Fracasa, hombre que se iba a dejar devorar por una anaconda

**Decepcionó al público, luego de que en la emisión tuviera que ser rescatado por su equipo cuando la serpiente apenas devoraba parte de su cabeza.


Fracasa, hombre que se iba a dejar devorar por una anaconda

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2014, 11:33 am

Nueva York.- El naturalista que se dejó devorar por una anaconda para un programa de televisión, decepcionó al público, luego de que en la emisión tuviera que ser rescatado por su equipo cuando la serpiente apenas devoraba parte de su cabeza.

En el programa, que salió al aire la noche de este domingo en Estados Unidos en el canal Discovery Channel, Paul Rosolie, de 27 años de edad, fracasó en su aventura con una anaconda de más de ocho metros de largo en la Amazonia peruana.

Vistiendo un traje de fibra de carbono diseñado especialmente para la ocasión, Rosolie se posó sobre sus cuatro extremidades y encaró a la serpiente, mientras un equipo de colaboradores, incluyendo a su esposa, filmaba el momento y monitoreaba sus signos vitales.

Segundos después, el animal se lanzó sobre Rosolie, cuyo traje estaba impregnado de sangre de cerdo, prensó su boca del casco del aventurero y comenzó a enroscarse alrededor de su cuerpo.

Sin embargo algo salió mal y Rosolie ordenó a su equipo que lo rescatara.

Tras el fallido intento, decenas de televidentes decepcionados comenzaron a criticar la emisión, titulada ‘Eaten Alive’ (Comido vivo), en redes sociales.

Necesito ayuda”, gritó Rosolie a su equipo en el momento en que abortó la misión.

Tras ser liberado, el hombre mostró las marcas que los colmillos de la anaconda dejó en su casco y otras huellas que la presión generada por el animal dejó en uno de sus brazos.

El programa, que fue promocionado durante meses, había recibido reclamos de organizaciones y activistas a favor de los derechos de los animales, por considerar que se trataba de una hazaña cruel.

En respuesta, Rosolie, originario de Nueva Jersey, alegó que su intención era recaudar dinero para salvar el hábitat de las serpientes en Sudamérica, y que el animal no sería lastimado.

El proyecto tomó dos años de planeación.