La Ciénega de Tláhuac, Ciudad de México: desprecio y destrucción de la vivienda popular

**En los últimos meses del actual gobierno neoliberal perredista, nos preguntamos: ¿Cómo está nuestra histórica ciudad, orgullo del país entero? La contestación no es mas que una bofetada al rostro de sus habitantes: en las garras de los más ambiciosos empresarios inmobiliarios del país.


La Ciénega de Tláhuac, Ciudad de México: desprecio y destrucción de la vivienda popular

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2018, 10:00 am

Por Gloria Brito Nájera, dirigente del Movimiento Antorchista Ciudad de México, que analiza la postura de los gobiernos perredistos o llamados de izquierda y su actuación para garantizar la vivienda popular.

En los días que corren, con una cada vez más creciente pobreza, azote de los pobres del planeta entero, México no escapa a esta regla. Con una diferencia abismal entre ricos y pobres como no había existido en la historia de la humanidad, según datos actuales de la OXFAM, -organización internacional no gubernamental-, del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, o sea, del total de la riqueza mundial creada por el esfuerzo de los trabajadores en el año de 2017, el 85 por ciento va a parar a manos del privilegiado uno por ciento de la población mundial, mientras que tres mil 800 millones de seres humanos, la mitad de los seres humanos de la tierra, viven penosamente en la pobreza y millones padecen de hambre sin tener siquiera qué comer.

En estas condiciones era de esperar en la Ciudad de México gobernada por el PRD, los males mayores sobre un pueblo que no cuenta con un partido político amplio y combativo que luche con él. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) nació hace casi 30 años cargado de oportunismo y corrupción presentándose como la vanguardia del pueblo y se hizo del gobierno de la capital de la república en las elecciones de 1997, ¡hace casi 21 años! Desde entonces comenzó a aplicar la misma política antipopular de negarle al pueblo verdaderas soluciones a sus graves e importantes problemas tapándole el ojo al macho con programitas de despensas. Siguió la misma política neoliberal implantada por quienes gobiernan la economía a nivel mundial que no es otra cosa sino un capitalismo de feróz explotación, un capitalismo salvaje como se le conoce o neoliberal como le llaman sus aplicadores.

Por eso no ha sido extraño el vuelo que han tomado los gobiernos perredistas neoliberales en la capital de nuestro país, si observamos su paso a través de los 21 largos años que llevan manejando a diestra y siniestra a la gran metrópoli. Pasó Cuauhtémoc Cárdenas y no hubo cambio alguno, pasó López Obrador y sólo aumentó la demagogia política con el regalo de dinero a los viejitos, y los segundos pisos para automóviles, desviados de los impuestos para obras y servicios de la población. Pasamos rápido por el de Marcelo Ebrard que sólo dejó una linea de metro, tan mal construida, que hubiera costado decenas de muertes de no haber sido cerrada por más de un año para una reparación muy cara, que le ha costado al pueblo trabajador.

Estamos en los útimos meses del actual gobierno neoliberal perredista y nos preguntamos, ¿cómo está nuestra histórica ciudad, orgullo del país entero, la mayor metrópoli de México y una de las importantes del mundo? La contestación no es mas que una bofetada al rostro de sus habitantes: en las garras de los más ambiciosos empresarios inmobiliarios del país que la han llenado a sus anchas de torres gigantescas violando todas las leyes y reglamentos, destruyendo la belleza de las casas y edificios que le dieron característica propia a la capital, y levantando en su lugar enormes estructuras de hierro y vidrio e innumerables plazas comerciales, para quienes hasta se cambian las leyes y el uso de suelo para otorgarles todos los permisos que necesitan y darles todas las facilidades; puro negocio, para eso sirve el gobierno de la antiguamente llamada con orgullo “Ciudad de los Palacios”.

Desde hace dos años en el plan de seguir ofertando al mejor postor los terrenos de la ciudad a los enormes tiburones inmobiliarios, el 05 de febrero de 2016 fueron desalojadas con la destrucción total de sus viviendas con maquinaria pesada y sin aviso previo, 300 humildes familias antorchistas que habitaban el predio La Ciénega, contiguo a la terminal de la Línea Dorada del Metro de Tláhuac y a unos pasos de su centro delegacional. Este predio en el cual habián comprado sus lotes los afectados, tiene una extensión de 40 hectáreas de terreno salitroso que por su ubicación resulta ideal para los empresarios de la cadena Walt Mar que lo requieren limpio de las humildes casas ahí asentadas. El gobierno perredista de la ciudad, dócil limpió de los molestos pobres el terreno de La Ciénega, importándole un comino cientos de niños, mujeres y ancianos expulsados a quienes dejó a la intemperie y aterrorizados por decenas de granaderos. Este es el gobierno del PRD que sirve a los poderosos y feroz enemigo del pueblo pobre.

Las 300 familias antorchistas de La Ciénaga no invasoras, sus documentos de propiedad y la posesión de sus predios los amparan. El Gobierno de esta ciudad que dejó hace dos años a 300 familias sin su casa para beneficiar a grandes empresarios, se comprometió a construirles las casas que tenían desde hace 15 y 20 años en el mismo lugar o en otro, pero no los puede dejar en la calle. Los compromisos de solución hechos por la ex Secretaria de Gobierno, Patricia Mercado a lo largo de estos dos años de lucha, compromisos arrancados por nuestra lucha organizada, siguen sin cumplirse. Los antorchistas nos estamos manifestando en la calle como lo permite la Constitución hasta que el terco Gobierno de la ciudad les devuelva su casa a las 300 familias. Se acercan las elecciones y los más de 40 mil antorchistas de la Ciudad de México, sabrán castigar a los políticos que otra vez quieren engañar y destruyen con maquinaria pesada la vivienda al pueblo pobre dejándolo impunemente en la calle.