Exitosa ponencia de Aquiles Córdova en congreso inernacional en Cuba

** “Yo quiero una revolución lo más pacífica que se pueda, pero también lo más radical que se pueda”: ACM.


Exitosa ponencia de Aquiles Córdova en congreso inernacional en Cuba

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2015, 20:20 pm

* La conferencia se realizó con motivo del congreso internacional Pedagogía 2015, en La Habana.

La Habana.- Exitosa, fue como calificaron maestros asistentes a la ponencia de Aquiles Córdova Morán, líder nacional del antorchismo, con el tema “El papel de la educación en la formación del hombre nuevo, en el contexto mexicano”, realizada en el Palacio de Convenciones de la ciudad de La Habana.

Córdova Morán comenzó explicando cómo es que el sistema capitalista imperante en el mundo repercute en la formación de un hombre nuevo comprometido con su sociedad. Aseguró que “el capitalismo está en crisis terminal, y eso tiene que orillar a los luchadores a cambiar el mundo por uno realmente nuevo y superior”.

Y aportó algunos datos alarmantes de la OXFAM, por ejemplo, que sólo 85 multimillonarios en el mundo tiene tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo, o que si Bill Gates decidiera gastarse todo su dinero a razón de un millón de dólares por día, tardaría 228 años, lo que significa que el problema de la concentración de la riqueza es mundial y muy grave.

Aseguró que él no venía a hablar mal de su país, sino que venía a hablar mal del capitalismo que reina en México, lo cual es muy distinto, aseguró, pues es un capitalismo que tiene a más de 85 millones de mexicanos en pobreza, de los cuales 20 millones que no tienen qué comer, donde más del 50% de la población económicamente activa está en el desempleo y que ha dejado más de 100 mil mexicanos muertos producto de la “guerra contra el narco”.

Pero esta crisis mundial “ha orillado al imperialismo norteamericano a invadir pueblos en nombre de la democracia”, pueblos a los que obliga a cambiar de religión y cultura con el objeto convertirlos en consumistas de tipo occidental. Sin embargo, dijo, eso no es prueba de fortaleza sino de debilidad.

Todo esto sumado a que las democracias en casi todo el mundo están secuestradas, dijo, por las élites del dinero, pues éstas son los que deciden quiénes son los que van a gobernar, al grado que se han convertido en verdaderas dictaduras de tipo oligárquico.

En ese contexto, aseguró que la única forma de crear al hombre nuevo es con revoluciones sociales en cada país. El propio Carlos Marx dijo que “La revolución es la escuela de los pueblos”, pues los pueblos soló cambian su mentalidad y dejan atrás las viejas ideas.

“Pero no una revolución armada, sino pacífica, una revolución con el pueblo bien organizado, en donde haya un grupo de valientes a toda prueba y un pueblo que sepa decidir y votar por sus verdaderos representantes, algo parecido a lo que ocurrió con el comandante Hugo Chávez en Venezuela”, dijo.

Destacó la importancia de la educación como un arma en el proceso de una revolución social y para lograr el hombre nuevo. “Yo quiero una revolución lo más pacífica que se pueda, pero también lo más radical que se pueda”, dijo con motivo de la congreso anual de pedagogía.

Al tiempo que habló sobre la experiencia que tiene su organización política en el ámbito educativo, en donde han creado cientos de escuelas en todo México, modificado los planes de estudios de algunas normales con la intención de frenar el círculo vicioso del sistema educativo nacional, además de decenas de casas del estudiante y una universidad particular (Centro Universitario Tlacaélel) que en poco tiempo será una de las universidades de mejor calidad de la región.

Definió al hombre nuevo como el sabio o experto, sea de la profesión que sea, pero que al mismo tiempo conozca la sociedad donde vive y se pueda explicar cómo y por qué esta sociedad funciona como funciona y entienda que puede cambiar su rol social.
Por último, invitó a los pedagogos de todo el mundo a descubrir y ensayar métodos más creativos para acercarse e influir a los jóvenes, para hacerlos que aprendan a discernir, a reflexionar, a dudar de lo que escuchan o ven en los medios de comunicación, y que ellos también aprendan a sentir el sufrimiento ajeno y preguntarse qué pueden hacer para resolverlo.
Enviado especial: Dante Corleone