Los multimillonarios mexicanos que soñaron con ser grandes petroleros

**Las condiciones macroeconómicas (dólar, petróleo, PIB) y de seguridad (El Chapo y otros) podrían alejar a los multimillonarios tradicionales del ansiado "boom petrolero".


Los multimillonarios mexicanos que soñaron con ser grandes petroleros

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 18:35 pm

Mario Maldonado/ El Financiero

Imagino a Carlos Slim, Alberto Baillères, Germán Larrea y Armando Garza Sada llamando a sus asesores personales y directivos de confianza: tenemos que aprovechar esta oportunidad. Hagamos una empresa, escindamos negocios, revisemos oportunidades de compra, ¿cuánto dinero tenemos en caja?

Este escenario, conjeturo, habría ocurrido durante la primera mitad del año pasado, en medio de la efervescencia por la apertura petrolera y los anuncios de licitaciones de la Ronda Uno. Todo, antes de que el precio del barril de petróleo se desplomara de 100 a 50 dólares, de que el tipo de cambio se fuera al cielo y de que las noticias sobre Grecia y China comenzaran a oler a pólvora.

Armando Garza Sada, el presidente de Alfa, fue uno de los primeros en agitar las aguas. En mayo del 2014, anunció la adquisición de cerca de 10 por ciento de las acciones en circulación de la petrolera colombiana Pacific Rubiales. Esta compañía, que cotiza en la Bolsa de Toronto, era su boleto de entrada a la Ronda Uno. Pero también, sin saberlo, era el inicio de un sueño que se convertiría en pesadilla. Alfa aumentó su participación en los siguientes meses hasta detentar 19 por ciento de la firma. Luego, vino el desplome de los precios del crudo y de las petroleras en las bolsas internacionales. Pacific Rubiales se devaluó más de 80 por ciento de agosto del 2014 a junio del 2015.

“No fue una buena inversión, nos equivocamos”, soltó un día Armando Garza Sada. Después, intentó adquirir, de la mano de un fondo de inversión de Estados Unidos, el total de Pacific Rubiales, empresa que fue precalificada para participar en las licitaciones de la Ronda Uno, pero un grupo de accionistas se interpuso y echó abajo la operación. Ahora Alfa busca nuevas asociaciones para aterrizar en la Ronda Uno, aunque quién sabe si tras el poco éxito de la primera serie de licitaciones Armando Garza lo vaya pensar mejor.

Carlos Slim fue otro de los que pronto empezó a mover sus piezas. En octubre del 2014 separó sus negocios de perforación petrolera y en abril de 2015 anunció la creación de la empresa Carso Oil & Gas, la cual tiene activos superiores a 3 mil 478 millones de pesos. La firma precalificó para participar en las licitaciones de la Ronda Uno, pero a la fecha no ha mostrado interés por los primeros bloques, ubicados en aguas someras y terrestres. La fiesta para Slim (si es que hay) vendría en la tercera y cuarta convocatorias, en los proyectos de aguas profundas y ultra profundas, aunque tendría que ir en consorcio con otras (grandes) petroleras.

Germán Larrea, el dueño de Grupo México, una de las mayores productoras de cobre del mundo, también tiene intenciones y dinero para apostar en la Ronda Uno. Por medio de su subsidiaria Controladora de Infraestructura Petrolera México ya ofrece servicios a Pemex. La firma se apuntó para competir por el segundo bloque de contratos de la Ronda Uno y, según sus cercanos, también participará en la tercera fase en alianza con empresas extranjeras o mexicanas. Traería bajo el brazo 112 millones de dólares en efectivo. ¿Perderá el apetito ante el entorno de la primera convocatoria de la Ronda Uno? ¿Tirará alto por los contratos? Aún está por verse.

Alberto Baillères, el ‘rey de la plata’, dueño de GNP y el Palacio de Hierro, se tardó un poco más que Slim, Garza Sada y Larrea, pero sorprendió con un fichaje controvertido: Carlos Morales Gil, exdirectivo de Pemex durante más de 40 años, a quien puso al frente de su nueva empresa PetroBal. Esta firma precalificó para la primera convocatoria de la Ronda Uno, pero no participó. Al igual que Grupo México, se apresta para pujar por la segunda serie de licitaciones que vendrán en septiembre.

Aunque el panorama para quienes buscan incursionar o crecer su operación en el negocio de extracción de petróleo y gas en México sigue siendo atractivo, las condiciones macroeconómicas (dólar, petróleo, PIB) y de seguridad (El Chapo y otros) podrían alejar a estos multimillonarios, quienes apuntaban a convertirse en los próximos grandes petroleros mexicanos.

Al final, estos empresarios hicieron su fortuna con concesiones mineras, de telecomunicaciones y otros negocios, como la fabricación de autopartes, alimentos y el retail.

La estimación inicial de la Secretaría de Energía era que la inversión para la Ronda Uno de proyectos petroleros sería de 50 mil millones de dólares hacia 2018. La fortuna de Slim, Baillères y Larrea, los tres mexicanos más ricos (en ese orden), suma 90 mil millones de dólares, según Bloomberg. Si quisieran podrían quedarse todos los contratos de la Ronda Uno, pero son inversionistas cautelosos, que quizá alguna vez soñaron con ser grandes petroleros y los datos ya no les cuadran.

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

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