Javier Corral, por la presidencia del PAN con (casi) todo en contra

**A estas alturas él mismo debe saber que rema contra corriente y que los torrentes que se le vienen encima suelen arrasar con todo lo que se les atraviesa.


Javier Corral, por la presidencia del PAN con (casi) todo en contra

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 10:03 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

Buen intento el de Javier Corral: buscar la presidencia del partido al cual ha pertenecido desde que era menor de edad.

Nada más legítimo que aspirar a un cargo, ya sea en la administración o en los partidos políticos—ya que éstos son de interés público—y hacerlo por las vías institucionales contempladas en la legislación respectiva.

Es el caso de Corral: tiene vigentes sus derechos políticos y partidistas como para buscar la presidencia del PAN, partido al cual representa ante organismos electorales y que lo ha postulado como candidato a legislador en cinco ocasiones.

Es un buen intento, pero a estas alturas él mismo debe saber que rema contra corriente y que los torrentes que se le vienen encima suelen arrasar con todo lo que se les atraviesa.

En primer término, Corral tendrá el antagonismo Gobierno Federal. Durante los últimos tres años, el PAN ha tenido una tersa relación con la Presidencia de la República y no se diga con los grupos parlamentarios del PRI en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República. Los votos a favor de diversas reformas estructurales y las tímidas críticas hacia la gestión del presidente Enrique Peña Nieto dan cuenta de ese trato de oposición afable.

Con Javier Corral las cosas serían distintas. El senador chihuahuense ha dejado en claro su rechazo a algunas de las reformas que aprobó su propio partido, como la de tele comunicaciones, y ha expresado severas críticas a la actual administración federal.

Ese es sólo el primero de los varios escalones que deberá subir el chihuahuense. El otro no menos difícil de salvar es el de las televisoras. ¡Poca cosa! Desde su anterior gestión como senador, entre los años 2000 al 2006, dejó en claro su oposición a aprobar leyes que beneficiaran al duopolio televisivo y fue uno de los promotores de una reforma constitucional que prácticamente les regalaba a éstas el espectro electromagnético del país. Finalmente, el recurso de inconstitucionalidad promovido por Corral y por un grupo de ex legisladores federales prosperó y con ello afectó seriamente los intereses de ambas televisoras. Cuidado, éstas no olvidan.

La Iglesia Católica tampoco está muy contenta con Corral. La denuncia que presentó contra el gobernador César Duarte Jáquez por encabezar una ceremonia de consagración del estado de Chihuahua, acto que consideró violatorio de la condición de Estado Laico, motivó que la jerarquía eclesiástica lo viera más cercano a organizaciones liberales y a la izquierda representada en ONG´s que al partido al cual pertenece, surgido de una rebelión democristiana.

Tampoco anda muy bien con algunas alas de su propio partido. Es e todos conocida la confrontación que ha sostenido con el grupo de Cruz Pérez Cuellar—presente y activo, aunque ya no sea militante del PAN—y las severas críticas hacia el actual presidente nacional del blanquiazul, Gustavo Madero.

Ciertamente, no es cosa menor la confrontación abierta con el gobierno de César Duarte Jáquez, a quien diversos medios han mencionado como futuro dirigente nacional del PRI. Corral se ha sumado a la demanda penal contra el gobernador de Chihuahua por el caso Banco Unión Progreso y ha mantenido una posición crítica hacia el gobierno duartista.

Corral Jurado tiene elementos para pelear por la presidencia del PAN, pero también sus opositores tienen con qué y con quién evitar que llegue a ese cargo. Le queda un mes para hacer campaña y levantar lo que él mismo llamó la “rebelión de las bases” panistas en contra del grupo que actualmente domina el partido. El problema es que también a sus opositores les queda un mes para tundirle con lo que traigan en la mano.