Espartaqueada Nacional de Matemáticas

Por Brasil Acosta Peña


Espartaqueada Nacional de Matemáticas

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2019, 21:06 pm

(El autor es Doctor en economía por el Colegio de México (COLMEX) con estancia en investigación en la Universidad de Princeton, fue catedrático en el Centro de Investigación y Docencia económica y articulista en la revista económica Trimestre Económico.)

El doctor Elvio Accinelli Gamba, fue mi profesor de la materia Análisis Matemático en El Colegio de México. La fama que tenía de estricto hizo que pocos se inscribieran en su materia; sin embargo, aquellos que decidieron no llevar su materia cometieron, desde mi punto de vista, un grave error, pues el nivel de matemáticas que aprendimos con el doctor Accinelli estaba a la altura de las instituciones internacionales. Efectivamente, cuando hice un año de estancia en la Universidad de Princeton, el nivel de matemáticas aprendido con el doctor Accinelli fue suficiente para comprender mejor la economía matemática enseñada en dicha universidad. Estaba, pues, en mejores condiciones para enfrentar con éxito las dificultades derivadas de las abstracciones que exige la economía moderna. Pasado el tiempo, al doctor Accinelli le reencontré como catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí con la amistad y colaboración del doctor Leobardo Plata Pérez. En cierta ocasión, hace 7 años aproximadamente, invitamos a los doctores a que nos acompañaran a la inauguración de una de las Espartaqueadas Culturales del Movimiento Antorchista Nacional y en la plática, después del concluido el evento, me dijo el Doctor Accinelli: “por qué no impulsar una Espartaqueada Nacional de Matemáticas”. Así nació la idea de realizar un encuentro nacional de matemáticas, idea que le comentamos al ingeniero Aquiles Córdova Morán, el cual, con esa gran visión de líder nacional y con su gran sapiencia, la acogió muy bien, pero hizo una importante aportación, puso de relieve la importancia y la necesidad de masificar las matemáticas. Así fue como se desarrolló, en conjunto, la idea de hacer un encuentro nacional de matemáticas, pero, al mismo tiempo, que no fuera un concurso elitista donde sólo participaran unos cuantos “iluminados”, sino que se abriera a sectores más amplios y, sobre todo, desprotegidos e ignorados por su condición de pobreza, que pudieran acceder a la luz de la ciencia matemática.

Fue la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez”, FNERRR, en conjunto con Antorcha Magisterial y con el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales A.C., CEMEES, quienes retomaron la idea y la pusieron en ejecución. Este año se cumple la séptima edición de este importante evento en el que se convoca a más de 5 mil jóvenes de todo el país, en las diferentes etapas eliminatorias. Participan jóvenes de secundaria, preparatoria, de nivel superior y estudiantes de escuelas normales; los maestros también participan y lo hacen por niveles: primaria, secundaria y preparatoria. Se trata de un gran esfuerzo, pues la Espartaqueada Nacional de Matemáticas no recibe presupuesto oficial para su realización, es un evento no gubernamental, y se fondea a través de las colectas, de las cooperaciones y de las diferentes actividades económicas (rifas, bailes, kermeses, etc.), que realizan los Fenerianos y los maestros organizados. El premio será “El Accinelli de Plata”, en honor a estos prominentes doctores que han encabezado el jurado en los 7 años que lleva esta justa.

Al jurado se han integrado personalidades reconocidas en el ámbito nacional e internacional. Además del Doctor Elvio Accinelli y del Doctor Leobardo Plata, se ha sumado el Doctor Gabriel A. Rodríguez Yam, catedrático de la Universidad Autónoma Chapingo y debo mencionar, por ejemplo, al joven Doctor en matemáticas por la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, Rusia, quien procede de una familia humilde de la región mixteca, en Putla, Oaxaca, que estudió en la facultad de Ciencias de la UNAM y se graduó en Rusia con honores; muestra del talento que tiene nuestro pueblo: Romeo Pérez Ortiz.

Es clara la necesidad de este encuentro en cuanto a la inmensa tarea de difundir y masificar las matemáticas en el pueblo de México. Es sabido por todos que el nivel de matemáticas de los mexicanos es bajísimo. De hecho, entre los países que conforman la OCDE, México ocupa los últimos lugares en matemáticas y español, pues no existe el hábito de la disciplina y de la comprensión de las matemáticas, lo cual es herencia del viejo modelo educativo. Por el contrario, se nos presentan las matemáticas desde la enseñanza preescolar y primaria como algo inalcanzable, complicado, oscuro y, finalmente, repudiable. Así que, si le preguntas a la gente si le gustan o no las matemáticas, la gente concluye que “son su coco”, es decir, las rechazan de facto.

Mi opinión al respecto, como maestro de matemáticas, es que la clave de la comprensión de las matemáticas comienza en el conocimiento que tenga el profesor que las impartirá, pero, sobre todo, el eros pedagógico que tenga para exponerlas, es decir, las ganas de que los alumnos las comprendan. Es cierto que las matemáticas no son sencillas y la anécdota de Alejandro Magno nos lo recuerda: en una ocasión Alejandro Magno, el conquistador de Asia, le exigió a Aristóteles, su mentor, que le enseñara un camino fácil para aprender las matemáticas y la respuesta del sabio de Estagira fue: “para las matemáticas no hay camino regio”, es decir, que es cierto que aprender matemáticas requiere de esfuerzo, de disciplina, de atención y de trabajo esmerado, seas rey o no, pero resulta como cualquier deporte, si se le practica con método y disciplina, la experiencia y la capacidad de abstracción, tarde o temprano se alcanzarán. Un ejemplo muy sencillo nos permitirá ver qué no es tan complejo entender las matemáticas. En una ocasión a Carl Friedrich Gauss, eminente matemático alemán, que nace en el siglo XVIII y muere en el siglo XIX, a temprana edad su profesor en el salón de clases les encargó a los niños que resolvieran una serie: la suma del uno al 100, es decir, 1+2+3+…+98+99+100. Como se puede ver, requiere de mucho trabajo. Sin embargo, Gauss encontró una curiosa regularidad. Se fijó en los primeros extremos y notó que si les sumaba le daba 1+100=101; que los segundos extremos 2+99, también eran 101 y los terceros extremos 3+98=101 y así 50 veces, por lo que la serie se simplifica y resultaba de multiplicar 50x101=5,050. De esta manera, Gauss resolvió en un minuto una serie que habría llevado una hora hacerla numero por número. Pero este fascinante descubrimiento es sólo un ejemplo que nos permite observar las regularidades que tiene la materia y nos toca descubrir su forma de manifestarse a nosotros. Por eso concluyo, para que el público lector y los mexicanos no veamos a la matemática como algo ajeno a nosotros, sino como una herramienta fundamental para el desarrollo de nuestra vida, con su definición: “La matemática es la ciencia que estudia las relaciones cuantitativas y las relaciones espaciales de la materia”. Federico Engels. Pero las relaciones cuantitativas y espaciales de la materia ocupan nuestra vida día con día, así que saber matemáticas es saber parte de las leyes de nuestra vida. Felicito a los participantes y organizadores por la VII edición de la Espartaqueada Nacional de Matemáticas.