Invasores hacen suyas casas abandonadas

** “Para mí está mejor (la invasión) a que estén solas; ahí puede haber malvivientes”.


Invasores hacen suyas casas abandonadas

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2017, 21:00 pm

Sandra Rodríguez/
El Diario de Juárez

Ciudad Juárez, Chih.- En el fraccionamiento Terranova, al sur de la avenida Manuel Talamás Camandari, Javier Ávalos, un guardia de seguridad de 33 años, accede a narrar cómo llegó hace dos meses a ocupar una vivienda vacía sin trámite de por medio.

“Llegamos aquí porque yo aquí tengo mi trabajo, en la Glorieta –dijo en entrevista. Vivíamos de renta y no nos alcanzaba”.

Sin chapa en la puerta y con rejas de madera en las ventanas, en la casa antes abandonada viven él, su pareja y seis niños, para los que colocó una serie de focos navideños en la fachada.

“Mi esposa vivía en la Azteca (colonia del poniente de la ciudad) y le comenté que había muchas casas aquí y que no decían nada; que no llamaban la atención”, dijo Ávalos.

De acuerdo con Elvira Maycotte Pansza, investigadora de la maestría en Desarrollo Urbano de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, el fenómeno de la vivienda invadida empezó a ser visible hace alrededor de un año, cuando en recorridos por sus clases notó que sectores antes deshabitados ya estaban ocupados.

“Llevaba a los alumnos para ver bloques de vivienda abandonada y ya estaba ocupada, pero no por los programas de Gobierno para rehabilitar vivienda, sino por invasión”, dice la catedrática de Teorías de la Vivienda Social.

La invasión es la más reciente expresión de una problemática estimada en 2010 en más de 111 mil casas deshabitadas y que, de acuerdo con el Gobierno del Estado, fue motivada por la crisis económica iniciada a partir de 2008 en Estados Unidos, origen de maquiladoras que dan empleo formal en esta frontera.

Otra causa, sin embargo, indican datos de Maycott Pansza y del Gobierno Municipal, fue un ritmo de construcción y de sobreoferta de vivienda, sobre todo en el oriente y suroriente de la ciudad, que desestimó la caída en la demanda.

Para abatir la problemática, el Gobierno del Estado –a través de lo que es hoy la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infraestructura (Coesvi)– y el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), iniciaron desde 2012 la gestión de un programa de recuperación de casas abandonadas.

El alcance, sin embargo, fue de sólo tres mil unidades revendidas a través de créditos de Infonavit hasta agosto de 2016 y el ejercicio total en la entidad de 40 millones de pesos.

De acuerdo con Carlos Borruel, titular de Coesvi, el convenio terminó además de manera anticipada y motivó un quebranto de otros 47 millones a Pensiones Civiles del Estado, que dejó en manos del gobierno federal 700 viviendas ya pagadas.

La mitad de estas viviendas, informó el funcionario, fueron rehabilitadas y se encuentran en el fraccionamiento Parajes de San José, al éste de la multinacional sueca Electrolux.

Lugar en el que, como se observó en un recorrido, la invasión también ha comenzado.

“Toda la gente está agarrando”, dijo una adolescente y madre de familia que agregó haber llegado a la casa en noviembre pasado y que antes, con el padre de su hijo, había ocupado otra también deshabitada en Senderos de San Isidro.

La principal problemática de la vivienda deshabitada, de acuerdo con los entrevistados, es la inseguridad que provocan al convertirse en escondite de delincuentes; conflicto mayor incluso que la distancia en la que se encuentran los desarrollos habitacionales más afectados.

Por eso para varios vecinos, incluso aquellos que pagan sus créditos de Infonavit, la invasión por alguna familia no sólo es tolerable, sino preferible al abandono total de miles de viviendas.

“Llegan (familias) y se meten a las casas”, dijo Johana Mondragón, de 48 años y habitante de una casa recuperada en Senderos de San Isidro, unos siete kilómetros al éste de la planta de impresoras Lexmark.

“Es mejor que las ocupen (…) en las tapias hay rateros”, agregó.

Con ella coincidió Dora Medina, empleada de la maquiladora Cews (Chihuahua Electrical Wiring Systems) y habitante del fraccionamiento Terranova, al pasar frente a la casa invadida por Javier Ávalos.

“Para mí está mejor (la invasión) a que estén solas; ahí puede haber malvivientes”, dijo.