una casa de migrantes deportados de Estados Unidos cerca del Río Bravo, donde impulsó proyectos como Migrantes Frontera y Dignidad. Actualmente es director de Belén Casa del Migrante en Saltillo.

Una de sus declaraciones de mayor polémica fue la que hizo en febrero de 2014 a favor de que las parejas gay pudieran adoptar niños en Coahuila. Dijo que tienen la misma capacidad de brindar un hogar integral a un menor como una pareja heterosexual.

Dijo que si en Coahuila “de alguna manera se planteó la legalización de estas uniones, elimina totalmente que solo las parejas heterosexuales tengan pleno derecho a la adopción”.

“Pruébenme que todas las parejas heterosexuales han sido los mejores educadores, formadores de personas e indicadores sociales y cambiaría mi postura, tenemos que reconocer que las crisis sociales han alterado la normalidad de las familias, generando nuevos paradigmas de afectividad y adelantos psicológicos”, dijo en 2014, mismo año en el que recibió el ‘Premio por la Igualdad y la No Discriminación’, otorgado por la Conapred.
Milenio