En medio de todo lo malo, la cultura nos da esperanza

**Cada dos años en Tecomatlán, Puebla, se celebra la Espartaqueada Cultural Nacional. En su edición XVIII participan más de 15 mil mexicanos, en su mayoría jóvenes en competencias de bailes tradicionales, danza, música, poesía y oratoria.


En medio de todo lo malo, la cultura nos da esperanza

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2015, 17:18 pm

Miguel Ángel Álvarez

¡En buen tiempo vinimos a vivir,
hemos venido en tiempo primaveral!
¡Instante brevísimo, oh amigos!
¡Aun así tan breve, que se viva!
Yo soy Yoyontzin: aquí se alegran nuestros corazones,
nuestros rostros:
hemos venido a conocer vuestras bellas palabras.
¡Instante brevísimo, oh amigos!
¡Aun así tan breve, que se viva!

(Fragmento de poesía de Netzahualcóyotl)

En todos los tiempos de la historia de este planeta, el hombre ha buscado en la actividad o apreciación artística, la forma de humanizarse, de reflexionar sobre el motivo de existencia del ser, de elevarse como gigante para pensar en la infinitud, y para serenar y confortar su espíritu.

Ya en la antigua Roma esclavista, se llevaban a cabo los Juegos Florales –en homenaje a la Diosa Flora- que en un inicio tenían un carácter religioso y después dichos festejos pasaron a manos plebeyos, después de una sequía que tuvo lugar entre los años 241-238 A.C. En un foro emplazado cerca del Circo Máximo, en las faldas del Monte Aventino. Los juegos fueron instituidos el día de la fundación del templo, y se repitieron ocasionalmente hasta que continuadas las malas cosechas llevaron a celebrarlos anualmente a partir del año 173 A.C. Las prostitutas participaban en la Floralia al igual que en la Vinalia. Según el satírico Juvenal, las prostitutas bailaban desnudas y luchaban en combates simulados de gladiadores. Como una forma de catarsis colectiva de relajamiento del espíritu humano.

Del México prehispánico conocemos la gran riqueza cultural de nuestros antepasados que aún nos asombra su legado: su monumental arquitectura, su fina escultura, sus bellas pinturas, sus inigualables adornos de plumas y joyería, sus códices; su rica gastronomía; danzas, música y poesía exquisita. Toda una potencia cultural de los mexicanos que en aquella época, nada envidiaríamos de la producción artística de hombres de otras latitudes, como la cultura de los europeos conquistadores. Y hoy, después de más de 400 años de la conquista española a nuestra tierra, del avasallante dominio del país vecino, EEUU; de vivir los mexicanos en una patria hundida en graves problemas económicos; con un México donde la mayoría de sus hijos sufre la más lacerante pobreza de los últimos tiempos; de sofocamiento a las libertades de expresión y manifestación; de represión y muerte a quienes se atreven a exigir lo más elemental para sobrevivir; la actividad artística, hoy como hace miles de años, es indispensable y necesaria para todas aquellas almas y espíritus de los mexicanos que tienen hambre de libertad y justicia.

El Movimiento Antorchista (MA) que lucha contra la pobreza en México, sabe que la actividad y apreciación artística y lo mejor que ha producido el hombre de todos los tiempos; es indispensable para forjar al hombre nuevo, al hombre culto y educado; valiente y creativo, para que sea capaz de enfrentar los retos y obstáculos que se le presentan en la vida diaria, como es el problema de la desigualdad social y la injusticia; por eso, Antorcha desde hace más de tres décadas promueve la actividad cultural entre sus agremiados, amigos y ciudadanos en general para elevar su amplitud de miras y sus aspiraciones por un mundo mejor: lejos de la pobreza, de la ignorancia, del odio y ambiciones irracionales. Por un mundo donde todos vivamos con alegría, en el campo o en la ciudad; cerca de las bellas creaciones del hombre para disfrutarlas y apreciarlas. En pocas palabras: en mundo donde todos seamos felices y hermanos.

Por eso el MA, celebra cada dos años en Tecomatlán, Puebla –cuna del Movimiento Antorchista- la Espartaqueada Cultural Nacional, justa cultural, en la cual en su edición XVIII, participan más de 15 mil mexicanos, en su mayoría jóvenes en competencias de bailes tradicionales, danza, música, poesía y oratoria; en los días del 31 de enero al 8 de febrero de este año y a la cual, los potosinos llevarán una delegación numerosa con más de 500 participantes, todos ellos amateurs, que van con la ilusión de obtener una medalla o un reconocimiento por subir al escenario y demostrar sus cualidades artísticas, ante humildes campesinos de la mixteca baja poblana; reto cultural, que cada 2 años se vuelve cada vez más difícil de obtener algún lugar en el medallero, por su alta calidad y entrega de los artistas que dan lo mejor de sí, por llegar a los primeros lugares, casi como verdaderos profesionales del arte. Toda esta actividad cultural y sana convivencia de los participantes desplegada en este modesto pueblito de Puebla, que dura 9 días, nos indica que muchos mexicanos buscamos un mejor país, un país de esperanza. ¿No lo cree usted, apreciable lector?