¿Joe o José? Cuando quitar una letra es la clave para conseguir empleo

**El caso del hispano José Zamora evidencia la discriminación laboral que impera en Estados Unidos.


¿Joe o José? Cuando quitar una letra es la clave para conseguir empleo

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2014, 11:34 am

Un nombre no sólo individualiza a un ser humano, también es parte del proceso para forjarse una identidad. La manera en que nos llaman cuando nacemos, además de ser reflejo de nuestro origen, nos marca socialmente.

Pero una letra de más o de menos en un nombre, por más simple que parezca, también puede tener efectos al momento de buscar un empleo. Prueba de lo anterior es la historia del hispano José Zamora.

El joven tuvo que cambiar su nombre a Joe (José en inglés) para que empleadores empezaran a considerar sus calificaciones.

Según cuenta el hispano en un video de BuzzFeed, durante meses envió, a diario, de 50 a 100 hojas de vida bajo su nombre real a distintos anunciantes en Craiglist. Tras ver que pasaban los días y no recibía respuesta, Zamora decidió identificarse con el nombre en inglés, y lo que inició como un experimento, dio resultado.

“El lunes que decidí cambiar mi nombre de José a Joe, siete días más tarde, el lunes siguiente, ese fue el momento en que empezaron a llegar todas las respuestas”, asegura en el video el residente de Hollywood, California.

El aspirante solicitó para los mismos trabajos, con el mismo currículum vítae; lo único que cambió fue el nombre.

“Algunas veces siento que la gente no sabe o no está consciente cuando juzgan a otro, aunque sea por el nombre, y creo que es algo que hacemos todo el tiempo”, alerta el solicitante.

Casos como el de Zamora no son aislados. La misión de buscar trabajo en países como Estados Unidos ha pasado de ser una evaluación de aptitudes a otra muestra más de discriminacion laboral.

Debido a lo anterior, “blanquear la hoja de vida” se ha convertido en la práctica a la que también recurren miembros de otras comunidades de minorías como la afroamericana para intentar avanzar en la reñida competencia por un trabajo.

Un artículo del New York Times, publicado en 2009, muestra los casos de más de una docena de estudiantes afroamericanos que confesaron haber omitido o cambiado información referente a su raza en sus hojas de vida pensando que de esa manera
tendría más posibilidades de ser reclutados.

En 2012, unas 100,000 personas presentaron quejas de discriminación laboral ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC, por su sigla en inglés), según la página GobiernoUSA.gov.