En libertad, el agente Calzada reitera amenaza del director de la PEU: "te voy a matar puto"

** "Adentro los agentes me dijeron, estamos con usted comandante", y el director de la PEU le dijo, "tú y yo puto, te voy a matar a tí y a toda tu familia", lo denunciará penalmente. Mienten, "no soy corrupto".


En libertad, el agente Calzada reitera amenaza del director de la PEU:

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2014, 13:00 pm

Chihuahua, Chih.- Casi medio día estuvo el agente Leonardo Jaoquín Calzada Contreras tras las rejas, detenido ilegalmente de acuerdo con abogados, por una falta de indisciplina que señalan como "un cuatro" para detenerlo. Más de medio día, 14 horas, estuvo incomunicado, apoyado, amenazado, indignado y temiendo por su vida.

El agente, libre, habló ante medios informativos en la Plaza Hidalgo que fue el lugar de su protesta por malos tratos del director de la Policía Única y corrupción afirmada por agentes anónimos y colegas de Calzada, y fue también el lugar de los hechos.

Dijo que estaba contento de estar libre. Adentro no recibió malos tratos, los policías le decían cuando pasaba, "estamos con usted comandante", así le dicen dijo, "de cariño, porque ya soy agente otra vez", y negó el dicho de la Fiscalía que se había ostentado como comandante tratando según se sugirió, de influir de algún modo en los seis agentes que se lo llevaron en contra de su voluntad de la plaza Hidalgo.

También dijo que no era corrupto, que no podía vender plazas porque esa decisión la tomaban otros dos fiscales, que no negociaba vacaciones a cambio de dinero porque sus facultades como comandante primero de la Zona Occidente de la Fiscalía.

Los agentes le dijeron eso, pero el director de la PEU, el acusado por malos tratos, le dijo lo contrario por un teléfono celular llevado a la celda por un agente "ilegalmente porque los detenidos no pueden hablar así, para eso hay teléfonos públicos por respeto a sus derechos", reiteró que lo amenazó de muerte: “me dijo, ‘tú y yo puto’, ‘¿perdón?’, le pregunté, ‘te voy a matar a ti a toda tu familia’, yo grité para que me oyeran, ‘me está amenazando’”.

Al salir le notificaron que seguía siendo agente pero que estaba suspendido y que una Comisión de Honor analizaría su caso para concluir la ilegalidad o violencia del acto, o negarla, y si él está en lo cierto al acusar violación a sus derechos humanos.

El agente por su parte también ejercerá acción legal, denunciará penalmente al director de la Policía Única por haber sido sólo él el que pudo dar la orden de que se lo llevaran de la plaza, y a los agentes que participaron.

Su día, ese largo lunes, terminó 14 horas después, después de las 11 de la noche cuando salió de su reclusión obligada e ilegal. Antes de salir, la esposa del agente Calzada entregó un arma corta, una larga, dos cargadores, un radio y la placa que tenía su esposo para que pudiera salir, lo hizo personalmente a un agente ministerial frente a la Fiscalía pues dijo que desconfiaba de que lo pudieran incriminar en algo si no había un testigo de los hechos y lo grabó en video.

Poco después de las 11 de la noche, su esposo salía de la Fiscalía, que estaba flanqueada por agentes con uniformes tácticos y armas largas.