Falta mucha paz qué recuperar para ponerla en la galería

**Para la muestra debieron tener en cuenta que las estadísticas tendrían descenso en la criminalidad, pero sólo en comparación con los años de la violencia más álgida.


Falta mucha paz qué recuperar para ponerla en la galería

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2015, 18:15 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

El diseño de la llamada “Galería de la Memoria y la Recuperación de la Paz” debió tener un cuidadoso cálculo de riesgo. Al menos es lo deseable: que quien diseñó esa exposición de imágenes terroríficas donde se exhiben lo mismo actos de violencia que víctimas de éstos, haya tomado en cuenta el tipo de reacción que puede tener quien ve esas fotografías.

Por lo pronto, la reacción de quienes asistieron a la apertura de ese memorial fue de poca alegría, por decirlo de manera elegante. El gesto de algunas de las personas que asistieron a la inauguración, la tarde del pasado 1 de mayo iba de la extrañeza hasta el ojo enrojecido, propio de quien aguantó el derrame de lágrimas.

Quienes no se atreven a hablar en voz alta se preguntaban qué necesidad de recrear esos momentos, si se supone que ya los superamos. Quién necesita ver—se preguntaban—un auto en llamas o las cabezas de personas que fueron víctimas de alguna organización criminal. Cuál sería la reacción -decían otros- de las familias de quienes perdieron la vida en alguno de los hechos cuyas imágenes ahí se exhiben. Por lo pronto, la muestra no se presta para completar un paseo dominical en familia.

Si lo que se pretendía era demostrar cuán mal estaba el estado y cuánto han mejorado las condiciones hasta ahora, se eligió un mal día, pues a esas horas, el estado de Jalisco estaba sufriendo su peor crisis de seguridad pública, causada por una organización criminal que también incendió vehículos, atacó a policías, a efectivos del Ejército y sembró el terror durante todo ese día en 25 municipios de Jalisco, Michoacán y Guanajuato.

Saludar la recuperación de la paz en un día de zozobra era inoportuno, por decir lo menos. Decirle a la opinión pública que en Chihuahua ya recuperamos la paz mientras ve imágenes tomadas en el estado de Jalisco que se parecen mucho a las exhibidas en la Galería mencionada era como recordar lo cerca que estamos de volver a aquellas situaciones.

Quienes aprobaron la muestra debieron tener en cuenta que las estadísticas podrían mostrar un descenso en el índice de criminalidad, pero sólo en comparación con los años en los que se vivían esas condiciones extremas de inseguridad. Por lo menos, debió tener en cuenta que, en el 2014, se sumaron mil 280 víctimas de homicidio doloso en el estado de Chihuahua. Para las familias de esas personas fallecidas de manera violenta, no existe tal recuperación de la paz, como tampoco la hay para quienes vivieron en carne viva los hechos sucedidos hace menos de seis años.

Si alguien calculó el riesgo de colocar esa exhibición, debió considerar los hechos de violencia que lastimaron no sólo a las familias de las víctimas, sino que tuvieron un efecto radioactivo en el ánimo social, como fue el caso de la activista Marisela Escobedo Ortiz, quien fue asesinada en diciembre del 2010, en el inicio de la actual administración. La omisión no ha pasado desapercibida, como tampoco la del caso del líder barzonista Ismael Solorio y su esposa, Manuela Solís, asesinados también durante el actual período, o el tiroteo ocurrido en el municipio de Guachochi hace pocos meses.

No son todos los que están y son muchos los que faltan. Si se trata de pregonar la recuperación de un estado de derecho, todavía faltan muchas fotografías por tomar.