Hospital general pierde riñón que mujer le donó a su pequeña hija

Tenían años esperando poder realizar el transplante


Hospital general pierde riñón que mujer le donó a su pequeña hija

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 12:48 pm

Juárez, Chih.- El 29 de mayo, Irma Escobedo Chávez y Perla Contreras Escobedo llegaron al Hospital General con la ilusión de terminar por fin con la insuficiencia renal que ha atacado a Perla desde su nacimiento.

La promesa era un trasplante de riñón para la menor de 14 años, donado por su madre Irma. Sin embargo, esa ilusión quedó atrás: a Irma le quitaron el riñón, pero por complicaciones médicas el trasplante no se llevó a cabo, desconoce el paradero del órgano y el padecimiento de su hija no ha terminado.

Desde hace dos semanas, Irma ha interpuesto denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la Comisión de Arbitraje Médico y la Procuraduría General de la República.

“Hemos pedido que se nos dé a conocer qué pasó con el riñón, pero el área de trasplantes del Hospital General no nos da información”, dijo Escobedo Chávez.

La denuncia ante la Fiscalía fue puesta el pasado 22 de junio en contra del doctor Franco Garrocho, por práctica indebida del servicio médico y posible negligencia en supuesto trasplante de riñón.

En la CEDH, la denuncia fue interpuesta por Iván Molinar Márquez, esposo de Irma. La Secretaría de Salud solicitó a la institución una prórroga para dar la información del caso; el plazo vencería esta semana.

Ante la Comisión de Arbitraje Médico, se está a la espera de que el organismo reciba el documento y apruebe el caso.

“Nosotros lo único que queremos es que nos digan qué pasó con el riñón, si lo vendieron o no y que nos garanticen la atención de mi hija Perla”, dijo Irma.

Las tres instancias donde se pusieron demandas investigan el caso.

Un problema de nacimiento

Perla tiene 14 años y desde su nacimiento padece de un problema de insuficiencia renal a consecuencia de un padecimiento en la vejiga.

Durante su infancia, la menor tuvo que ser sometida a varias operaciones para poder salvarle la vida, hasta que se le colocó un catéter para la hemodiálisis.

Perla siempre ha recibido atención médica del IMSS, institución donde se le daban largas para recibir el trasplante de riñón, según sus familiares.

“Mi hija nació con un problema en la vejiga que le ha hecho mucho daño, desde que nació hemos luchado por su vida porque ha necesitado de diferentes tratamientos para poder seguir adelante. Ahorita recibe hemodiálisis y desde hace 8 años habíamos luchado por buscar un riñón para Perla”, explicó la madre.

Debido a que el IMSS la citó para viajar a Torreón y que el proceso del trasplante de riñón no se otorgaba, la familia decidió acudir al Hospital General.

“Llegamos al Hospital General con la única ilusión de poder trasplantar a Perla el riñón que le hace falta y que todo esto se termine”, agregó Escobedo Chávez.

“Teníamos cerca de ocho años buscando cómo hacerle para poder solucionar su problema y desde finales del 2014 hicimos todos los traámites para poder buscar un riñón para mi hija”, explicó.

Cuando llegaron al área encargada de Trasplantes de Órganos del Hospital General, ambas recibieron la atención para poder realizar el trasplante.

A la madre se le hicieron todos los estudios necesarios para saber si podía ser la donante. Pese a que Perla iba a ser quien recibiera el órgano, la madre asegura que nunca se le realizaron estudios para ver cuál era su situación.

Cuando se le confirmó a la mujer que podía donar el órgano a su hija, firmó una serie de documentos, tanto para trasplantar el órgano como para especificar el pago de la operación, el cual Irma asegura que fue hecho por una fundación.

“A mí fue a la que me hicieron todos los estudios, a Perla nunca le realizaron nada. Cuando entramos a quirófano nos pusieron en cuartos separados, a mí me operaron primero y me quitaron el riñón, cuando van a operar a Perla el doctor dice que no se puede porque tiene las venas tapadas”, mencionó.

A Irma le quitaron el riñón, mientras que a Perla solo le practicaron la herida para el trasplante. Debido a la condición médica que se descubrió en el momento de la operación se tuvo que cancelar la cirugía.

“Ellos nos hicieron firmar cientos de hojas, muchas fundaciones apoyaron en la donación del órgano y cuando sale mal la operación solo nos piden disculpas, solo nos dicen que salió mal y que no se puede operar a mi hija”, dijo.

Cuando se recuperaron de la cirugía, Perla e Irma fueron dadas de alta, pero no se les dio a conocer qué pasaría con el riñón.

Perla regresó al IMSS a recibir su tratamiento de hemodiálisis, ya que es remota la posibilidad de que el órgano de Irma sea aplicado.

“Nadie nos dice nada del riñón, cuando regresamos para ver qué había pasado con él no nos quisieron recibir, cuando andábamos con la donación nos trataban muy bien, eran muy amables, pero al regresar nos dicen que no lo podemos ver, nosotros insistimos mucho hasta que nos enseñaron un riñón que supuestamente era el mío, pero estaba partido por la mitad, cuando el órgano que a mí me quitaron estaba sano y no tenía ni una semana de que me lo habían quitado”, explicó.

La familia solicitó una prueba de ADN para saber si el riñón que se mostraba era el de ella, sin embargo la prueba fue negada.

“Ya no nos reciben, no nos dicen nada al respecto; el doctor Franco Garrocho, que es quien realizó la operación, no nos recibe, no sabemos nada de él”, aseguró.

La familia

Irma vive con su esposo Iván en la colonia el Granjero; además de Perla, tiene otros tres hijos, los cuales mantiene gracias a apoyos oficiales y al trabajo de su esposo como voceador de periódicos.

Perla ha sido la más enfermiza de los cuatro hermanos: nació con un problema en la vejiga que la ha orillado a recibir hemodiálisis desde hace seis años.

A sus 14 años, Perla no va a la escuela debido a su enfermedad.

Ha recibido varios tratamientos y ha pasado por operaciones serias, como la de la colocación de un catéter.

“Ha pasado por muchas cosas y nuestra única solución era el riñón para que ya llevara una vida normal. Ahorita Perla esta débil, necesita sangre y debemos mucha en el IMSS, porque después de que nos dieron de alta nos tuvieron que dar plaquetas en el Instituto porque en el Hospital General ya no nos reciben”, dijo.

La familia además de requerir el apoyo para encontrar el riñón, necesita donadores de sangre, ya que deben cerca de 20 al hospital número 66 del IMSS.

Era imposible saber condición: médico

El doctor Franco Garrocho, quien realizó la operación y es el encargado del área de trasplantes del Hospital General, dio a conocer que la niña fue atendida por primera vez dentro del Hospital General en septiembre del 2008; llegó porque padecía un problema de reflujo vesiculeteral que hace que la orina se regrese de la vejiga y eso provoca problemas de insuficiencia renal.

Asegura que el caso fue visto por el Seguro Popular, que lo pasó al área de nefrología. En diciembre de ese mismo año se le trató y en aquel entonces se le pidieron los exámenes para la evaluación del trasplante.

El médico aseguró que el Seguro Popular no cubre ningún gasto de insuficiencia renal, por lo que la niña desapareció. En noviembre de 2014 regresó, solicitando ayuda para que se le realizara el trasplante, agregó.

La menor fue sometida a múltiples cirugías, hasta que se le aplicó la hemodiálisis. Ante ello, el médico aseguró que también fue sometida a cirugías de corrección del problema con el que nació, por lo que fue “multitratada” médicamente.

“Al no tener cobertura del Seguro Popular y al ver hay asociaciones que querían ayudar, conseguimos varias que pagaron tratamiento y exámenes; se consigue y se le platica a la madre los riesgos que existen y procede a preparar la operación”, explicó Garrocho.

Después se realizaron los estudios a la madre. Cuando se determinó que todo estaba bien se realizó la operación en el riñón izquierdo, narró.

“Primero se atendió a la mamá, después a la hija, y es cuando nos enteramos que las venas están completamente escrelosadas y que se puede conectar la arteria, pero la vena no se puede conectar”, agregó el médico.

La niña nunca dio síntomas que hiciera pensar eso, entonces al no poder realizar la operación los médicos del Hospital General decidieron terminar la cirugía, dijo.

“Como son pacientes muy críticos, se decide terminar el acto quirúrgico, porque son pacientes delicados y pueden fallecer, por ello preferimos más adelante ver si hay alguna técnica y conseguir nuevos apoyos económicos para volver a realizar la operación”, explicó.

Se convocó a una junta urgente del comité de trasplantes, integrado por el gobierno administrativo, por médicos oftalmólogos y el departamento de ética, quienes escucharon propuestas y por unanimidad se decidió que el riñón se enviara a patología para que se viera que no se utilizó, agregó.

Personal médico aseguró que el órgano está en el Departamento de Patología, el cual se encarga de las piezas quirúrgicas que ya no sirven o que no se utilizan