"La rata" que ahora desfila para Chanel

La belleza sola ya no es suficiente


La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 16:42 pm

Molly Bair tiene cara de niña, orejas grandes de soplillo, altura de jugador de baloncesto y cuerpo de adolescente desgarbado. Sin embargo, es la modelo que se rifan todas las firmas de moda.

Debido a su peculiar físico, a lo largo de sus 17 años de vida ha tenido que aguantar que la llamen una larga lista de calificativos desagradables entre los que se encuentran: alienígena, rata, mantis religiosa, gremlin, duende, demonio o goblin.

Exactamente los mismos atributos físicos que la han llevado también a fichar con la prestigiosa agencia ELITE y a desfilar para Alexander McQueen, Balenciaga, Alexander Wang, Prada, Gucci o Chanel, donde, además, fue la elegida para llevar el vestido de novia que cierra el desfile.

Lo más curioso es que Molly nunca había tenido la percepción de que su cuerpo fuera tan peculiar. Ni tampoco interés en la moda. Además de ir al instituto, jugaba al tenis y era, como se describe ella misma, una uniceja con gafas y camiseta de Yoda que ha acabado en la portada de Vogue Italia

Su vida dio un vuelco cuando fue descubierta en un mercadillo de segunda mano en Nueva York. Entonces, aquello que la había hecho rara en la calle, se convirtió en inolvidable en el mundo de la moda.

Molly describe el mundo de las modelos no como un club de gente guapa, sino como una gran comunidad de personas que siempre se han sentido raras, por ser altas y delgadas. Una comunidad en la que ha conocido de golpe a mucha gente similar a ella, algo que le resulta extraño porque nunca había podido hacer amigas con tanta facilidad.

Su belleza radica en su diferencia, en esa belleza exótica de persona que viene de otro planeta. De persona que pertenece a otra especie. En su cara de niña de 10 años atrapada en un cuerpo de 1,82 metros.

Por eso, la historia de Molly no ha de leerse como la historia del patito feo que se convierte en cisne sino como la prueba de que la belleza necesita de algo más para no ser aburrida.