La orientación clasista del "Nuevo" Modelo Educativo

REPORTAJE ESPECIAL


La orientación clasista del

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2017, 22:00 pm

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Martín Morales

El Nuevo Modelo Educativo (NME), de aplicación gradual a partir del ciclo escolar 2018-2019, es el complemento de las reformas estructurales promovidas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en 2013 y su objetivo es producir el “capital humano de calidad” que requiere el modelo económico neoliberal en México, denunciaron profesores e investigadores especializados en pedagogía.

En lo que resta del ciclo escolar 2017-2018, la Secretaría de Educación Pública (SEP) organizará programas “piloto” para instruir a los maestros en el NME y para complementar los ajustes al esquema laboral del magisterio con base en el mecanismo de control de calidad que la Reforma Educativa impuso a través de una evaluación obligatoria y continua al desempeño de profesores, alumnos y escuelas.

“El objetivo es formar un nuevo sujeto que responda a esta nueva época, a la sociedad neoliberal, a la lógica del mercado, y su referente es la economía neoliberal globalizada. Eso está claro, es lo que están buscando, y es un proceso político, porque se necesita un sujeto flexible, adaptable, polifuncional, que pueda sobreponerse a la frustración; por eso, incluso va a haber educación emocional”, dijo a buzos la doctora Lucía Rivera Ferreiro, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).

“Que no nos extrañe que más tarde se introduzca la educación financiera, porque también es una tendencia internacional. De hecho, ya hay acciones al respecto de parte de la Asociación Mexicana de Banqueros; esto no tarda en articularse como contenido obligatorio en las escuelas. Este tipo de cosas es ahora posible con el margen de autonomía curricular que van a tener las escuelas.

Entre los ejes del NME están precisamente la autonomía escolar y la gobernanza educativa, la cual establece la posibilidad de sumar a la comunidad escolar a otros actores sociales: asociaciones civiles, fundaciones y empresas para resolver los problemas cotidianos, sobre todo para solventar carencias materiales”, indicó la especialista.

Con lo anterior se refirió al esquema de “Escuela al Centro”, pieza central del NME con el que los centros educativos ejercerán una autonomía de gestión y una gobernanza educativa.

La misma comunidad, los padres de familia y los maestros podrán decidir en cada centro escolar la manera de solucionar las carencias de la escuela, e incluso contratar maestros para dar materias adicionales a sus hijos en horarios distintos a los del programa oficial, siempre y cuando no se viole el artículo 3º constitucional; es decir para que, por ejemplo, no haya clases de religión en las escuelas públicas.

“Esta reforma no va a resolver los problemas ni va a elevar la calidad de la educación. No se busca eso; tiene objetivos políticos. Si lo vemos como un proceso histórico, paulatinamente se ha ido ajustando el sistema educativo a las demandas de una economía global; esto se ha venido dando desde hace muchos años.

La gran diferencia entre lo que estamos viviendo ahora y momentos anteriores es que en esta etapa posterior a la reforma de 2013, todas las acciones que anteriormente se habían venido probando de manera separada logran amarrarse para aplicarse en conjunto, gracias a la modificación del marco jurídico. Eso no había podido hacerse antes”, precisó la maestra.

La profesora jalisciense de secundaria y activista Silvia Arévalo Gutiérrez, dijo a este semanario: “Esta idea que tiene el gobierno de empezar a formar para el trabajo desde los primeros años de la educación es cuestionable, porque la educación antes de que los muchachos decidan escoger una carrera, tiene que ser más que nada humanística. Definitivamente, tienen la idea de crear obreros calificados”.

Formar consumidores y obreros

La doctora Gabriela Vázquez Olivera, socióloga mexicana, especialista en sistemas educativos, en su análisis La Calidad de la Educación. Reformas educativas y control social en América Latina, publicado en la Revista de Estudios Latinoamericanos número 60, de 2015, señala que una regla básica del modelo neoliberal es que todo se privatice, aunque en el caso del servicio educativo conlleva matices.

“De manera que la privatización (…) no es el único objetivo de las reformas introducidas en los sistemas de educación. En el orden social neoliberal es deseable que todos los niños vayan a la escuela, pero que lo hagan no en su calidad de futuros ciudadanos, sino en tanto consumidores y potencial fuerza de trabajo.

Concepción que fue retomada magistralmente por el Banco Mundial en 1995 al definir las Prioridades y Estrategias para la Educación, estableciendo puntualmente que en los países en vías de desarrollo “(…) la educación debe estar concebida para satisfacer la creciente demanda de trabajadores adaptables, capaces de adquirir fácilmente nuevos conocimientos (…)”.

Visto así, puede entenderse que para reproducir y preservar el modelo económico neoliberal, que facilita la acumulación de la riqueza entre pocas personas y crea tantos millones de pobres en México y en el mundo, el NME se enfoca a una re-confección educativa a partir de la educación básica: primaria, secundaria y media superior, descrita como obligatoria y gratuita en la Constitución.

Educación neoliberal

La doctora Vázquez Olivera asegura que “(…) la formación de ‘capital humano’, de los individuos ‘adaptables’ que el mercado internacional de trabajo requiere, se ha impuesto como la función social que la educación debe cumplir desde los primeros años de escolarización. Prescripción que los organismos financieros internacionales tradujeron en la necesidad de definir los contenidos de la educación básica como desempeños medibles y alineados con el mercado laboral.

“Retomando la práctica empresarial que establece la calidad de un producto o servicio a través de inspecciones y pruebas diseñadas con base en los estándares de lo que el mercado espera, la calidad de la educación se asoció mecánicamente con la evaluación, entendida ésta, no como parte del proceso de enseñanza­ aprendizaje, sino como medición de los resultados a través de instrumentos estandarizados.

Concepción en la que subyace la convicción neoliberal de que la tarea central de las escuelas no es la educación, sino la capacitación de los niños y jóvenes en ciertos desempeños de aplicación inmediata, ahora llamados competencias, que deben ser empíricamente observables y cuantificables al igual que en la producción de cualquier otra mercancía (…)”.

Al cierre de esta edición no se había presentado la currícula completa de las “nuevas” asignaturas del NME pero, de acuerdo con los documentos oficiales disponibles, no desaparecerá la formación humanística, aliento del pensamiento analítico y crítico, pero se introducirán matices como el eje Desarrollo Personal que se aplicará en todos los grados, cuyo objetivo es impulsar la adaptabilidad del sujeto, fomentando en él un sentido de responsabilidad, convivencia pacífica, respeto a la legalidad, manejo de emociones, trabajo en equipo y colaboración, disposición a servir, solución de conflictos y negociación.

Los citados conceptos no aparecen en un solo bloque, sino que están insertados junto con otros tópicos genéricos del Desarrollo Personal, descritos en cuatro módulos en la página 16 del texto El Modelo Educativo 2016: “(…) Apertura intelectual: la adaptabilidad, el aprecio por el arte y la cultura, la valoración de la diversidad, la promoción de la igualdad de género, la curiosidad intelectual y el aprendizaje continuo.

Sentido de la responsabilidad: iniciativa, perseverancia, reflexión sobre los actos propios, integridad, rechazo a todo tipo de discriminación, convivencia pacífica, respeto a la legalidad, cuidado del medio ambiente, actitud ética y ciudadanía.

Conocimiento de sí mismo: cuidado de la salud, autoestima, conocimiento de las propias debilidades, fortalezas y capacidades como ser humano y manejo de las emociones. Trabajo en equipo y colaboración: comunicación, coordinación, empatía, confianza, disposición a servir, solución de conflictos y negociación (…)”.

Remate de un proceso

De acuerdo con especialistas educativos y profesores consultados por buzos, la sustitución de contenidos educativos humanísticos y fortalecimiento de los técnicos, es un proceso que se ha venido ejecutando de manera paulatina desde hace años y con el NME se buscará completarlo.

La maestra Arévalo Gutiérrez insistió: “Desde hace años se vienen haciendo modificaciones a los planes y programas de estudio; hemos visto una disminución de asignaturas en el área de humanidades y ciencias sociales que permiten desarrollar el pensamiento crítico, como la de Historia, a la que se le hizo un recorte; en los primeros años de la secundaria se ve Historia Universal y solamente en tercer grado Historia de México; algunos periodos, como la época prehispánica, se ven en dos semanas. Las asignaturas se han ido mutilando, reduciendo su carga horaria”.

En el NME se conservan trazos de formación humanística, aunque contrastados con materias como la mencionada de Desarrollo Personal.

Aparentemente lo que obligó a introducir este matiz fue la masificación de la Internet en PCs y portátiles, celulares sobre todo. En la página 37 del citado documento oficial de la SEP se señala: “(…) A partir del progreso tecnológico y la globalización, la velocidad a la que se genera el conocimiento ha aumentado de manera vertiginosa.

Asimismo, las fuentes de información y las vías de aprendizaje y socialización se han multiplicado, poniendo en duda cuáles son las competencias y habilidades que los alumnos deben desarrollar en su paso por la educación obligatoria. En ese sentido, es preciso reconocer que la sociedad del conocimiento exige mayores capacidades de pensamiento analítico, crítico y creativo (…)”.

Seguido de lo anterior se introduce el concepto de “aprender a aprender”, que tampoco es nuevo, pues forma parte de los postulados del constructivismo educacional impulsado por el pedagogo ruso Lev Vygotzky en el inicio del siglo XX (quien aportó fundamentos a la psicología educativa), y se sustenta en una relación dialéctica educador-educando, de tal forma que se establece una retroalimentación y quien educa se convierte en una especie de asesor para que el educando aprenda haciendo.

En el NME se dice que “aprender a aprender” servirá para que el alumno se habilite para la competencia en el mercado libre laboral y pueda adaptarse a las cambiantes necesidades del mundo del trabajo.

En la página 41 del texto de la SEP antes mencionado, se dice lo siguiente: “(…) el desafío radica en que, hasta hace unas décadas, la plataforma global del conocimiento y las bases del conocimiento disciplinario eran relativamente reducidas y estables, mientras que en la actualidad el conocimiento aumenta y cambia a gran velocidad. Por ello, la función de la escuela ya no es enseñar a los niños y jóvenes lo que no saben, sino aquello que necesitan para aprender a aprender.

Se requiere una formación que permita a las personas adaptarse a nuevas situaciones mediante un proceso de educación permanente, que les asegure apropiarse de conocimientos y competencias para desplegar su potencial a lo largo de la vida (…)”.

Descentralización educativa

Este esquema de escuela autónoma y gobernanza educativa es una pieza central del NME y representa una segunda fase de la descentralización educativa que dotó a los estados del control operativo de las escuelas asentadas en sus territorios, exceptuando al Distrito Federal, hoy Ciudad de México (CDMX), cuyo sistema educativo hasta ahora tiene mayor subordinación a la subsecretaría de Educación Básica de la SEP. En esta etapa complementaria se dará autonomía de gestión a las propias escuelas, por medio de la comunidad escolar, padres de familia y profesores, quienes podrían asociarse con organizaciones y empresas para solventar las necesidades materiales de las escuelas (se entiende que para dar mantenimientos, alimentos, entre otros).

En la página 17 del texto Modelo Educativo 2016 se lee: “(…) El modelo educativo de tipo vertical hizo posible la construcción de un sistema educativo nacional que fue pilar del desarrollo de México.

Hoy debe reconocerse que ese modelo no es favorable a la adquisición de las capacidades del siglo XXI, por lo que la Reforma Educativa aporta los elementos necesarios para construir un nuevo modelo, a partir de los elementos que aquí se presentan (…)”. En la página 18 se indica: “(…) Para materializar el nuevo planteamiento pedagógico, se parte de una nueva visión que pone la Escuela al Centro del sistema educativo, como espacio en donde convergen todos los recursos y esfuerzos de los distintos actores. (…)”.

En un marco legal denominado por la SEP “gobernanza educativa” se abre una prerrogativa curricular para que en cada escuela esa misma comunidad pueda decidir la integración de clases extracurriculares –evidentemente con todo y maestro pagado por ellos– para que den clases a sus hijos fuera de los horarios oficiales, por ejemplo, en las vacaciones.

Esto podrá hacerse siempre y cuando no se interfiera el calendario escolar ni se viole de forma alguna el artículo 3º Constitucional.

La gobernanza es un término jurídico-político que el doctor Luis F. Aguilar Villanueva analiza en su libro Gobernanza y gestión pública, publicado en 2006 por el Fondo de Cultura Económica (FCE): “(…) Describe, en consecuencia, el hecho de que varias políticas sociales y servicios públicos han comenzado a llevarse a cabo mediante formas que ya no son exclusivamente gubernamentales, burocráticas, sino que incorporan mecanismos de mercado y de participación de la sociedad y reseña que se introducen formas de asociación y cooperación del sector público con el sector privado y social para atacar problemas sociales endémicos y producir los futuros deseados (…)”.

La diputada federal Hersilia Córdova Morán, fundadora de Antorcha Magisterial, planteó que el nuevo modelo educativo federal está encaminado específicamente a preparar a la mayoría humilde para integrarla al aparato productivo, en tanto, el proyecto antorchista busca “formar al hombre nuevo, culto, científico, crítico, honrado, con capacidad laboral, pero sobre todo, apegado a las causas más justas y populares de este país”.

Afirmó que la actual Reforma Educativa se fundamenta en la teoría pedagógica conocida como “constructivismo”, propuesta por el pedagogo ruso Lev Vygotsky. Este modelo tiene contradicciones porque establece una división de habilidades y la priorización del trabajo manual sobre el intelectual, fomentando la pasividad en los jóvenes, atascándolos con problemas y, finalmente, haciendo un sobreuso de los recursos informáticos.

“El verdadero problema de la educación en México es su carácter clasista. Al pueblo humilde se le educa por todos los medios al alcance del sistema para que se inserte con mayor éxito al aparato productivo, y éste pone en desventaja tanto a los maestros como a los alumnos para competir en este sistema y para salir adelante del mismo”.