La relación entre Garfio y De la Rosa, en su momento más áspero

Por: Alejandro Salmón Aguilera

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2014, 13:44 pm

La relación entre el alcalde de Chihuahua, Javier Garfio Pacheco, y el grupo parlamentario del PRI, su partido, no anda muy tersa que digamos. Se parece un poco a la superficie de la Plaza de Armas, con bordos por donde quiera, tabiques que se salen de su lugar; franjas de mármol que provocan resbalones y nadie que asuma la responsabilidad de una obra pública tan mal hecha.

El enojo no es de ayer, pero comenzó a deteriorarse desde que el coordinador parlamentario del PAN, César Jáuregui Moreno, subió a la tribuna del Congreso para pronunciar un encendido discurso en contra de la administración de Javier Garfio por la forma como estaba manejando el asunto de las indemnizaciones a las víctimas sobrevivientes del accidente en el Aeroshow.

Desde entonces, nos dicen enterados en el tema, Garfio le reclamó a Rodrigo de la Rosa, coordinador parlamentario del PRI, que nadie de los diputados de su partido subió a defenderlo, no al menos con la vehemencia que requería tan incendiario discurso como el que pronunció el panista.

El trato entre ambos ha seguido con el mismo ritmo de deterioro que la obra de la Plaza de Armas: cada día amanece un tabique fuera de su lugar, listo para provocar un accidente de proporciones mayores.

El más reciente roce ocurrió, nos cuentan, la vez cuando el Congreso del Estado aprobó por mayoría, es decir, sólo con los votos del PRI y de sus aliados, la contratación de una línea de crédito para indemnizar a las más de 40 personas que resultaron con lesiones que dejarán secuelas de largo alcance y a los deudos de las nueve personas que murieron aquel 5 de octubre durante la exhibición del Monster Truck.

Después de esa trompicada sesión, donde una vez más César Jáuregui cuestionó la legalidad del procedimiento, Garfio volvió a reclamar, obviamente, en privado. Pero la gota que derramó el caldo fue la protesta que hiciera la diputada Maru Campos contra la Presidencia Municipal por el mal sistema de desagüe que tiene el paso a desnivel de la vialidad La Cantera.

Casi a voz en cuello, el alcalde le reclamó una vez más a De la Rosa, pero éste le contestó que no iban a defenderlo de todo y que bastante habían hecho con torcerle la mano a la Constitución del Estado al haberle aprobado un crédito para destinarlo a una acción que no era construcción de infraestructura.

Hasta ahora, nos dicen, nadie la “lijado” la relación entre ambas partes y podría descomponerse más conforme se acerquen las fechas electorales y los diputados del PRI empiecen a jalar más para su precandidato que para su grupo parlamentario. Ahí veremos si están puestos a poner la cara por un alcalde que nunca los vio como parte de su grupo político.