Julimes y la maravilla de sus balnearios termales

**Hay acá gran variedad de instalaciones con flujo de aguas sulfurosas. (FOTO: FROILÁN MEZA RIVERA- LA CRÓNICA DE CHIHUAHUA)


Julimes y la maravilla de sus balnearios termales

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2012, 10:43 am

Por Froilán Meza Rivera

Julimes, Chihuahua.- Aquejadas de artritis, mala circulación, reumas y dolencias de los huesos y nervios, cientos de personas buscan la cura a sus males en las aguas termales del municipio de Julimes.

Al menos siete establecimientos aprovechan la corriente de los manantiales que abundan en la región, y algunos han construído verdaderos balnearios con albercas e instalaciones con servicio de palapas, mesas de cementos y asadores, en tanto que los más modestos se limitan a tener pozas de aguas azufrosas y alguna sombra.

Las personas mayores no nadan en las albercas, donde se limitan a caminar plácidamente, pero prefieren remojar los pies en la acequia de agua caliente que corre por el borde alto de las tierras de cultivo aledañas al río Conchos. O bien, dependiendo de qué tipo de dolores y afecciones tenga el visitante, se tirará de espaldas o sumergirá todo el cuerpo en el agua que bien puede alcanzar hasta 40 o 41 grados centígrados.

“Los Manantiales”, a 2 kilómetros de la cabecera municipal rumbo al ejido Julimes, se ve favorecido por el paso de la acequia de aguas cuya temperatura oscila entre los 38 y los 42 grados. Aquí, una compuerta permite el paso del agua a la alberca grande, la de aguas calientes. Además, este balneario cuenta con un chapoteadero a temperatura ambiente y con una fosa de clavados.

EL PODER CURATIVO DE LAS AGUAS

Pero el atractivo de Los Manantiales, y la razón fundamental de la mayoría de las visitas que recibe, son los poderes curativos de sus aguas.

A pesar de que las tres albercas lucen abarrotadas durante los fines de semana, la acequia de agua hirviente es la estrella del lugar, y a todas horas se puede encontrar ahí, a la sombra de los álamos, a una concurrencia nutrida de adultos mayores, como se les llama ahora a los viejitos, así como de cuarentones y cincuentones que desean mejorar la circulación o calmar los dolores de la artritis.

Antonino Olivas, del vecino municipio de Meoqui, dijo que él viene por lo menos siete u ocho veces al año, a recibir el calorcito de las aguas y a disfrutar de sus propiedades curativas. Don Antonio sufre de dolores muy fuertes en las articulaciones de las manos, ya que padece de artritis reumatoide.

“Los dolores se me quitan, casi casi desde que me meto al agua, y el efecto me dura días, por eso me gusta venir aquí, y es que además me duele la espalda y, ya ve usted que me gusta tirarme en la acequia”.

Por lo general, en la acequia sólo se meten los pies porque pocos aguantan la temperatura que pone roja la piel, pero muchos de plano sí se avientan a meter todo el cuerpo.

La recompensa casi inmediata que reciben aquí los enfermos, es que les desaparecen los dolores casi por completo, los miembros adquieren una repentina elasticidad, y la sangre circula de inmediato como si se tuviera otra vez quince años.

SE LLEVAN EL AGUA BIENHECHORA

Por supuesto que, al cabo de algunas horas, todo regresa a la desgraciada normalidad, porque un tratamiento con aguas termales debería hacerse no sólo bajo el ojo clínico de un especialista, sino por períodos más largos.

A la orilla del canalito también descansa gente bajo el abrigo de la sombra, pero la influencia bienhechora les alcanza incluso así con los vapores calientes que destapan los poros.

Muchos de los visitantes se llevan botellas y galoncitos de plástico o vidrio con el agua maravillosa que algunos comparan con las más famosas de San Diego de Alcalá.

Y no falta el que toma también muestras del lodo de la acequia, con el fin de administrarse tratamientos contra las artritis y las reumas.
Quienes permanecen ajenos a todas esas preocupaciones de enfermos, son los niños y jóvenes, quienes si bien acompañan a sus tíos o abuelitos, ellos prefieren la diversión de las albercas y del relajo, ahora que gozan de salud.

LOS BALNEARIOS

En Julimes existe una serie de ojos de agua con temperaturas promedio que van desde los 15§ a los 45§ Centígrados, donde han sido aprovechados durante mucho tiempo como baños de aguas termales, recomendadas por las propiedades minerales curativas que poseen:

Albercas Carnero. Calle Vicente Guerrero S/n. Tel:(639) 489-91-74

Albercas San Antonio.- Nicol s Bravo esquina con Carranza s/n. Tel: (621) 478-01-13

Baños Aranda.- Tel. (621) 148-02-91

Baños termales los Girasoles.- Calle Nicol s Bravo # 26. Tel: (621) 478-02-91

El Ranchito.- Domicilio Conocido. Tel: (639) 843-50-30

Los Carnero.- Calle Vicente Guerrero # 35. Tel: (621) 478-01-49

Los Manantiales.- Km 2 Carretera Ejido Julimes. Tel: (621) 478-01-59