Guerra de guerrillas en EE. UU. contra Donald Trump

REPORTAJE INTERNACIONAL


Guerra de guerrillas en EE. UU. contra Donald Trump

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2017, 17:11 pm

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Nydia Egremy

Furia y poder marcan las primeras semanas de la presidencia de Donald John Trump. Mientras avanza en su objetivo de crear un nuevo orden interno y externo, a través de una violenta arquitectura de órdenes ejecutivas, sus detractores abren varios frentes en una guerra de guerrillas.

La confrontación entre ciudadanía y el nuevo Ejecutivo estadounidense apenas comienza, pero las protestas de cientos de miles en muchas ciudades, las demandas judiciales, las peticiones de juicio político y aun los llamados a un golpe, se multiplican en la superpotencia. Todo ello con la abierta incitación de la prensa.

En México el escenario político empeoró cuando el magnate firmó dos órdenes: una, que criminaliza a inmigrantes indocumentados y otra que ordena levantar una barrera física entre su país y el nuestro. Adicionalmente, al retirar a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), Trump acabó el sueño del empresariado mexicano que irreflexivamente se sumó a la promesa de grandes negocios.

Como ejemplo de la falta de sensibilidad política del mandatario estadounidense, destaca su decisión de eliminar la versión en castellano de la página web de la Casa Blanca.

Respecto a su país, además del muy criticado gabinete, Trump congeló las contrataciones del gobierno, autorizó la construcción de los polémicos oleoductos Keystone XL y el de Dakota, donde las masivas protestas indígenas en 2016 obligaron al Ejército a buscar rutas alternativas. Tal combatividad y animadversión, al más puro estilo pugilístico e inusual en un presidente entrante, están detrás de la reacción de sus detractores.

Gabinete de halcones
No hay ninguna paloma en el grupo que cumplirá las políticas del ocurrente mandatario. La composición racial y socioeconómica del gabinete revela su matiz elitista: mayoría de anglosajones de derecha extrema; muchos neoyorquinos, unos acusados de conflictos de interés y otros ignorantes del sector que operarán.

Entre Trump y sus colaboradores suman una fortuna de 4 mil 500 millones de dólares, por lo que es el gabinete más rico en la historia de EE. UU., según Forbes. Aunque el 29 por ciento de los latinos votaron por él, el magnate no incluyó a ningún miembro de esa comunidad en su gobierno.

Pero no todo es unión y concordia en el gabinete, pues en su interior hay temas polémicos e incluso de fricción como son los casos del muro fronterizo con México, los Acuerdos de Libre Comercio (TLC’s), el uso de energías fósiles, el cambio climático, el uso de la tortura y la política hacia Rusia y China.

Quién es quién:

Los cercanos
El Asesor Senior y más cercano al presidente es Jared Kushner (35). Editor –en 2006 compró The New York Times (NYT)–, inversionista inmobiliario, judío ortodoxo y esposo de Ivanka Trump. Su padre fue a prisión por evasión fiscal, soborno y aportes ilegales. Es una presencia inmutable en el equipo de su suegro y el poder en la sombra, aunque se lo ligue en un escándalo con una firma china.

El vicepresidente Mike Pence como congresista votó a favor de los TLC’s.
Se afirma que el Jefe de Gabinete, Reince Preibus, pretende limitar el trabajo de la prensa en la Casa Blanca. Para ello cuenta con la subdirectora del Gabinete, Katie Walsh, que trabajó con Reince Priebus en el Comité Nacional Republicano.

El Jefe de Estrategia es Stephen Bannon. Periodista, publicista, exdirector de campaña de Trump y director del portal racista Breitbar News. Sus declaraciones han indignado a la Liga Antidifamación, la asociación de derechos civiles de la minoría negra NAACP, el Consejo de Relaciones Islámico-americanas y al Partido Demócrata. Su nombramiento anticipa que el presidente seguirá su tono agresivo y excluyente.

Los influyentes
Sean Spicer es vocero del Presidente. Tuvo ese cargo en el Comité Nacional Republicano. En su primera declaración, afirmó que Trump se reuniría con “el primer ministro” de México.

Entre las personas que le hablan al oído al magnate-presidente figura su exjefa de campaña, Kellyanne Conway, sin duda una de las más importantes. Es abogada y católica Pro-Vida.

El multimillonario Carl Icahn es asesor especial en reforma regulatoria. Nació en Queens –como Trump–, comenzó su carrera en Wall Street en 1961 y dirige la empresa Icahn. Ofreció no cobrar ningún salario por sus servicios.

Los significativos:
El Secretario de Estado, Rex Tillerson, es el exdirector ejecutivo de Exxon Mobil. Aunque se afirma que es amigo de Vladimir Putin, ante el Senado aseguró que Rusia es una amenaza. Contradijo a Trump al declarar que EE. UU. no debe abandonar el pacto climático de 2015 y rechazó el veto contra los inmigrantes musulmanes.

El Secretario de Defensa es el general retirado James Mattis, apodado “Perro Loco”. Figura reverenciada en el Cuerpo de Marines en Irak y Afganistán pese a su lenguaje duro: tiene 40 años de experiencia militar en Irak, Afganistán y fue jefe del Comando Central. Ante el Senado dijo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es la más exitosa alianza de la historia; se pronunció contra la tortura y garantizó que los militares trabajarán con la comunidad de inteligencia.

Agregó que el orden mundial establecido por EE. UU. “está ante los mayores ataques desde la Segunda Guerra Mundial por Rusia, el terrorismo y la actitud de China en el Mar de China Meridional”. Afirmó que EE. UU. debe dar pasos de disuasión militar, diplomáticos o económicos contra Rusia; para ello, propuso presencia permanente de su país en las exrepúblicas bálticas.

En el Departamento de Seguridad Interior está el general retirado John Kelly. Exjefe del Comando Sur y responsable militar para América Latina y el Caribe. Lideró tropas en Irak occidental y su hijo falleció en combate en Afganistán.

Ante el Senado contradijo a Trump en su propuesta del muro con México al declarar que “una barrera física por sí sola no dará resultados”; propuso “una defensa con más capas” y cooperar con México y Centroamérica.

Con Kelly trabajará Thomas Bossert, experto en seguridad y contraterrorismo. Bossert tuvo este cargo con George W. Bush.

El Departamento del Interior lo dirige el geógrafo, excongresista por Montana, graduado en demolición submarina y exSEAL, Ryan Sinke. Es partidario de mantener las tierras públicas y licencias mineras bajo propiedad federal, pese a que se dice defensor de los recursos naturales. Es escéptico del cambio climático.

El Secretario del Tesoro es Steven Mnuchin, acusado de ser “una máquina de ejecuciones hipotecarias” en la crisis financiera de 2009.

Como exdirectivo de la banca de inversión Goldman Sach, adquirió IndyMac, a la que rebautizó con el nombre OneWest y la vendió en 2015 con grandes beneficios. Se acusa a su banco de “métodos abusivos” para embargar las casas de 30 mil californianos; también fue productor en Hollywood de películas como Avatar y American Sniper.

Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático, será director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), a la que ha demandado varias veces. Sostiene que los estadounidenses están cansados de “que se gasten miles de millones de dólares por las normas innecesarias de la EPA”. En el Senado afirmó que, bajo su cargo, la agencia dará protección responsable al ambiente “y libertad a los empresarios”.

El estratégico Departamento de Energía está en manos del exgobernador de Texas, Rick Perry. Ello significa que el gobierno de Trump tenderá la mano a la industria de combustibles fósiles. En 2011 Perry propuso eliminar ese Departamento y en 2016, como rival de Trump, lo llamó “cáncer del conservadurismo”.

Un crítico de la intervención del gobierno en el mercado del trabajo, Andrew Puzder, llega al Departamento de Trabajo. Además, es propietario de las cadenas Carl’s Jr., Hardee’s, Green Burrito y Red Burrito.

Justicia, Seguridad e Inteligencia
El Procurador General es el exsenador por Alabama, Jeff Sessions. En los años 80 no fue designado juez por sus declaraciones xenófobas y bromas sobre el Ku Klux Klan (KKK). A un colega le confesó que coincidía con ese grupo extremista, pero que le retiró su apoyo porque “fuman mariguana”.

También llamó “desgracia para su raza” a un defensor de afroamericanos y “antiestadounidenses” a los dos principales grupos defensores de Derechos Humanos de EE. UU. Favorable al muro y mano dura contra la delincuencia.

El exdirector de Inteligencia Militar y supremacista Michael Flynn es el Consejero de Seguridad Nacional. Sostiene que su país está en “permanente vulnerabilidad” ante el terrorismo de la inmigración; de ahí que insista en un muro total entre EE. UU. y México. Para la organización Human Rights Watch, Flynn es un islamófobo que considera al Islam “cáncer maligno” y apoya el uso de tortura en detenidos.

El Director Nacional de Inteligencia es el conservador exsenador de Indiana y exembajador en Alemania, Dan Coats. El Director de la CIA es el graduado de West Point, abogado de Harvard y exrepresentante por Kansas, Mike Pompeo. Ante el Senado defendió las agencias de inteligencia - de las que Trump se ha burlado - y considera terroristas a los líderes musulmanes en EE. UU.

Los otros secretarios
A Comercio llega el millonario Wilbur Ross, quien aspira a renegociar el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN). El empresario e inversionista dirigió la financiera Rothschild Inc. por 25 años y según Forbes posee 2.5 mil millones de dólares. En la campaña fue asesor económico.

A Salud y Servicios Humanos llega el cirujano ortopédico Tom Price, gran crítico del “Obamacare”.

Seema Verma administrará los Centros de atención Medicare y Medicaid. Trabajó en Indiana con Mike Pence (el vicepresidente).

En Transporte estará la exsecretaria del Trabajo, Elaine Chao. Su esposo, Mitch McConnell, es el líder de la mayoría republicana en el Senado.

El exgobernador de Georgia, Sonny Perdue, dirigirá el Departamento de Agricultura.

La multimillonaria Betsy DeVos será la Secretaria de Educación. Se afirma que pretende privatizar el sector.

A Vivienda va el único afroamericano del Gabinete, Ben Carson. Un neurocirujano pediatra retirado, psicólogo, escritor y exprecandidato presidencial republicano, sin experiencia en el servicio público.